Los prisioneros de guerra de las luminosas trincheras de combate El Frontón, Lurigancho and Callao estamparon con su gesta el día de la heroicidad que quedará indeleble en los anales de la historia de la Revolución Proletaria Mundial. En ese entonces, junio de 1986, el imperialismo, el gobierno fascista y corporativo de Alan García y toda la reacción embarrados hasta el cogote en su macabra alianza soñaron con dar un golpe demoledor a la guerra popular; pensaron que con el exterminio de los prisioneros de guerra, la guerra popular no iba a ser capaz de levantarse, soñaron con una rendición masiva y con que lograrían hacer hincar de rodillas a los prisioneros de guerra, incluso con doblegarlos y hacerles renegar de su convicción comunista. Lejos de ello lo que pasó fue lo contrario, el mundo fue testigo del más hermoso canto de rebelión conciente, de desinterés absoluto y de reto a la muerte que prisioneros de guerra hayan dado como respuesta a la demencial crueldad de las fuerzas armadas y policiales haya perpetrado en toda la historia de América entera.

El punto crucial para el entendimiento del significado del 19 de junio radica en la importancia de mantener a toda costa la moral de la clase en alto, es decir la convicción de los alzados en armas, de quienes levantan las banderas de la revolución, de mantener las banderas de la rebelión hasta el final sin arriarlas cueste lo que cueste. Podrán derrotarnos en muchas batallas, podrán incluso haber grandes derrotas, pero jamás perder la moral del triunfo definitivo del comunismo, el camino es sinuoso pero la pespectiva es brillante, pues lo que hay que ver es el desarrollo histórico y su perspectiva. Debemos tener presente que hasta ahora ni la ideología del proletariado ni la guerra popular han sido vencidas, de allí que se dice; "la invicta ideología del proletariado", la "invencible guerra popular". La propia reacción reconoce que los comunistas nunca han perdido una guerra cuando se han ceñido a sus principios. Por eso es importante entender lo que significa la moral de la clase: significa la convicción de que el futuro es comunista y que la lucha que se libra en las propias entrañas del viejo mundo se lleva adelante por las mujeres y los hombres nuevos que se rebelan ante el viejo sistema, y que son los mejores hijos del pueblo porque precisamente éstos han comprendido la necesidad de bregar para enterrar la vieja sociedad, la necesidad de organizar a las masas porque si no se organiza a las masas en base a la construcción idiológica y política, que da el Partido del proletariado, el Partido Comunista, con los métodos y estilo del proletariado y creando las formas de lucha y organización que sean necesarias para desenvolver la guerra popular mundial, no será posible pensar siquiera en el derrocamiento del imperialismo ni menos en el establecimiento de la dictadura del proletariado a nivel mundial y por tanto no se podrá llevar hasta su conclusión la extinción de las clases y con ello del Estado, los partidos y los ejércitos.

Ese es el contenido central del porqué los combatientes de las luminosas trincheras de combate siguen ganando victorias después de la muerte, porque son un clarín victorioso que sigue convocando a las masas a la rebelión con la seguridad y la convicción de que pase lo que pase el comunismo se impondrá como una necesidad de la misma materia, esa es la moral de la clase que no puede ser mellada hasta ahora, porque los comunistas entienden que la idelogía puede ser quebrantada pero no negada, jamás a un combatiente armado con la luz del marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo le podrán arrancar la traición de sus neuronas, porque realmente ha encarnado los principios del marxismo. No importa cuantos líderes caigan pero la moral de la clase es más importante que cualquier resultado pasajero, pues está en juego la revolución mundial. Lo otro es revisionismo es decir acomodar el interés personal pasajero, el revisionismo es capitulación.

Por eso cuando los prisioneros de guerra de las lumiosas trincheras de combate entregaron sus vidas combatiendo, regaron con su sangre la revolución y fructificaron a ésta a tal punto que luego de ello se dió una mayor incorporación de las masas a la guerra popular, se logró dar grandes saltos en el desarrollo de ésta: el Congreso, Los Comites Populares Abiertos, el Equilibrio Estratégico, y no termina allí, sus victorias despues de la muerte conitinuarán imperecederamente, pues su sangre está soldada con el propio desarrollo de la materia.

Los prisioneros de guerra siguen ganando batallas después de la muerte.
El genocidio contra las masas desarmadas es inherente y sustancial en toda estrategia contrasubversiva, el escarmiento y el terror está dirigido a aniquilar dirección y separar a los revolucionarios de las masas. Por eso, cuando la revolución está en momentos de avance la reacción se apura en contrapesar cobardemente sus derrotas contra las masas desarmadas y pone en marcha genocidios contra los presos políticos y prisioneros de guerra. El imperialismo y todos los reaccionarios piensan que, con ríos de sangre se puede ahogar la revolución. La reacción apunta a aniquilar dirección no sólo a exterminar a los dirigentes y combatientes más consecuentes sino que apunta a mellar la moral de la clase.

Los prisioneros de guerra están aplastando también a la linea oportunista de derecha
Con su gesta los prisioneros de guerra han estampado también un siemprevivo y certero aplastamiento a todos los revisionistas que como la línea oportunista de derecha (LOD) han intentado vender la revolución por un plato de lentejas, por eso la celebración del día de la heroicidad tiene también un sentido concreto, es un combate contra la LOD, contra la capitulación, contra el revisionismo, y por ende un combate contra todas las convergencias, como es el caso por ejemplo la convergencia que significa el dudar de la jefatura del Partido y la revolución, el Presidente Gonzalo, que lleva a descentrar de la tarea principal de imponer el maoísmo como mando y guía de la revolución mundial, que tiene el mismo sentido mellar la moral de la clase, para tratar de conjurar la Nueva Gran Ola de la Revolución Proletaria Mundial a la cual estamos entrando hoy. Pero en este caso como en otros, junto con todos los combatientes que han regado con su sangre la revolución la línea roja saldrá adelante y para con ello dar el salto orgánico que la revolución requiere.

Los presos políticos y prisioneros de guerra continúan luchando en condiciones infrahumanas desde las mazmorras de la reacción convirtiéndolas en luminosas trincheras de combate en y para la guerra popular.
Ultimamente se ven claras muestras de que el imperialismo, la reacción y el revisionismo ante el avance incontenible de la guerra popular tratan de crear condiciones para aplicar su protervo plan de asesinar al Presidente Gonzalo. Por lo que: ² denunciamos el siniestro plan de aniquilamiento en marcha de nuestro jefe, de dirigentes, cuadros y militantes, combatientes, y masas, quienes se mantienen firmes e inquebrantables como prisioneros de guerra en persistir y proseguir el camino, el único camino de la Guerra Popular; presos políticos y prisioneros de Guerra, principalmente estos últimos condenados en cárceles fascistas infrahumanas de muerte lenta, mismas congeladoras humanas, que son peores que los campos de concentración del fascismo alemán. Les decimos que todo lo que han hecho y siguen haciendo, todo el bárbaro y salvaje genocidio ejecutado por siniestros criminales carniceros y torturadores militares y policías no quedará impune".

El Presidente Gonzalo y su todopoderoso pensamiento es luz inmarcesible que continúa luchando inquebrantablemente desde la más alta trinchera de combate.

Para terminar hacemos un llamado al proletariado internacional y a los pueblos del mundo a tensar toda las fuerzas para tomar pasos concretos que lleven a potenciar la defensa de la vida del más grande marxista-leninista-maoísta viviente sobre la faz de la tierra, el Presidente Gonzalo.