¡Proletarios de todos los países, uníos! ¡VIVA EL DÍA DE LA MUJER!
La explotación y opresión de la mujer, así como la lucha por su emancipación, están desde el comienzo inseparables de la lucha de clases. El origen y el fundamento de la opresión de la mujer – y de toda la teoría de la “naturaleza femenina” – están en la explotación de la mujer en la casa y en la propiedad privada. El aislamiento de las mujeres en la casa las separa de la lucha de clases y de toda la vida social. Con la revolución burguesa y el desarrollo del capitalismo, la creciente incorporación de las mujeres en la producción social genera un salto en la lucha femenina, pero siendo un sistema basado en la explotación y la propiedad privada, el capitalismo no permite la emancipación plena de la mujer, sino sólo una igualdad jurídica formal y cierto grado de libertad para una minoría de mujeres privilegiadas. Con la transformación de la burguesía desde una clase revolucionaria a una clase reaccionaria, el movimiento femenino burgués gradualmente pierde su capacidad de trasformar la condición femenina y acabar con la opresión, y con la ascendencia del proletariado como clase revolucionaria surge el feminismo proletario, indesligablemente ligado a la revolución proletaria y la lucha por acabar con la propiedad privada y toda explotación. Hoy, en la época del imperialismo en su crisis general y última, se demuestra en forma cada vez más extrema el rasgo característico del imperialismo, la “reacción política en toda la línea” como decía el gran Lenin, y se expresa inevitablemente en el feminismo burgués también. Consecuentemente, vemos hoy como los chupasangres y genocidas imperialistas han convertido el feminismo burgués en un instrumento ideológico y político más para promover y defender la dictadura burguesa, la explotación de la clase obrera y las guerras imperialistas de rapiña. Ya no es un feminismo para emancipar a las mujeres trabajadoras y explotadas del mundo, sino para dar la “libertad individual” y privilegios a una pequeña minoría de mujeres en función de movilizarlas en apoyo al sistema imperialista mientras que promueve la prostitución y la explotación intensificada de la mayoría de las mujeres. El feminismo proletario no es una mera teoría política para criticar al feminismo burgués o proponer un modelo teórico para la emancipación de la mujer; el feminismo proletario es la práctica de millones de mujeres que bajo la dirección de las obreras comunistas y revolucionarias durante el siglo pasado alcanzaron avances enormes. En la Unión Soviética socialista desde la Revolución de Octubre hasta la restauración del capitalismo en 1956, millones de mujeres obreras y campesinas conquistaron el derecho de trabajar en la producción lado a lado con los hombres en condiciones de igualdad, el derecho a la educación y de incorporarse como soldados del Ejército Rojo para la defensa del país y de la revolución; avances conquistados por las mujeres mismas, aplicando la ideología del proletariado, en lucha constante contra la derecha dentro del Partido Comunista y del Estado socialista, y con el firme apoyo y la dirección justa y correcta de Lenin, el Camarada Stalin y el Partido. La revolución socialista en China, especialmente la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP), generó el mayor y más radical movimiento femenino de la historia. Habiendo acabado con la opresión feudal de la mujer en la revolución democrática e incorporándose cada vez más en la lucha de clases durante la construcción socialista, cientos de millones de mujeres obreras y campesinas se movilizaron en la GRCP contra la derecha revisionista en el Partido encabezada por Liu Shao-chi, la cual planteó el regreso de las mujeres a la casa y difundió la teoría reaccionaria de la “naturaleza deficitaria de la mujer”. Aplicando el pensamiento Mao Tse-tung y con el firme apoyo del Presidente Mao y toda la izquierda del Partido, las mujeres revolucionarias tomaron grandes iniciativas, aplastando la línea revisionista en la práctica de la lucha de clases. Estos avances magníficos del feminismo proletario inspiraron a las mujeres en todo el mundo, radicalizando la lucha incluso en los países imperialistas. Hoy, después de las restauraciones del capitalismo en la URRS y en China y la consiguiente ofensiva contrarrevolucionaria general en el mundo, hemos visto un resurgimiento del feminismo burgués más reaccionario que nunca. Las mujeres en todo el mundo siguen luchando heroicamente contra la opresión y por sus derechos, pero sin una línea de clase y sin dirección proletaria el movimiento es manipulado y utilizado por la reacción. Frente a la lucha justa contra el abuso sexual y toda la cultura sexual degenerada del imperialismo, los reaccionarios han sido forzados a hacer ciertas concesiones, pero al mismo tiempo asegurando la dirección burguesa del movimiento y utilizándolo para embellecer al imperialismo, pintar de “progresista” todo el sistema de explotación y opresión y justificar las guerras de rapiña y la agitación racista contra las naciones oprimidas. Así vemos ahora a un lado un feminismo dirigido por una pequeña minoría de mujeres burguesas y pequeño burguesas principalmente en los países imperialistas, representando los intereses del imperialismo y negando y rechazando los mencionados enormes avances de la lucha femenina, y al otro lado un creciente movimiento feminista proletario, principalmente en los países oprimidos y representando los intereses de la gran mayoría de las mujeres, las proletarias y oprimidas, e indesligablemente ligado a la revolución proletaria mundial para así poder finalmente acabar con el imperialismo y la explotación y la opresión de la mujer en todo el mundo. En estas condiciones no puede existir un solo movimiento femenino unido al margen de la lucha de clases, y fingir una supuesta “unidad” solo significa ocultar las contradicciones innegables y la escisión inevitable, así convirtiendo el movimiento femenino en un movimiento “por y en beneficio de las clases explotadoras” que “actúa como elemento de divisionismo y freno de la lucha popular”. ¡VIVA EL FEMINISMO PROLETARIO! Movimiento Popular Perú |