DEFENDER, ENARBOLAR Y APLICAR
EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO
El Secretariado del Comité de Reconstrucción del Partido Comunista del Ecuador saluda con fervor revolucionario a la Conferencia Internacional de Madrid, convocada por el Movimiento Popular Perú.
En ésta ocasión, nuestra organización ha visto necesario centrar el debate en tres grandes ejes:
Por la defensa de tesis fundamentales del Maoísmo:
-Capitalismo burocrático.-Esta es una de las principales tesis del Presidente Mao Tse Tung como un aporte al estudio de la economía política; tesis desarrollada sobre la base del marxismo-leninismo aplicado a la realidad de un país oprimido, semi-colonial y semi-feudal como China.
En esencia nos plantea que el capitalismo burocrático es un tipo de capitalismo sometido al imperialismo y anclado a la semi-feudalidad, propio de los países donde no triunfó la revolución democrático-burguesa y por ende no se resolvieron el problema nacional y el de la tierra.
Pese a la enorme importancia de esta tesis, existen tendencias que buscan desconocerla y hasta negarla.
Así por ejemplo, algunos sostienen que países como la India y Brasil ya no son semi-coloniales ni semi-feudales, debido a que “producen” armamento pesado en el caso de los primeros y ciertas maquinarias en el caso de los segundos, es decir supuestamente si tienen industria desarrollada. En realidad, la producción de tal o cual armamento o incluso maquinaria de por sí no dirime si en un país se desarrolla el capitalismo burocrático o no, sino la forma, las relaciones y los beneficiarios de esa “producción”.
En el caso de la India, si bien producen armamento pesado e incluso bombas atómicas, lo hacen con maquinaria, tecnología y capitales del imperialismo, sobre todo de Rusia. Es decir, si cambian las condiciones geopolíticas y Rusia decide trasladar su dominación hacia otros países, entonces simplemente salen dichas maquinarias, tecnologías y capitales hacia otro destino. En ambos casos los beneficiarios directos son el imperialismo y las clases dominantes, y de ninguna manera la industria nacional y el pueblo de la India. Lo mismo sucede en Brasil con la “producción” de algunos tipos de maquinaria e implementos similares.
Por otro lado, desde el trotskismo, el hoxhismo y los falsos maoístas plantean que las relaciones salariales en el campo son la prueba fehaciente de que ya no existe la semi-feudalidad. En este punto a los comunistas nos corresponde confrontar contundentemente pues las expresiones de la semi-feudalidad se dan: 1.-Las relaciones salariales en el campo en los países donde se desarrolla el capitalismo burocrático no descansan fundamentalmente sobre una base industrial, sino arcaica (siembra y cosecha manual, arado con el uso de ganado, etc.) y persisten las expresiones de servidumbre como el trabajo “al partir”, de los “arrimados”, etc; 2.-La tierra sigue concentrada en unos cuantos miles de terratenientes, mientras que la gran mayoría de campesinos tienen poca tierra o no la tienen; 3.-La producción artesanal tiene un peso significativo en la economía de los países semi-feudales, producción propia de hace varios siglos atrás, por ejemplo carpinteros, zapateros, cerrajeros, etc.; 4.-En lo ideológico y cultural las expresiones de la semi-feudalidad se expresan en una religiosidad muy arraigada, supersticiones en las masas, machismo, racismo, conservadurismo. Reafirmar esto, pese a que son elementos conocidos, es importante pues la lucha de clases en el frente ideológico contra el imperialismo, las clases dominantes y el revisionismo, es fundamental pues la reacción busca precisamente quebrar esta importante tesis que es la del capitalismo burocrático.
Guerra Popular.-Tras la derrota de la Comuna de París y el triunfo de la Revolución Rusa de Octubre, y sobre la base de la experiencia de la lucha armada revolucionaria en China, Mao Tse Tung sistematizó dichas experiencias y desarrolló la teoría de la Guerra Popular. Durante largo tiempo ha existido una polémica respecto a que la Guerra Popular es aplicable solo a un determinado tipo de países, de igual manera la insurrección armada.
La Guerra Popular es la teoría militar revolucionaria del proletariado, de ahí su necesidad de defenderla en toda su extensión. Algunos como la Línea Oportunista de Izquierda en el Perú creen que la guerra popular es el viejo guerrillerismo errante, sin construir plenamente nuevo poder, sin complementar la lucha armada agraria con el trabajo revolucionario en las ciudades. Otros en cambio, como el PCR de Argentina han llegado al extremo de proponer la “pueblada” como camino para tomar el poder, algo así como los “rosariazos”, “cacerolazos” que derrocaron a De la Rúa, esto es eclecticismo y oportunismo de derecha en grado extremo. De igual manera persisten las posturas insurreccionalistas, por ejemplo Bob Avakian y el PCR-USA. Dicen que la insurrección es la vía para la revolución en los países imperialistas. Es clave debatir este punto pues la insurrección la conciben de manera muy similar al revisionismo hoxhista: como el acto espontáneo de un par de días en un futuro mediato e incierto. Ese planteamiento es oportunismo de derecha que unas veces se compagina con electorerismo y otras veces sin él. Es decir son las dos caras de una misma moneda.
En realidad la insurrección de Octubre de 1917 fue uno de los puntos más altos en el proceso de la revolución rusa y no el único o espontáneo como pretende el revisionismo. La insurrección de Octubre estuvo intercalada por varias insurrecciones previas, una larga e importante guerra de guerrillas y un gran movimiento huelguístico del proletariado. Los camaradas del PCP y otros partidos han planteado el carácter universal de la guerra popular, lógicamente especificando a las condiciones de cada país. Nosotros creemos que eso es correcto. Hay que analizar las experiencias de la lucha en países imperialistas. Por ejemplo, en Francia e Inglaterra, se han desarrollado movimientos de protesta violentos, masivos y relativamente prolongados. ¿Qué pasaría si esos movimientos fueran plenamente direccionados por el Partido Comunista de nuevo tipo, desarrollando a una fase de choques armados y con un programa revolucionario acorde a su situación concreta? Los países imperialistas tienen grandes ciudades rodeadas de barriadas periféricas inmensas: una sola ciudad puede llegar a reunir a 20 millones de personas. En estas condiciones un estallido de las masas pobres sería prácticamente muy difícil de controlar para las fuerzas represivas del Estado que se verían desbordadas. Inclusive en EEUU las condiciones de crisis y pobreza crecientes desatarán movimientos de protesta violentos. En ese país una buena cantidad de la población tiene armas. Creciente pobreza y armas en las manos de la población son ya de por sí peligrosos para la estabilidad de las clases dominantes, si a eso le sumamos el factor dirigente, el Partido Comunista de nuevo tipo, entonces se podría imprimir a los movimientos de protestas en los países imperialistas un contenido revolucionario estratégico. Lógicamente esto no lo harán partidos revisionistas como el PCR-USA y Bob Avakian, quien luego de varias décadas de “organización” lo más radical que ha hecho es dirigir unas cuantas marchas “anti-guerra” en unas pocas ciudades de los EEUU y esperar cómodamente que algún día “estalle la insurrección” y ahí ellos puedan supuestamente “dirigirla”….
Defender la universalidad de la teoría de la Guerra Popular es una tarea revolucionaria de primer orden, lo que implica a su vez confrontar a todas aquellas tesis que bajo diversos nombres como la “pueblada”, el “insurreccionalismo” y otros, buscan en esencia desvirtuar la necesidad de preparar, organizar, desatar y dirigir la lucha armada revolucionaria de las masas.
-Nueva Democracia.-Mao Tse Tung nos plantea que en los países semi-feudales y semi-coloniales es imposible llegar al socialismo inmediatamente, pues el problema nacional y el de la tierra no ha sido resueltos en lo fundamental. De esta manera corresponde atravesar primero la etapa democrática de la revolución bajo dirección proletaria.
En este punto, muchos partidos revisionistas han tratado deliberadamente de desviar este planteamiento hacia posiciones oportunistas de derecha.
Es el caso del Partido Comunista de Nepal Unificado “Maoísta”, el mismo que desarticuló la Guerra Popular y pasó a co-gobernar sin haber expulsado la dominación imperialista ni haber derrocado a las clases dominantes, pero aún han planteado la “democracia multipartidista” para encubrir su colaboracionismo con los enemigos de clase.
Al respecto vale recalcar que los acuerdos de paz pueden ser correctos únicamente en las condiciones que plantearon Lenin y Mao Tse Tung en cada revolución respectivamente: sin dejar dos elementos básicos esto es el Nuevo Poder y la fuerza armada revolucionaria. Caso contrario los acuerdos de paz se convierten en la tumba del proceso revolucionario. Por otro lado, la “democracia multipartidista” planteada por Prachanda en un engendro ultra-reaccionario pues en modo alguno puede compararse con la Junta Consultiva del Pueblo Chino que realizó el PCCH bajo dirección de Mao Tse Tung ya que en ella no pudieron participar elementos provenientes de las clases reaccionarias derrocadas.
Otro punto sobre la Nueva Democracia que hay que reafirmar es que esta etapa de la revolución comienza a desarrollarse desde el mismo momento que inicia la Guerra Popular. Es decir, debemos concebir la Revolución de Nueva Democracia con la construcción de las Bases de Apoyo como concreción del Nuevo Poder en desarrollo a medida que va siendo destruido el viejo Estado, hasta culminar con la conquista del poder en todo el país y establecer la República Popular. En este punto nuestro Partido antes tenía un error conceptual, pues concebíamos que la revolución de Nueva Democracia recién se daría con la toma del poder en todo el país y no en el mismo transcurso de la construcción del Nuevo Poder en las Bases de Apoyo Revolucionarias. Por tales razones y para organizar al movimiento de masas con una bandera de lucha estratégica es una tarea de primer orden el que los Partidos y Organizaciones Comunistas Marxistas-Leninistas-Maoístas de los países oprimidos tengan el programa democrático de nuevo tipo y lo distribuyan masivamente, que se convierta en poderosa herramienta de debate, organización y movilización de las masas rumbo al inicio y desarrollo de la Guerra Popular.
De igual manera hay que reafirmar la tesis del capitalismo burocrático para entender la etapa de la revolución democrática de nuevo tipo, pues caso contrario se puede caer en las traiciones más aberrantes muy similares a las del revisionismo hoxhista en América Latina. Esto es confundir a la burguesía burocrática con la mediana burguesía y creer que se puede “hacer la revolución” desde gobiernos reformistas y hasta fascistas. En este punto merece el mayor rechazo con profundo odio de clase el miserable perro rastrero Echazú y su partiducho el PC-MLM- de Bolivia. No se puede permitir que a nombre del Maoísmo practiquen un descarado colaboracionismo de clase. Si quieren hacerlo, pues que lo hagan es su problema, pero que no lo hagan a nombre el Marxismo-Leninismo-Maoísmo, sino del Jrushovismo, Hoxhismo o Trotskismo que ahí si muy justificado sería su accionar revisionista.
Por la defensa y apoyo internacionalista a las Guerras Populares
El apoyo a las Guerras Populares que se desarrollan en el mundo es un deber de los comunistas y revolucionarios. Sin embargo la forma de hacerlo y los propósitos varían según el grado de calificación ideológica de quienes levantan dicho apoyo. Así, vemos como existen algunos errores que planteamos deben ser corregidos:
1.-Contraponer unas guerras populares a otras.-Este es un serio error. Consiste en hacer una contraposición mecánica y hasta en determinados momentos oportunista de una Guerra Popular que tiene mayores éxitos frente a la cual tiene derrotas transitorias.
Así por ejemplo, cuando la Guerra Popular en el Perú iba en ascenso, todos confluyeron hacia allá. Luego vino el recodo de 1992 y el inicio de la GP en Nepal. Algunos dejaron a un lado la GP del Perú y se “volcaron” a apoyar casi exclusivamente a la GP-Nepal. Posteriormente se fundó el PCI (Maoísta) y la GP en la India tuvo un repunte importante; pero justo por esos años viene revisionismo prachandista en Nepal. Entonces, algunos dejaron de hablar de la GP-Nepal y se dedican solo a ver la GP en la India. De la GP en Filipinas y Turquía inclusive por las limitaciones geográficas y de idioma casi ni siquiera se habla. ¿Todo esto es correcto? De ninguna manera, pues en una postura oportunista “colgarse” de la GP que en determinado momento va en ascenso desconociendo o menospreciando los aportes históricos y actuales que toda guerra popular con sus avances, retrocesos y desniveles, aporta a la revolución proletaria mundial.
Nuestro Partido ha tratado en todo momento de levantar un apoyo conjunto a las Guerras Populares del Perú, la India, Filipinas y Turquía, procurando extraer las lecciones positivas y negativas de cada una de ellas, tanto para el MCI como para nuestro propio proceso de preparación e inicio de la Guerra Popular en Ecuador.
2.-Combatir a las Líneas Oportunistas de Derecha y de “Izquierdas”.-Para el inicio y desarrollo de las Guerras Populares existen dos peligros: el oportunismo de derecha y el oportunismo de izquierda que son en realidad dos caras de una misma moneda.
Una importante franja de Partidos y Organizaciones Maoístas en todo el mundo venimos preparando las condiciones para iniciar la Guerra Popular en nuestros respectivos países. Es clave definir acertadamente el momento y organizarlo científicamente, pues caso contrario podemos incurrir en serios errores y desviaciones. Plantear no iniciar la Guerra Popular por no tener absolutamente todas las condiciones óptimas, encubriendo esto bajo distintos pretextos y sin definir una aproximación del inicio de la GP, es Oportunismo de Derecha. Plantear iniciar la GP sin un desarrollo mínimo de condiciones subjetivas que hagan avanzar la situación revolucionaria estacionaria a situación revolucionaria en desarrollo, es en cambio, aventurerismo, lo que engendra inevitablemente Oportunismo de Izquierda. Otro escenario que puede ocurrir es que la reacción agudice al máximo la lucha de clases por ejemplo con masacres y represión abierta, situación en la que será necesario el repliegue armado como ocurrió con la Cosecha de Otoño en 1927 en China. En todo caso, si los Maoístas podemos definir el inicio de la GP debe ser en el momento preciso (ascenso sostenido de la lucha de masas, Partido Comunista de nuevo tipo con un considerable número de cuadros, pugnas y dispersión en las clases dominantes, entre otras), pero a la vez estar preparados para el repliegue armado cuando las condiciones de la lucha de clases así lo planteen.
El Oportunismo de Derecha y el de “Izquierda”, ambas posturas llevan a la derrota de la GP y por ende deben ser combatidas. Para comprender esto es importante estudiar a fondo el inicio de la GP en todos aquellos países que existe o existió y extraer lecciones.
Por otro lado, una vez iniciada la GP, también existe el riesgo objetivo de que aparezcan líneas oportunistas de derecha e izquierda. Por ejemplo, la LOD y LOI en el Perú, desde distintos “argumentos” pero con los mismos fines: apagar la Guerra Popular. En Nepal, se dio una LOD extraordinariamente revisionista que desmontó la GP a cambio de la inserción en el viejo Estado.
En la India, la GP con la unificación del PCI (Maoísta) mantiene, en lo fundamental, el rumbo. De la GP en Turquía se tiene muy poca información debido a la distancia geográfica y el idioma. Proponemos a los camaradas de ésta conferencia buscar los medios para que se pueda dotar de noticias y reportes de la GP en ese país para poder levantar una mayor campaña de apoyo y también para extraer lecciones del proceso.
Un caso que nuestro Partido denuncia con preocupación es en torno a la GP en Filipinas. Si bien tienen algunos avances militares, pero en lo que respecta a las relaciones internacionales, los camaradas filipinos dan muestras de un eclecticismo complejo. En repetidas ocasiones asisten a foros y eventos de partidos revisionistas vinculados a la CIPOML hoxhista. Por ejemplo, en el Ecuador, representantes del Frente Democrático Nacional de Filipinas asisten a los eventos convocados por el MPD-PCMLE, cuando éste partido revisionista es conocido en nuestro país por su profundo anti-comunismo y anti-maoísmo. Sus publicaciones y accionar político son serviles a las clases dominantes y buscan impedir el proceso revolucionario en el Ecuador. En estas condiciones, los camaradas y compañeros filipinos deberían reflexionar seriamente sobre cuales son los objetivos y fines de tales relaciones internacionales con el revisionismo hoxhista, que no le hacen ningún bien al desarrollo del MCI. Desde hace años, el revisionismo hoxhista de la CIPOML ha buscado hacer de Ecuador su feudo para el parlamentarismo y la colaboración de clases como lo hicieron con Lucio Gutiérrez, luego Rafael Correa y ahora apoyando a la sub-facción de la burguesía burocrática de Alberto Acosta. La CIPOML hoxhista ha servido activamente al revisionismo cubano, engendro del revisionismo soviético; ha servido para posicionar a gobiernos contra-revolucionarios como el de Hugo Chávez, Evo Morales, Ortega y otros; son sirvientes del farianismo, el sandinismo y buscan imponer el cretinismo parlamentario en los países donde tienen expresiones organizativas. Todo esto lo planteamos para que se tenga plena conciencia del riesgo de tales relaciones internacionales entre camaradas filipinos y revisionistas hoxhistas ecuatorianos.
En el combate al Oportunismo de Derecha e Izquierda en medio del desarrollo de la GP en el Perú, corresponde al MCI contribuir a afirmar a la Línea Roja del PCP que desde distintas bases y estructuras continúa en pie. En este sentido, no caben las medias tintas, los centristas, los que dicen “apoyamos a la GP en el Perú pero ahora ya no existe”, o “fue importante pero dejó de serlo” y a aquellos que directa o indirectamente concilian con los ataques rastreros de reaccionarios como Luis Arce Borja, Ariel Colmenares y otros sujetos de triste reputación revisionista.
Cuando nuestro Partido decidió elaborar y publicar el documento “Derrotero de la Guerra Popular en el Perú”, pese a lo limitado de los datos existentes, había lo principal: la decisión política de defender la GP en el Perú, con victorias y derrotas, con avances y retroceso, conscientes de la trascendencia histórica de este proceso y de que la reacción busca precisamente aplastarlo para generar confusión y derrotismo entre los comunistas, revolucionarios y el proletariado internacional. Parte de ésta tarea es defender al Presidente Gonzalo y sus grandes aportes al MLM.
La situación de los Maoístas en Ecuador
Culminamos ésta ponencia explicando a breves rasgos la situación de nuestro Partido.
En Ecuador, poco a poco, en apreciables franjas de las masas pobres, comienza a afirmarse una tendencia revolucionaria hacia el Maoísmo. Esto es el resultado de un importante trabajo desplegado por nosotros y otros partidos y organizaciones que con diversos matices y contradicciones, levantan también el MLM. Antes en algunas zonas del país el revisionismo era casi la única voz desde la “izquierda” en el movimiento de masas, mientras que ahora las tesis maoístas llegan a estudiantes, campesinos, pobladores pobres, pequeños comerciantes y obreros.
El programa democrático de nuevo tipo aplicado a la realidad de nuestro país ha permitido generar debate y organización en comunidades campesinas, federaciones estudiantiles y otros sectores. Podemos afirmar que el gobierno fascista y corporativista de Correa no tiene sino una sola oposición estratégica seria en el país, esto es la oposición clasista que levantamos los Maoístas en conjunto, independientemente de la fracción comunista a la que pertenezcamos.
El revisionismo hoxhista, trotskista y los viejos jrushovistas comienzan a ser derrotados ideológica y políticamente, aunque tan solo sea en una u otra provincia, pero va marcando la tendencia principal en adelante.
Estamos conscientes que el trecho recorrido es pequeño todavía, pero importante y alentador. Los partidos comunistas y organizaciones revolucionarias cuentan en el PCE en reconstrucción con un destacamento del proletariado revolucionario internacional que se prepara para desatar la GP en el Ecuador, para combatir internamente cualquier desviación oportunista de derecha e izquierda. La clase obrera y el pueblo del Ecuador cuentan en nosotros con una organización que si bien es pequeña estructuralmente debido al poco tiempo de existencia, es firme, sólida y trabaja día a día por llegar a más sectores, por organizar al pueblo, por afirmarse en la línea ideológica correcta, en definitiva por cumplir su papel histórico.
Ecuador se acerca a una etapa de la lucha de clases en la que el Maoísmo pasa a ser la tendencia revolucionaria principal y por ende comienzan a surgir diversos partidos y organizaciones que levantan el MLM, en que hay una tendencia dentro de la intelectualidad por la defensa de tesis científicas como la del capitalismo burocrático para analizar nuestra propia realidad. Los Maoístas trabajamos por la unidad de todas las organizaciones que levantan lo fundamental del marxismo revolucionario en un solo Partido Comunista de nuevo tipo. La tarea es difícil y larga, pero el camino ya anuncia un futuro brillante.
Desde nuestra trinchera de lucha, decimos con fervor revolucionario:
VIVA LA CONFERENCIA INTERNACIONAL DE MADRID
COMBATIR AL IMPERIALISMO, LA REACCIÓN Y EL REVISIONISMO INDESLIGABLE E IMPLACABLEMENTE.
EL SIGLO XXI ES EL SIGLO DE LAS GUERRAS POPULARES EN TODO EL ORBE
VIVA EL MARXISMO-LENINISMO-MAOÍSMO
Saludos de clase.
Secretariado
Comité de Reconstrucción
Partido Comunista del Ecuador
07/10/2011