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¡Proletarios de todos los países, unios! ¡Yankee go home! El imperialismo yanqui, hegemonista único y gendarme principal de la contrarrevolución mundial libra una vil y siniestra agresión bélica contra Iraq, éste hecho militar es para concretar un hecho político, es decir un nuevo orden de acuerdo a sus intereses de clase, para ello tiene problemas con sus “aliados”, lo que está en contienda es cómo se van a repartir el mundo. Esto muestra que el imperialismo yanqui es un gigante con pies de barro que no puede avanzar sino en colusión y pugna con las otras potencias imperialistas, porque estas también pugnan por sus intereses reaccionarios. Así se desarrolla la disputa imperialista y el botín a repartir somos nosotros, las naciones oprimidas como Iraq. El montaje y los preparativos del imperialismo yanqui para “justificar” su invasión por “el desarme”, con todos sus patrañas no ha engañado a nadie y han sido puestas al descubierto cada vez que lo han intentado como su falsificación de “pruebas” (ejemplo el informe de la CIA sobre el uranio de África); todos los tratos diplomáticos, las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, etc.; nada de lo que ha hecho ha podido engañar a la opinión publica mundial, todo muestra el verdadero carácter de esta guerra injusta, de esta guerra de agresión imperialista contra una nación oprimida del Tercer Mundo. Sadam Hussein y otros de su calaña han sido impuestos por el mismo imperialismo, la demagogia de “democracia” solamente la usan como pretexto para su agresión y su disputa imperialista y tiene que ser desenmascarada. Las quejas de las otras potencias imperialistas, como Alemania, China, Francia, Rusia y algunas otras potencias europeas menores, no tienen nada que ver con su “amor a la paz”, su “preferencia de una salida pacífica”; su oposición a la agresión yanqui está basada en su disconformidad con el plan del imperialismo yanqui de ser él quien reparta el botín. En otras palabras, porque saben que el imperialismo yanqui busca imponer mediante la guerra su nuevo orden mundial contra ellos. Su apelación al “derecho internacional” es para resguardar sus propios intereses como potencias imperialistas y no tiene nada que ver con el respeto de la soberanía nacional - como prueba de su actitud hipócrita está el papel de Francia en África. El desarrollo de la guerra no depende de la “invencible potencia militar norteamericana sustentada en la más alta y moderna tecnología”, que solamente es otra forma de afirmar que “las armas son el factor decisivo en la guerra”; pese a todas las manipulaciones quedó demostrada palmariamente su falsedad, una vez más, en la guerra del Golfo (la del viejo Bush); el factor decisivo en la guerra es el hombre, no las armas. Así, el problema no está en la falta de armamento moderno de las fuerzas de Iraq, sino el la trasnochada ideología de sus lideres, en las limitaciones de clase de Sadam Hussein, pero aún así el pueblo árabe luchará como siempre lo ha hecho y el imperialismo no importa cuantos genocidios cometa nunca conocerá paz: solamente van a generar nuevos millones de combatientes de la revolución proletaria mundial. El actual orden mundial está siendo puesto en cuestión bélicamente, como dijo Bush en su campaña electoral en el 2000: “hay que acabar con el status quo actual”, el punto es cómo se va a distribuir el mundo. Si vemos en el momento actual las fuerzas de la revolución y las de la contrarrevolución, la situación se presenta así: el proletariado hoy está bregando para conquistar el Poder y el imperialismo pretende repartir el mundo y dar a cada “aliado” su porción y estos no están de acuerdo, ellos también quieren decidir. Lo que apunta el imperialismo es a llevar adelante su repartija pero no desea que se geste un movimiento anti-imperialista, más aún que lo dirija el maoísmo y, mucho más, que un Partido Comunista lo asuma, eso en el desarrollo de la situación mundial sería un revés en el mediano plazo para el imperialismo, esa es la tarea a la que tenemos que servir. La única forma de acabar con el imperialismo es desarrollar guerra popular en todos los países, bajo el mando y guía de la ideología del proletariado internacional, el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el maoísmo, que tiene que ser aplicada a las condiciones concretas de cada país, para ello el problema vital es impulsar el proceso de reconstitución de los Partidos Comunistas para que asuman la dirección de la revolución y para que en su seno, en medio de la lucha por la aplicación del maoísmo, se genere un pensamiento guía y una jefatura como indispensable garantía de triunfo. Así, los marxistas-leninistas-maoístas, pensamiento gonzalo nos refirmamos en lo establecido por el Presidente Mao Tsetung: “Somos partidarios de la abolición de la guerra; no deseamos la guerra. Pero la guerra sólo se puede abolir mediante la guerra. Para acabar con los fusiles, se debe empuñar el fusil.” La guerra popular que arde victoriosa y pujante en el Perú, como antorcha de la revolución proletaria mundial, dirigida por el Partido Comunista del Perú (PCP) bajo la jefatura del Presidente Gonzalo, demuestra contundentemente la validez universal y la invencibilidad de la guerra popular. Las guerras populares en Nepal y Turquía que siguen el camino abierto por el PCP; las luchas armadas revolucionarias en India; las incesantes luchas de liberación nacional en Palestina, Chechenia para solo nombrar dos ejemplos; los masivos movimientos del campesinado en los países oprimidos; el creciente lucha del proletariado en los países imperialistas; son confirmación innegable de que ha comenzado a desarrollarse una nueva gran ola de la revolución proletaria mundial. Cada persona, grupo, organización o movimiento que desee combatir la agresión imperialista, tiene que rechazar y condenar las maniobras del revisionismo y del oportunismo de desviar la lucha anti-imperialista por caminos pacifistas o con llamados como “que la ONU actue”, que solamente sirven a ponerse a la cola de otros intereses imperialistas. Denunciamos ante el proletariado internacional y los pueblos del mundo el plan del imperialismo de atacar a los Partidos Comunistas y las Organizaciones Revolucionarias para aplastar la agitación y propaganda anti-imperialista, apuntando principalmente contra dirigentes montando todo tipo de patrañas usando traidores y infiltrados, en su vano afán por conjurar que se geste un movimiento anti-imperialista dirigido por la clase y su Partido. Es indispensable mantener en alto la vigilancia y aplastar esta ola represiva en marcha desarrollando masivamente nuestra labor revolucionaria con el internacionalismo proletario al tope. Las naciones oprimidas expresan su condena y su rechazo a la agresión del imperialismo, en diversas partes del mundo, en todos los continentes el proletariado y las masas se enfrentan a esta agresión y eso permite la formación de un movimiento anti-imperialista, lo que corresponde, repetimos una vez más, es que los Partidos Comunistas asuman y sirvan a la construcción del mismo porque la lucha contra el imperialismo se va a ampliar cada vez más, las consecuencias del reparto del mundo va a llevar a un genocidio de hambre y miseria, explotación inmisericorde a los pueblos del mundo, masas que se rebelarán ante tanta explotación y miseria. El imperialismo no puede escapar a su ley de generar disturbios para fracasar y volver a generar disturbios para volver a fracasar y esto es lo que sucederá, lo que va a permitir formar un movimiento anti-imperialista dirigido por Partidos Comunistas, sólo así la clase, el pueblo y las masas podrán enfrentar correctamente y harán fracasar los planes del enemigo. La ofensiva contrarrevolucionaria será derrotada inevitablemente y firmemente basados en el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, estamos seguros y convencidos del triunfo de la revolución proletaria mundial, de la marcha irrefrenable de la humanidad al comunismo y de la trascendencia de la victoria de la revolución peruana; asumimos con gran decisión de servir cada vez más a la conquista del Poder en todo el Perú y combatir denodada e indoblegablemente por el triunfo cabal y completo del nuevo orden social, el socialismo hasta el comunismo.
¡VIVA EL PRESIDENTE GONZALO!
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