¡Proletarios de todos los países, uníos! ¡VIVA EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER!
El Movimiento Popular Perú, organismo generado del Partido Comunista del Perú para el trabajo en el extranjero, dirige sus solemnes saludos comunistas a las mujeres de nuestra clase y de los pueblos del mundo; a las comunistas y revolucionarias que dan sus vidas en la lucha contra la explotación y opresión patriarcal de este sistema imperialista y contra todos los agentes y apologistas del sistema, entre ellas las feministas burguesas y pequeño burguesas que hoy utilizan la lucha justa de las mujeres para desviarla y ponerla en el servicio de los chupasangres imperialistas, de la contrarrevolución y de las guerras genocidas de rapiña en todo el mundo. El imperialismo en su crisis general y última está temblando frente a las luchas combativas de las masas trabajadoras en todo el mundo. Frente a la situación revolucionaria en desarrollo desigual que se expresa en todos los continentes - en las guerras populares y luchas armadas bajo la bandera del maoísmo en Perú, en India, Turquía y otros lugares, en las luchas reivindicativas y anti-represivas, en las luchas de liberación nacional contra los invasores imperialistas etc. – la reacción mundial está intensificando la represión y la violencia contrarrevolucionaria en todos los países. Se está agudizando rápidamente la crisis de la democracia burguesa y la tendencia hacia la dictadura abierta y el fascismo. Las tres superpotencias, el imperialismo yanqui, chino y ruso, van encabezando este proceso de reaccionarización con la ayuda de las demás potencias imperialistas, e imponen la misma agenda en los países oprimidos. Sin embargo, en los intentos desesperados de rescatar a este sistema moribundo, la represión y la dictadura no son suficientes. La gran burguesía imperialista y sus lacayos en los países oprimidos también necesitan movilizar a sectores de la población para defender al sistema y desviar y manipular a las luchas justas del pueblo. Algunos países y algunos sectores de la clase dominante lo hacen con un regreso descarado a las políticas “tradicionales” y “conservadoras” de la reacción; el racismo, el chovinismo y el machismo abiertos. Otros, como los sectores dominantes del imperialismo yanqui y sus potencias aliadas, buscan embellecer la reaccionarización, la explotación intensificada y las guerras genocidas pintándose de “progresistas” a través del feminismo burgués y un falso “antirracismo”. Levantan las podridas banderas del liberalismo y del revisionismo para mantener la lealtad de las clases medias pequeño burguesas y de la aristocracia obrera hacia los Estados reaccionarios. Para contener las luchas populares y evitar que se unan y se conviertan en una lucha revolucionaria bajo dirección proletaria, los explotadores puedan aceptar ciertas demandas y dar ciertas concesiones a las masas, siempre que no amenacen el Poder de la burguesía y su sistema. Es en este contexto que tenemos que ver el papel actual del feminismo burgués. Es un feminismo dirigida por la gran burguesía imperialista, que con la ayuda de sus lacayos intelectuales y políticos moviliza a sectores de la pequeña burguesía y la aristocracia obrera. Su tarea es pintar el imperialismo y los Estados imperialistas como los mejores defensores de los derechos de las mujeres, y fomentar la ilusión de que sí es posible superar la explotación y la opresión de la mujer dentro del sistema existente, sin hacer la revolución, sin abolir la explotación y la propiedad privada. Dentro de estas tareas centrales, el feminismo burgués tiene sus diferentes variantes; algunos abiertamente presentan el supuesto “mercado libre” y el individualismo como los principales garantes de la libertad de la mujer (lo que se expresa por ejemplo en la defensa de la prostitución). Otros, ligados al revisionismo, centran más en el papel del Estado burgués y los sindicatos corporativos que supuestamente van a proteger los derechos de las mujeres con el llamado “socialismo democrático” y las supuestas “reformas” dentro del sistema. Todas las variantes se unen en la defensa de las guerras imperialistas y la explotación del tercer mundo, presentando la opresión de la mujer como un fenómeno que viene “desde a fuera”, de las “otras culturas”, de los “extremistas”, los “fundamentalistas” etc., tomando la opresión feudal y/o religiosa de la mujer como pretexto para embellecer la explotación y la opresión del imperialismo, el cual en realidad es el fundamento material de toda la opresión de la mujer en el mundo. Vemos como todo eso se expresa en las luchas actuales en el mundo; en EE.UU., la lucha justa de las mujeres se ha utilizado, bajo dirección burguesa, para arrastrar a las masas al circo electoral y en servicio de la campaña electoral del genocida reaccionario Biden. En Perú, la lucha justa de las víctimas de las esterilizaciones forzadas durante el régimen fascista de Fujimori, bajo dirección burguesa (con la colaboración del revisionismo y de la iglesia) se ha convertido en una campaña para organizar a las mujeres bajo el control del Estado reaccionario y en defensa del viejo orden. Contra el feminismo burgués y pequeño burgués las mujeres proletarias y revolucionarias enarbolan el feminismo proletario, el cual plantea la verdad marxista, científica, de que la propiedad privada y la explotación son los fundamentos de toda la explotación y opresión de la mujer. Contra el esencialismo del feminismo burgués, el feminismo proletario rechaza y aplasta toda la idea de la “naturaleza femenina” y la “naturaleza masculina”. Contra la cultura sexual degenerada del imperialismo, basada en la venta de seres humanos como objetos sexuales en un supuesto “mercado libre”, el feminismo proletario plantea una nueva cultura de igualdad verdadera entre hombre y mujer y finalmente liberada de toda forma de explotación y negocio. Contra el feminismo burgués, que busca movilizar a las mujeres en servicio de las guerras genocidas de reparto y de rapiña, el feminismo proletario moviliza a las mujeres proletarias y del pueblo contra todos los imperialistas y sus guerras. Contra el feminismo burgués que quiere utilizar a las mujeres como “soldados de a pie” en sus campañas electorales y para embellecer su sistema moribundo, el feminismo proletario moviliza a las mujeres proletarias y del pueblo para – mano a mano con el hombre de su clase - aplastar y barrer finalmente al imperialismo, la reacción y el revisionismo de la faz de la tierra con guerra popular, bajo la dirección de los Partidos marxistas-leninistas-maoístas militarizados, y continuar la marcha hasta nuestra meta final el comunismo, la sociedad sin clases. ¡VIVA EL FEMINISMO PROLETARIO! Movimiento Popular Perú |