“As the plunder and repartition of the world continues, and the population of oppressed nations grows, and poverty increases, the revolutionary potential of the masses will increase to the point where people will prefer to die fighting, rather than starve. This will be the basis for anti-imperialist struggles, wars of national liberation, and of resistance to aggression, and revolutions in general.”
(Fundamentals of Political Ideology, PCP, Central Committee, 1991)

El imperialismo yanqui es el más grande genocida de toda la historia. Hoy, su representante, Bush, visita Copenhague para asegurar la colaboración continua del imperialismo danés en la matanza y explotación en curso del pueblo Iraquí y los países oprimidos en general. Tratando desesperadamente de garantizar que continúe la explotación sanguinaria de los pueblos del mundo, la agobiante pobreza, hambre y miseria, no tienen otro camino mas que la matanza de los pueblos del mundo, en una escala que supera a todos los anteriores genocidas imperialistas de la historia. Todas las cínicas habladurías de “democracia” y “derechos humanos” no son sino una cobertura para su descarado baño de sangre.

Pero, como marxistas-leninistas-maoístas, sabemos que la contrarrevolución no detiene la revolución - sino la riega, la espolea. Lo vemos en todas las partes del mundo: el proletariado y los pueblos del mundo nunca hincarán las rodillas ante esta represión y genocidio, sino por el contrario se levantan en armas contra el viejo, agonizante parásito que es el imperialismo. Por lo tanto, la actual campaña yanqui, la “guerra contra el terror”, ha desatado el odio del pueblo contra el imperialismo en todo el planeta, y la lucha heroica del pueblo Iraquí es solamente un ejemplo de las luchas armadas de liberación nacional y guerras revolucionarias que se llevan acabo hoy en día – siendo las más destacadas las guerras populares del Perú y Nepal – con la guerra popular del Perú como antorcha de la revolución mundial.

Esta es la situación: el imperialismo está podrido y agonizante, y la abrumante mayoría de la población mundial, es decir el proletariado y los pueblos oprimidos, nunca aceptarán la opresión y explotación imperialista. La revolución es hoy la tendencia histórica y política principal en el mundo. Por lo tanto, el proletariado y los pueblos no deben dejar engañarse por la horda de revisionistas y oportunistas que el imperialismo usa para controlar la opinión publica y servir a sus planes genocidas. Para emprender lucha contra el imperialismo, principalmente el imperialismo yanqui, no podemos seguir sus consignas como: “detener la guerra”, que están dirigidos a pacificarnos, tampoco podemos aceptar a aquellos que difunden la patraña de que “el imperialismo es todopoderoso e invencible”, como los revisionistas del partiducho PCR (EE.UU.) y su cabeza negra Avakian. Los pueblos del mundo no quieren esta “paz bajo las bayonetas” imperialista – ni tampoco quieren “negociar” con aquellos que los violan y asesinan! Más bien, todo aquel que honestamente quiere barrer este sistema imperialista podrido debe apoyar las luchas armadas y guerras populares contra el imperialismo y enarbolar las consignas: “¡Yanqui go home!” y “¡Viva la heroica resistencia del pueblo Iraquí!”

Las guerras de liberación nacional son parte de la revolución proletaria mundial, y las luchas armadas como las del pueblo Iraquí y Afgano contra la agresión Yanqui sirven en gran manera a barrer el imperialismo. Pero lo que hace falta es dirección proletaria. Para verdaderamente poder liberar el pueblo de la opresión y la explotación, y garantizar que la lucha armada no sea usada por una u otra potencia imperialista, el proletariado de cada país debe tomar la responsabilidad de dirigir la revolución – esto es, mediante Partidos Comunistas marxistas-leninistas-maoístas militarizados que dirigen guerras populares con el fin de conquistar el poder para el proletariado y el pueblo.

La guerra popular en el Perú se encuentra como vanguardia de las guerras populares y de toda lucha contra el imperialismo – porque se hace bajo la jefatura del Presidente Gonzalo, quien ha aplicado el maoísmo a las condiciones del Perú, creando el pensamiento gonzalo, y definió el maoísmo como tercera, nueva y superior etapa de la ideología del proletariado internacional. Por lo tanto, corresponde a cada comunista, revolucionario, y a todas las fuerzas progresistas defenderlo de los planes del enemigo de asesinarlo – porque defenderlo significa defender que la rebelión se justifica, significa defender el maoísmo. Citamos el discurso del Presidente Gonzalo del 24 de septiembre de 1992: "¡No lo podemos consentir! ¡Basta ya de explotación imperialista! ¡Debemos acabar con ellos!. Somos del tercer mundo y el tercer mundo es base de la revolución proletaria mundial, con una condición, que los Partidos Comunistas enarbolen y dirigan. ¡Es lo que hay que hacer!"

¡YANQUI GO HOME!
¡VIVA LA RESISTENCIA HEROICA DEL PUEBLO IRAQUÍ!
¡APLASTAR LA AGRESIÓN IMPERIALISTA CON GUERRA POPULAR!
¡VIVA LA GUERRA POPULAR EN EL PERÚ!
¡VIVA EL PRESIDENTE GONZALO Y SU TODOPODEROSO PENSAMIENTO!
¡UNIRSE BAJO EL MAOÍSMO!