¡Proletarios de todos los países, uníos! ¡VIVA EL NATALICIO DEL PRESIDENTE MAO TSE-TUNG!
Con ocasión de la celebración del natalicio del Presidente Mao Tsetung y el pasado 3 de diciembre, el natalicio del Presidente Gonzalo y el día del Ejército Popular de Liberación, el Movimiento Popular Perú, organismo generado del Partido Comunista del Perú, se reafirma en su saludo y sujeción firme, voluntaria, consciente e incondicional a nuestra Jefatura el Presidente Gonzalo, centro de unificación partidaria y garantía de triunfo hasta el comunismo; al Partido y todo su sistema de dirección; al I Congreso, la Base de Unidad Partidaria, al III Pleno del Comité Central y el magistral Discurso del Presidente Gonzalo. Así también, dirigimos nuestros calurosos saludos comunistas a todos los comunistas y revolucionarios del mundo, que hoy luchan por firmemente asumir el maoísmo y aplicarlo a las condiciones concretas de cada revolución en lucha implacable y constante contra el revisionismo dentro y fuera de nuestras filas para poder preparar, iniciar y desarrollar la guerra popular en cada país. La experiencia del Movimiento Comunista Internacional durante las últimas décadas confirma que es necesario insistir en la validez universal de la guerra popular como la línea militar del proletariado internacional; su “teoría y práctica militar de validez universal, por tanto, aplicable en todas partes según las condiciones concretas” (Entrevista con el Presidente Gonzalo). El nuevo revisionismo de Avakian y Prachanda se ha opuesto a la guerra popular y su validez universal en diferentes formas: la política de “acumular fuerzas” en los países imperialistas, es decir posponer la guerra popular hasta que se pueda garantizar el apoyo de la mayoría del pueblo; la política de utilizar la lucha armada para “presionar” al Estado reaccionario y alcanzar una posición dentro del viejo orden, vendiendo la sangre derramada del pueblo por un plato de lentejas, etc. Aunque este revisionismo de Avakian y Prachanda en lo principal ha sido aplastado, hoy siguen existiendo las convergencias y la conciliación con tales posiciones. Detrás de las posiciones revisionistas o vacilantes en cuanto a la guerra popular y su vigencia universal podemos identificar algunas ideas fundamentales. Las ideas pacifistas, partiendo de que “las masas no quieren la guerra, solo quieren la paz”, que se expresan en la política de presentar la guerra revolucionaria exclusivamente como una guerra de “autodefensa”. Esta es una posición anti-marxista de engañar a las masas y difundir ilusiones. Llamamos a los marxistas-leninistas-maoístas a coger y aplicar lo establecido por Engels: “Una revolución es, indudablemente, la cosa más autoritaria que existe; es el acto por medio del cual una parte de la población impone su voluntad a la otra parte por medio de fusiles, bayonetas y cañones”. En vez de fomentar ilusiones pacifistas, forjar las masas en lo establecido por el Presidente Mao: “La tarea central y la forma más alta de toda revolución es la tome del Poder por medio de la fuerza armada, es decir, la solución del problema por medio de la guerra. Este principio marxista-leninista de la revolución tiene validez universal, tanto en China como en los demás países”. Otro punto fundamental de la oposición – abierta o velada - contra la guerra popular es la idea de que “el enemigo es fuerte y nosotros somos débiles”, la cual sigue expresándose dentro y fuera de las filas de los Partidos Comunistas. Este es el pretexto que los dirigentes revisionistas y oportunistas fomentan entre las masas para justificar su política de compromiso, los “acuerdos de paz”, las “alianzas tácticas” con una u otra superpotencia o potencia imperialista, como hemos visto en Nepal y también en Filipinas. Además, sirve como pretexto para promover regímenes o movimientos armados revisionistas o fascistas como él de Venezuela o Cuba, planteando que “es mejor que nada” o que tales regímenes “generarían condiciones para hacer el trabajo revolucionario”. Esta idea de la supuesta “debilidad” de las fuerzas revolucionarias sigue siendo difundida por todo tipo de revisionistas; se expresa en la tesis revisionista de la LOD en Perú del llamado “repliegue de la revolución mundial”, y es decisivo que los comunistas en cada país sigan luchando para aplastar y barrer toda convergencia con ella. Nos reafirmamos en lo planteado por el Presidente Mao: "Antes de que se iniciara la Guerra de Resistencia, existían muchas opiniones inspiradas en la teoría de la subyugación nacional. Se decía, por ejemplo: "China está peor armada que el enemigo, y condenada a la derrota en una guerra." "Si China resiste, se convertirá inevitablemente en otra Abisinia. [...] (Presidente Mao Tse-tung, Sobre la Guerra Prolongada) En otros casos, la oposición contra la guerra popular está ligada a posiciones trotskistas de cuestionar o negar el papel del campesinado pobre. En el Perú, antes del inicio de la guerra popular, la fracción roja bajo la dirección del Presidente Gonzalo tenía que aplastar posiciones de “‘obrerismo’ centrando a la clase en gremialismo y oponiéndose a que cumpliera su papel dirigente”. Ligado a esto, todo tipo de revisionistas difunden la idea de que la guerra popular es exclusivamente una guerra campesina, y que por eso no es aplicable a los países imperialistas. Reiteramos que, aunque la guerra popular en los países semicoloniales y semifeudales debe basarse en el campesinado, principalmente pobre, como fuerza principal, el Presidente Mao nunca ha definido esta característica de la guerra popular en China como característica general de la guerra popular para todos los países. Lo que sí es el punto fundamental de la guerra popular es el Nuevo Poder. El Presidente Gonzalo plantea: “En la guerra siempre vemos los dos aspectos, el destructivo y el constructivo y principal es el segundo”. Eso es lo que distingue la guerra popular del revisionismo armado de Prachanda o de la LOI en Perú. Los revisionistas y oportunistas desarrollan la lucha armada para ganar ventajas en sus negociaciones con la reacción, para ganar puestos dentro del viejo orden o construir “reinos” locales en torno a su poder personal, traficando con el membrete del maoísmo y la lucha armada. Los comunistas movilizamos a las masas del pueblo construyendo la nueva sociedad en medio de la guerra popular prolongada, haciendo todo para conservar nuestras fuerzas y aniquilar las del enemigo, hasta la conquista del Poder en todo el país: “En la base económica, en el Nuevo Poder estamos estableciendo nuevas relaciones de producción, una muestra concreta de ésta es la forma como aplicamos la política de tierras, utilizando el trabajo colectivo y la organización de la vida social con una nueva realidad, con una dictadura conjunta, en donde por vez primera mandan obreros, campesinos y progresistas, entendiendo por tales quienes quieren transformar este país de la única manera como puede hacerse, con la guerra popular.” (Entrevista con el Presidente Gonzalo) Hoy, cuando las superpotencias y potencias imperialistas llevan a cabo su nuevo reparto del mundo y se preparan para una nueva guerra mundial imperialista, reiteramos y nos reafirmamos en lo establecido por el Presidente Gonzalo: “la guerra popular mundial es la respuesta adecuada que sirve para impedir la guerra imperialista o si ésta se da, transformarla en guerra popular.” ¡VIVA EL MAOÍSMO, ABAJO EL REVISIONISMO! 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