Intervención del MAI en la Conferencia de Madrid
Desde el Movimiento Anti-Imperialista (MAI) enviamos un saludo fraternal a la Conferencia Internacional de Madrid, a sus organizadores, el Movimiento Popular Perú (MPP) y al Comité de reconstrucción del Partido Comunista de Ecuador, al Partido Comunista del Perú (PCP) y a los asistentes a la conferencia. Dada la agudización de la Lucha de Dos Líneas en el Movimiento Comunista Internacional (MCI), especialmente en el campo MLM, consideramos estas conferencias anuales una oportunidad para el posicionamiento y la clarificación ideológica de las organizaciones revolucionarias.
Por otra parte, el reagrupamiento de Partidos Comunistas y organizaciones revolucionarias desde la Lucha de Dos Líneas es especialmente importante para el avance de la revolución, tanto a nivel nacional como internacional. Por ello, el posicionamiento en torno a los puntos de debate propuestos es importante.
En primer lugar, nos reafirmamos en la oposición a las negociaciones y acuerdos de paz con estados reaccionarios. Los acuerdos de paz solo sirven para detener procesos revolucionarios garantizando la pervivencia del estado reaccionario y, por tanto, destruyendo toda perspectiva de triunfo del proletariado revolucionario. Así ha sucedido en Nepal, donde la república surgida tras la liquidación de la Guerra Popular (GP) sigue siendo un eslabón más de la cadena imperialista. Igualmente, los camaradas naxalitas se enfrentan a los cantos de sirena de las negociaciones que solo conducirían a la desaparición de la GP que desarrollan.
Precisamente, desde el MAI defendemos la universalidad de la GP en la medida que es la línea militar del proletariado. Mediante GP se fortalece la línea de masas del Partido Comunista (PC) y permite a las masas revolucionarias construir su dictadura de clase. Para ello es necesaria la construcción de un ejército popular revolucionario dirigido por el PC. La vinculación entre Partido, Ejército y Frente es una de las más importantes aportaciones del PCP a la ideología revolucionaria, la construcción concéntrica de las herramientas de la revolución no solo ordena coherentemente los medios y el objetivo inmediato de la revolución, la toma del poder, sino que construye al mismo tiempo el Estado-Comuna que permitirá el paso al Comunismo.
Para realizar todas sus importantes aportaciones y elevar el Pensamiento Mao Tse Tung a la categoría de Maoísmo, el PCP dirigido por el presidente Gonzalo realizó un esfuerzo de síntesis de la experiencia china y de otros lugares. Este gran esfuerzo permitió la pervivencia de la línea revolucionaria en un momento en que la revolución china era liquidada y la Revolución Proletaria Mundial (RPM) empezaba a experimentar el reflujo del que todavía no se ha repuesto. La importancia de la obra del PCP va más allá, pues sin ella sería muy difícil la existencia de las GPs que hoy en día continúan. A pesar de todo ello, no fue suficiente para evitar el proceso de reflujo generalizado que indicábamos más arriba, si bien lo aplazó, hecho que no pude ser minimizado. A pesar de los esfuerzos de varios Partidos Comunistas que han conseguido poner en marcha GPs, la facilidad con que o bien han sido liquidadas o son incapaces de pasar de la fase de equilibrio estratégico nos lleva a pensar en limitaciones del maoísmo, que se ven reforzadas al comprobar la facilidad con que el revisionismo se ha emboscado en los ropajes maoístas y la fragmentación de este en una derecha, centro e izquierda cada vez más diferenciados. Todo esto hace inviable al maoísmo, tal y como existe hoy, como garantía revolucionaria frente al revisionismo. Ejemplos claros son la desviación del frente único y la dictadura conjunta, elementos fundamentales del maoísmo, hacía el cretinismo parlamentario por parte de organizaciones maoístas o la deriva oportunista del MRI. Por ello, saludamos especialmente el balance de aplicación del maoísmo que proponen los camaradas del MPP, pero lo consideramos insuficiente. Como venimos señalando desde hace años, el MAI cree imprescindible ir más allá, se impone la necesidad de un balance integral de todo el Ciclo de Octubre, porque creemos que los condicionantes históricos necesarios de la ideología revolucionaria son más profundos y que el maoísmo los hereda y desarrolla para bien y para mal.
En este sentido, aunque el MAI defiende un balance de la experiencia revolucionaria sin apriorismos y desde los principios revolucionarios, esto no significa hacer tabla rasa de todas las corrientes dentro del MCI, poniéndolas al mismo nivel e ignorando los aportes que cada una ha hecho a la revolución. Como ya hemos señalado más veces, el maoísmo representa el punto más alto que alcanzó la revolución en el siglo XX, la corriente que más lejos llegó en la praxis revolucionaria y por ello se debe prestar especial atención a toda su experiencia revolucionaria. Por ello, al hablar de la importancia del maoísmo, no podemos dejar de señalar la ofensiva antimaoísta que se ha desatado, al menos en el Estado Español, por parte del revisionismo. Para nosotros los ataques de la derecha del MCI al maoísmo son ataques de lo atrasado a lo avanzado que buscan encerrar la revolución en una mezcla de folclore y dogmatismo.
A pesar de todo esto, no podemos estar de acuerdo con el maoísmo como mando único y guía de la RPM, porque su fragmentación actual impide tomar el maoísmo como tal. Si bien consideramos que la izquierda maoísta recoge los principales aportes correctos del maoísmo. Por otra parte, ya hemos señalado nuestro desacuerdo con la tesis de la jefatura y la reconstitución de partidos militarizados. Sobre la primera, consideramos que sobrevalora la importancia del individuo en la historia frente a la lucha de clases. Si bien somos conscientes del papel de las personas concretas en el proceso revolucionario, de lo que se trata es de construir un núcleo cohesionado de jefes que luche por elevar hacia su posición a las masas, la existencia de un pensamiento guía creemos que dificulta la Lucha de Dos Líneas en corazón del Partido al existir una persona garante de la línea revolucionaria. Sobre la reconstitución de partidos militarizados, creemos que lo coherente con el marxismo es que la militarización se lleve a cabo después de la constitución del partido, asegurando así que sea la política la que dirige el fusil y evitando que el proceso de constitución (o reconstitución) descarrile hacia el militarismo o el terrorismo, lo cual no supone que las problemáticas militares no sean tenidas en cuenta desde el principio porque el partido se construye para la GP.
Por lo que respecta a la responsabilidad de los comunistas frente a la creciente situación revolucionaria, la respuesta de las masas hondas está marcada por la discontinuidad entre su carácter espontáneo y desorganizado y la naturaleza de las tareas que enfrenta la vanguardia. La responsabilidad de la vanguardia pasa por crear un referente revolucionario independiente de las luchas espontaneas, que se dirija a la base social de estas luchas y las revolucione para generar Nuevo Poder. La labor inmediata de la vanguardia para la creación de dicho referente es el Balance del Ciclo de Octubre, la reconstitución ideológica cuyo fruto permitirá edificar dicho referente revolucionario entre las masas. Sin esta tarea, la situación objetiva puede seguir mejorando, pero la vanguardia seguirá siendo impotente. Esperamos que la presente conferencia permita avanzar a la línea revolucionaria dentro del MCI y a la reconstitución ideológica y política del comunismo.
Movimiento Anti-Imperialista
Estado Español, octubre de 2013