¡Proletarios de todos los países, uníos! DECLARACIÓN CONJUNTA DE LA I CONFERENCIA LATINOAMERICANA EN CHILE, 1-2 DE DICIEMBRE DE 2018: El 1-2 de diciembre de 2018 se ha realizado exitosamente la I Conferencia Latinoamericana en Chile, convocada por el Partido Comunista de Chile. El evento ha servido a desarrollar el debate sobre puntos decisivos para el Movimiento Comunista Internacional, en el espíritu del internacionalismo proletario y de lucha implacable contra el revisionismo de viejo y de nuevo cuño. Nosotros, los firmantes de la presente Declaración, extendemos nuestros calurosos saludos comunistas a todos los comunistas y revolucionarios del mundo; a las heroicas masas que dan sus vidas en las guerras populares y luchas armadas, así como en todas las luchas heroicas del proletariado y de los pueblos oprimidos contra el imperialismo, la reacción y el revisionismo. Como producto de este exitoso evento publicamos la presente Declaración conjunta resumiendo los temas tratados. El Partido Comunista de Chile, en medio de dificultades y a pesar de la situación compleja que se atraviesa, está avanzando exitosamente en su proceso de reconstitución, aplicando el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, y las contribuciones universales del Presidente Gonzalo a las condiciones específicas de la revolución chilena. El Partido Comunista de Chile partiendo de las ideas marxistas-leninistas de Luis Emilio Recabarren su fundador, hoy está asumiendo estas tareas aplicando los principios proletarios: de que solo derrotando y aplastando a líneas contrarias y revisionistas, y solo luchando codo a codo con las masas principalmente proletarias y campesinas, el Partido puede aplicar la ideología universal, preparar e iniciar la guerra popular y en medio de esta lucha generar el pensamiento guía y la línea política general que se necesita para garantizar la conquista del Poder en todo el país y la marcha hasta el comunismo. Así, el PCC durante este proceso ha librado y sigue librando luchas duras y campañas de rectificación contra las posiciones del nuevo revisionismo, el cual niega el proceso de la reconstitución, promueve la conciliación en vez de la lucha, se opone a llevar la lucha ideológica y política a las masas y niega el carácter semifeudal de Chile y el capitalismo burocrático en el país, bajo el pretexto de que “falta comprensión”. En Perú, el Partido Comunista del Perú y su Comité Central sigue dirigiendo omnímodamente a la guerra popular, manteniendo el rumbo de la revolución en medio de la situación compleja del recodo y del negro trabajo de las líneas contrarias: la LOD revisionista y capitulacionista y la LOI con su revisionismo armado. Luchando codo a codo con las masas, dirigiéndolas en sus luchas e incorporándolas en la guerra popular, el Partido avanza en retomar lo perdido para cumplir con los planes establecidos por nuestra Jefatura el Presidente Gonzalo. Al mismo tiempo, el Partido sigue luchando como fracción roja en el Movimiento Comunista Internacional y a través de su organismo generado para el trabajo en el extranjero, el Movimiento Popular Perú, desenmascarando y aplastando al revisionismo, principalmente el nuevo revisionismo bajo membrete “maoísta” y toda convergencia con él; un revisionismo que promueve la capitulación, la conciliación y el oportunismo en las organizaciones del proletariado y presenta el peligro y el obstáculo principal para la reunificación de los comunistas a nivel mundial y el avance de las guerras populares. Sobre la situación internacional, nosotros los firmantes tomamos firme posición sobre los siguientes puntos: El imperialismo se encuentra hoy en su crisis general y última, y la revolución proletaria mundial está en su tercer y ultimo momento, el de la ofensiva estratégica de la revolucion mundial. Rechazamos y condenamos toda convergencia con la tesis revisionista de la LOD en Perú, del llamado “repliegue de la revolución mundial”, tesis que sirve como pretexto para promover la capitulación, el cretinismo parlamentario, los “acuerdos de paz” y las supuestas “alianzas tácticas” con una u otra superpotencia o potencia imperialista, como hemos visto en el caso de la traición revisionista de Prachanda en Nepal y la conciliación que sigue expresándose con ella y con el revisionismo de Avakian dentro del MCI. Nos reafirmamos en que todos los imperialistas y reaccionaros son tigres de papel, y lo que corresponde a los comunistas en cada país es basarse en las inmensas masas de nuestra clase y de los pueblos oprimidos, definir y combatir el enemigo imperialista principal y conjurar la acción de las demás superpotencias y potencias hasta el barrimiento final del imperialismo, la reacción y el revisionismo de la faz de la tierra dentro de los 50-100 años. El nuevo reparto imperialista del mundo ya está en marcha. Las tres superpotencias, el imperialismo yanqui, el imperialismo chino y el imperialismo ruso pugnan por el botín, es decir las naciones oprimidas del tercer mundo, y por la hegemonía mundial. Las demás potencias imperialistas participan en el reparto para proteger y expandir a sus intereses y en su afán de convertirse en superpotencias. Todos los imperialistas se preparan para una nueva guerra mundial directa, que se dará cuando se defina la superioridad estratégica de una de las superpotencias. Frente a esta situación, la tarea urgente de los comunistas es reconstituir o generar sus Partidos para preparar, iniciar y desarrollar la guerra popular en cada país, apuntando a la guerra popular mundial contra la guerra mundial imperialista. Rechazamos y condenamos toda convergencia dentro de nuestras filas con la tesis reaccionaria del “mundo multipolar”, de un supuesto “frente antiimperialista” con superpotencias o potencias imperialistas, presentando a una sola superpotencia como el único enemigo de los pueblos del mundo, como es el caso de quienes plantean como enemigo único a Estados Unidos y no dicen nada sobre el imperialismo ruso y chino. La contradicción entre el imperialismo y las naciones oprimidas sigue siendo la contradicción principal hoy en el mundo, y el tercer mundo es la base de la revolución mundial. Las heroicas guerras populares y luchas armadas bajo la bandera del maoísmo, en Perú, en India, en Filipinas y otros lugares, son la más alta expresión de esta verdad, y por eso es aún más urgente desarrollar la lucha contra el revisionismo, particularmente en los Partidos que dirigen guerra popular. En los países oprimidos los comunistas tienen que unir a todas las clases del pueblo bajo la dirección del proletariado para barrer – con guerra popular - a las tres montañas, el imperialismo, el capitalismo burocrático y el semifeudalismo. En la revolución democrática, el frente único en ciertas condiciones debe incluir a la burguesía media o nacional, pero en ninguna circunstancia el proletariado y el pueblo puede aliarse con la gran burguesía o los terratenientes y sus Estados, que son enemigos y blancos de la revolución. Rechazamos las posiciones que definan algunos gobiernos reaccionarios como “regímenes antiimperialistas”, cuando en realidad son gobiernos de las clases dominantes que utilizan la demagogia “antiimperialista” o “revolucionaria” en sus intentos de reestructurar sus Estados y rescatar al capitalismo burocrático a través del corporativismo y/o el “cambio de amo”, como en el caso del gobierno fascista de Venezuela. Los comunistas apoyamos a todo movimiento de liberación nacional contra el imperialismo, pero rechazamos y condenamos a todo falso movimiento de liberación nacional que, bajo el pretexto de “táctica”, se vende a una u otra superpotencia o potencia como ficha de ajedrez en el nuevo reparto del mundo. En los países imperialistas, la tarea de los comunistas es unir al proletariado y el pueblo, basándose en las masas más hondas y profundas, contra la burguesía y su Estado imperialista, rechazando y condenando la política socialchovinista de unirse con su “propia” burguesía imperialista contra una u otra superpotencia, política que sirve a poner a la clase y el pueblo a la cola de la burguesía, en servicio del nuevo reparto y de la dictadura de la burguesía. Las actuales luchas heroicas y justas de las masas en los países imperialistas, como ahora vemos en Francia, son una expresión contundente de la creciente situación revolucionaria en desarrollo desigual que existe en el mundo, y de la necesidad urgente de dirección proletaria para aplastar los intentos de la reacción de desviar las luchas a través del fascismo y el revisionismo. Corresponde a los comunistas en estos países reconstituir o generar sus Partidos como Partidos marxistas-leninistas-maoístas militarizados para preparar, iniciar y desarrollar la guerra popular y así llevar a cabo la revolución socialista. Como parte de este proceso, movilizar a las masas contra el imperialismo y en apoyo a las guerras populares y luchas armadas de liberación nacional en los países oprimidos, teniendo en cuenta que la forma principal de este apoyo es desenvolver la revolución en su propio país, en las entrañas de la bestia. Todos los imperialistas hoy aplican cada vez más el fascismo en diferentes grados y formas, en combinación con el liberalismo y el revisionismo socialchovinista, para fortalecer la retaguardia en servicio del nuevo reparto. Intensifican la represión, el racismo y la violencia contrarrevolucionaria, y movilizan a sectores del pueblo en formas corporativas; todo como parte de su política para evitar que la explotación intensificada y las guerras imperialistas generen más resistencia y más revolución. Frente a esta situación, los comunistas tienen que rechazar la política revisionista de un supuesto “frente antifascista” con la burguesía o con sus lacayos liberales y revisionistas, la cual sirve como pretexto para ponerse a la cola de la burguesía en defensa de la “democracia” y los “derechos humanos” – en realidad la dictadura de la burguesía. La única forma de combatir al fascismo es bajo la dirección del proletariado y como parte de la lucha contra todo el sistema imperialista de explotación y opresión. Así también, destacamos la necesidad de desarrollar el movimiento femenino proletario, el cual tiene que luchar no solamente contra el patriarcado y movilizar a las mujeres en la revolución, sino también tiene que desenmascarar y combatir al feminismo burgués y pequeño burgués, que sirve a movilizar a las masas femeninas en servicio del imperialismo y la contrarrevolución. Nosotros, los firmantes de esta Declaración, llamamos a la izquierda de todos los Partidos Comunistas y organizaciones revolucionarias en América Latina y en todo el mundo a rechazar la conciliación y librar la implacable lucha de dos líneas – con campañas de rectificación - contra la derecha, contra el revisionismo, principalmente el nuevo revisionismo bajo membrete “maoísta”. Así también todos los Partidos deben tomar posición por la Gran Revolución Cultural Proletaria y aplicar sus lecciones, bombardeando el cuartel general del revisionismo en cada país. Nos reafirmamos en nuestro compromiso de dar la vida por imponer el maoísmo como único mando y guía de la revolución mundial y unir a los comunistas a nivel mundial en torno a una línea general marxista-leninista-maoísta, principalmente maoísta que debe especificarse en cada país, generando la Jefatura de su respectiva revolución. Proceso que no va a ser posible a través de la conciliación, sino solo a través de la lucha. Rechazar la tesis revisionista de que “dos se unen en uno”, enarbolar y aplicar la verdad marxista de “uno se divide en dos”. ¡VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO, PRINCIPALMENTE EL MAOÍSMO, IDEOLOGÍA UNIVERSAL DEL PROLETARIADO INTERNACIONAL! Partido Comunista de Chile Movimiento Popular Perú Diciembre de 2018 |