¡Proletarios
de todos los países,
uníos!
ENTREVISTA AL
PRESIDENTE GONZALO
|
Comité
Central
Partido Comunista del Perú
1988
Ediciones
Bandera Roja
|
reproducido por
el
MOVIMIENTO POPULAR PERU
|
[Preparado para la
Internet por la revista Sol Rojo]
LA
ENTREVISTA DEL PRESIDENTE GONZALO
INDICE
OBJETIVOS
3
I.
CUESTIONES DE IDEOLOGIA 7
EL
PARTIDO 21
III. GUERRA POPULAR
45
RE SITUACION POLITICA
NACIONAL 75
V. POLITICA INTERNACIONAL
105
OTROS PUNTOS 127
INDICE 137
OBJETIVOS
EL DIARIO: Bien. ¿Por qué el
Presidente Gonzalo se anima a concretar esta entrevista, por
qué se decide a hablar después de un
prolongado silencio, por qué escogió a El
Diario para lograr esta entrevista?
PRESIDENTE GONZALO: Quisiéramos decirles
que el Partido Comunista del Perú, que dirige la
guerra popular hace ya más de ocho años, se ha
venido expresando a través de diferentes documentos
que son de conocimiento público. Hemos considerado
siempre que era mucho más importante el
pronunciamiento del propio Partido para que así quede
nítido y claro que es el PCP el que se ha atrevido a
iniciar la guerra popular, a dirigirla y a llevarla
adelante.
En cuanto a por qué hablamos en esta
ocasión personalmente en una entrevista como
ésta, que es la primera vez que tenemos el gusto de
dar y precisamente a ustedes, tiene que ver con el Congreso.
Nuestro Partido ha cumplido una tarea histórica
pendiente: el concretar su Congreso. Durante décadas
hemos bregado por conseguirlo pero sólo ha sido la
guerra popular la que nos ha dado las condiciones para
plasmarlo; así nos decimos, el Primer Congreso es
hijo de dos grandes padres: del Partido y de la Guerra
Popular. Este Congreso marca un hito, como dicen los
documentos oficiales, un hito de victoria, pues, en
él nuestro Partido ha hecho un balance del largo
camino recorrido; ha establecido su base de unidad
partidaria, en sus tres elementos: la ideología, esto
es, el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento
Gonzalo, el programa y la línea política
general; y, además, también este Congreso ha
establecido sólidas bases para marchar a la conquista
del Poder en perspectiva. El Congreso, pues, es una gran
victoria y es ésta una principal razón por la
cual damos esta entrevista. También tiene que ver la
situación que vive nuestro país, la profunda
crisis; tiene que ver con el desarrollo cada vez más
creciente y poderoso de la lucha de clases de las masas; y,
con la situación internacional, con cómo la
revolución en el mundo es la tendencia principal.
En cuanto a por qué damos esta entrevista a El
Diario; una simple y sencilla razón: porque es una
trinchera de combate y hoy la única tribuna que
realmente sirve al pueblo. Creemos que si bien
hubiéramos podido entrevistarnos con otros, incluso
extranjeros, más conveniente y acorde con los
principios es entrevistarnos precisamente con un
periódico como El Diario que realmente brega todos
los días en condiciones difíciles para servir
al pueblo, a la revolución. Esa es la
razón.
EL DIARIO: Presidente Gonzalo, ¿Ud. ha
sopesado la implicancia que puede tener esta entrevista? Yo
le hago una pregunta, ¿no corre usted ningún
riesgo al hablar públicamente en esta
oportunidad?
PRESIDENTE GONZALO: Los comunistas siéndolo
no tenemos miedo a nada; más, el Partido nos ha
forjado en retar a la muerte y llevar la vida en la punta de
los dedos para entregarla en el momento que la
revolución nos lo demande. Entendemos que esta
entrevista más bien tiene importancia, trascendencia:
sirve a nuestro Partido, sirve a la revolución, sirve
a nuestro pueblo, sirve a nuestra clase y sirve
también, por qué no decirlo, al proletariado
internacional y a los pueblos del mundo, a la
revolución mundial. Cualquier riesgo así no es
nada, máxime -reitero- si estamos formados como el
Partido nos ha hecho.
I.
CUESTIONES DE IDEOLOGIA
EL DIARIO: Presidente, ahora hablemos de uno de
los sustentos ideológicos del PCP, el maoísmo.
¿Por qué considera que el maoísmo es la
tercera etapa del marxismo?
PRESIDENTE GONZALO: Este es un punto de vista
vital y de inmensa trascendencia. Para nosotros, el marxismo
es un proceso de desarrollo y este grandioso proceso nos ha
dado una nueva, tercera y superior etapa. ¿Por
qué decimos que estamos frente a una nueva, tercera y
superior etapa, que es el maoísmo? Decimos esto
porque viendo las tres partes integrantes del marxismo es
palmariamente evidente que el Presidente Mao Tsetung ha
desarrollado cada una de estas tres partes. Así,
simplemente para enumerar: en la filosofía marxista
nadie puede negar su grandioso desarrollo en la
dialéctica, centralmente en la ley de la
contradicción estableciendo que es la única
ley fundamental; si nos planteáramos el problema de
la economía política, podemos decir que en
este campo basta destacar dos cosas: una, para nosotros de
importancia inmediata y concreta, el capitalismo
burocrático, y, dos, el desarrollo de la
economía política del socialismo, pues, en
síntesis, podríamos decir que es él
quien ha realmente establecido y desarrollado la
economía política del socialismo; en cuanto al
socialismo científico bastaría con destacar la
guerra popular, pues, es con el Presidente Mao Tsetung que
el proletariado internacional logra una teoría
militar cabal, desarrollada y nos da así la
teoría militar de la clase, del proletariado, con
aplicación en todas partes. Creemos que estas tres
cuestiones nos demuestran que hay un desarrollo de
carácter universal. Visto el problema de esta manera,
entonces estamos frente a una nueva etapa y la llamamos
tercera porque el marxismo tiene dos etapas precedentes: la
de Marx y la de Lenin, de ahí que hablemos de
marxismo-leninismo. En lo pertinente a superior: en el
maoísmo, la ideología del proletariado
universal logra el más alto desarrollo adquirido
hasta hoy, su más alta cumbre; pero en el
entendimiento de que el marxismo es una -disculpen la
reiteración- unidad dialéctica que da grandes
saltos y esos grandes saltos son los que generan etapas.
Así, para nosotros, lo que existe en el mundo hoy es
marxismo-leninismo-maoísmo y principalmente
maoísmo. Consideramos que en la actualidad ser
marxistas, ser comunistas, nos demanda necesariamente ser
marxista-leninista-maoístas y principalmente
maoístas; de otra manera no podríamos ser
comunistas verdaderos.
Quisiera destacar una situación que es poco tenida
en cuenta y que bien merece estudiar a fondo en la
actualidad; me refiero al desarrollo que ha hecho el
Presidente Mao Tsetung de la gran tesis de Lenin sobre el
imperialismo. Esto es de suma importancia hoy y en la
perspectiva histórica en la cual nos desenvolvemos.
En el mismo plan simplemente enumerativo podríamos
destacar lo siguiente: ha establecido la ley del
imperialismo cuando nos plantea que éste crea
disturbios y fracasa para volverlos a generar y volver a
fracasar y así hasta su ruina final; también
nos ha especificado un momento dentro del proceso de
desarrollo del imperialismo, lo que él llamó
"los próximos 50 a 100 años", años,
como él dijera, sin igual en la Tierra y en los
cuales, entendemos, hemos de barrer al imperialismo y a la
reacción de la faz del globo; también nos ha
precisado un período que no podemos soslayar hoy
menos que nunca, él nos dijo "se ha abierto un
período de lucha contra el imperialismo
norteamericano y el socialimperialismo soviético";
además todos conocemos su gran tesis
estratégica de que "el imperialismo y todos los
reaccionarios son tigres de papel", esta tesis es de
extraordinaria importancia y debemos tener muy presente que
esa misma tesis la aplicó el Presidente Mao al
imperialismo norteamericano y al socialimperialismo
soviético a quienes no hay que temerles. Pero
también debemos insistir en que se tenga en cuenta
cómo concibe el desarrollo de la guerra siguiendo
precisamente lo que Lenin planteara sobre la era de guerras
que se había abierto en el mundo; el Presidente nos
ha enseñado que un país, una nación, un
pueblo, aún pequeños, si así lo fueren,
pueden vencer al más poderoso explotador y dominante
de la Tierra si es que se atreven a tomar las armas; nos ha
enseñado además cómo entender el
proceso de la guerra y cómo no caer nunca bajo el
chantaje nuclear. Creo que estas son algunas cuestiones que
deberíamos tener en cuenta para comprender
cómo el Presidente Mao Tsetung desarrolló la
gran tesis de Lenin sobre el imperialismo. ¿Y por
qué insisto en esto? Porque nosotros entendemos que
así como Lenin se levanta sobre la gran obra de Marx,
el desarrollo hecho por el Presidente Mao Tsetung se levanta
sobre la grandiosa obra de Marx y de Lenin, sobre el
marxismo-leninismo. No podríamos nunca entender
maoísmo sin marxismo-leninismo.
Consideramos que estas cosas son de mucha importancia hoy
y para nosotros ha sido decisivo llegar a comprender en la
teoría y en la práctica el maoísmo como
una tercera, nueva y superior etapa.
EL DIARIO: Presidente Gonzalo, ¿Ud,
consideraría de que José Carlos
Mariátegui si estuviera vivo asumiera los aportes y
las tesis del Presidente Mao?
PRESIDENTE GONZALO: En síntesis,
Mariátegui era marxista-leninista; más
aún, en él, en Mariátegui, en el
fundador del Partido, encontramos tesis similares a las que
el Presidente Mao ha establecido a nivel universal. En
consecuencia, para mí concretamente,
Mariátegui sería hoy
marxista-leninista-maoísta; y esto no es
especulación, es simplemente producto de la
compresión de la vida y obra de José Carlos
Mariátegui.
EL DIARIO: Bueno, pasando a otra pregunta.
¿Qué es la ideología del proletariado y
qué papel cumple en los procesos sociales del mundo
actual? ¿Qué significado tienen los
clásicos, Marx, Lenin y Mao, para el PCP?
PRESIDENTE GONZALO: Hoy, mañana y en estas
tormentosas décadas que estamos viviendo, vemos la
grandiosa importancia y trascendencia que tiene la
ideología del proletariado. Primero -aunque recalemos
en cosas conocidas- es la teoría y la práctica
de la última clase de la historia, la
ideología del proletariado es el producto de la lucha
del proletariado internacional; también implica el
estudio y la comprensión de todo el proceso
histórico de la lucha de clases antes del
proletariado, de la lucha del campesinado particularmente de
éste por las grandes gestas que ha librado, la
comprensión y el estudio de lo más alto que ha
dado la ciencia. En síntesis, la ideología del
proletariado, la gran creación de Marx, es la
más alta concepción que ha visto y verá
la Tierra; es la concepción, es la ideología
científica que por vez primera dotó a los
hombres, a la clase principalmente y a los pueblos, de un
instrumento teórico y práctico para
transformar el mundo. Y todo lo que él previera hemos
visto cómo se ha ido cumpliendo. El marxismo se ha
ido desarrollando, hemos devenido marxismo-leninismo y hoy
marxismo-leninismo-maoísmo y vemos cómo esta
ideología es la única capaz de transformar el
mundo y hacer la revolución y de llevarnos a la meta
inclaudicable: el comunismo. Su importancia es
extraordinaria.
Quisiera resaltar de paso esto: es ideología pero
científica. Sin embargo deberíamos comprender
muy bien que no podemos hacer concesión alguna a las
posiciones burguesas que quieren reducir la ideología
del proletariado a un simple método, pues, de esa
manera se la prostituye, se la niega. Para nosotros la
ideología del proletariado y, disculpen la
insistencia, pero el Presidente Mao dijo "no basta decir una
vez sino cien veces, no basta decir a pocos sino a muchos",
acogiéndome a esto digo, la ideología del
proletariado, el marxismo-leninismo-maoísmo y hoy
principalmente el maoísmo, es la única
ideología todopoderosa porque es verdadera y los
hechos históricos lo están demostrando. Es
producto, aparte de lo antedicho, de la extraordinaria labor
de figuras históricas extraordinarias como Marx,
Engels, Lenin, Stalin y el Presidente Mao Tsetung, para
destacar notables cumbres; pero entre ellas resaltamos a
tres: a Marx, a Lenin y al Presidente Mao Tsetung como las
tres banderas que se concretan, una vez más, en
marxismo-leninismo-maoísmo y principalmente
maoísmo. Y nuestro problema hoy ¿cuál es
precisamente?, es enarbolarlo, defenderlo y aplicarlo y
bregar esforzadamente sirviendo a que sea mando y
guía de la revolución mundial. Sin
ideología del proletariado no hay revolución,
sin ideología del proletariado no hay perspectiva
para la clase y el pueblo, sin ideología del
proletariado no hay comunismo.
EL DIARIO: Hablando de ideología,
¿por qué el Pensamiento Gonzalo?
PRESIDENTE GONZALO: El marxismo siempre nos ha
enseñado que el problema está en la
aplicación de la verdad universal. El Presidente Mao
Tsetung fue sumamente insistente en este punto; si el
marxismo-leninismo-maoísmo no se aplica a una
realidad concreta no se puede dirigir una revolución,
no se puede transformar el viejo orden, ni destruirlo ni
crear un orden nuevo. Es la aplicación del
marxismo-leninismo-maoísmo a la revolución
peruana la que ha generado el pensamiento gonzalo, en la
lucha de clases de nuestro pueblo, del proletariado
principalmente, de las incesantes luchas del campesinado y
en el gran marco estremecedor de la revolución
mundial; es en medio de todo este fragor, aplicando de la
manera más fiel posible la verdad universal a las
condiciones concretas de nuestro país, como se ha
plasmado el pensamiento gonzalo. Este fue antes nominado
pensamiento guía; y si hoy el Partido en el Congreso
ha sancionado pensamiento gonzalo es porque se ha producido
un salto en ese pensamiento guía, precisamente en el
desarrollo de la Guerra Popular. En síntesis, el
pensamiento gonzalo no es sino la aplicación del
marxismo-leninismo-maoísmo a nuestra realidad
concreta; esto nos lleva a que específicamente es
principal para nuestro Partido, para la guerra popular y
para la revolución en nuestro país, subrayo
específicamente principal. Pero, para nosotros,
viendo la ideología en términos universales lo
principal es el maoísmo reiterándolo una vez
más.
EL DIARIO: ¿Cómo actúa el
revisionismo y cómo lo combaten Uds.?
PRESIDENTE GONZALO: Primeramente
quisiéramos recordar que el marxismo no ha dado un
paso en la vida sino en medio de lucha; y en ese proceso de
desarrollo del marxismo, surgió el viejo revisionismo
que se hundió en la I Guerra Mundial. Pero luego los
comunistas nos enfrentamos a un nuevo revisionismo, el
revisionismo contemporáneo que comenzó a
desenvolverse con Jruschov y sus secuaces y actualmente
desata una nueva ofensiva contra el marxismo teniendo como
centros más importantes la Unión
Soviética y China.
El revisionismo insurgió pregonando una
negación completa del marxismo, el revisionismo
contemporáneo ha vuelto a hacer lo mismo, como
siempre apuntando contra la filosofía marxista para
sustituirla por una filosofía burguesa; yendo contra
la economía política, particularmente para
negar la pauperización creciente y la inevitabilidad
del hundimiento del imperialismo; afanándose por
falsear y torcer el socialismo científico para
oponerse a la lucha de clases y la revolución,
pregonar el cretinismo parlamentario y el pacifismo. Todas
estas situaciones han sido desenvueltas por los
revisionistas y así han apuntado y apuntan a la
restauración del capitalismo, a impedir y socavar la
revolución mundial, a negar la invicta
concepción de la clase. Pero aquí merece
precisar algunos puntos para concretar: el revisionismo
actúa como cualquier imperialismo; por ejemplo la
Unión Soviética, el socialimperialismo
soviético predica y aplica el cretinismo
parlamentario, monta y maneja acciones armadas en
función de conquistar la hegemonía mundial,
genera agresiones, contrapone pueblos contra pueblos, lanza
masas contra masas, divide a la clase y al pueblo; el
revisionismo soviético combate de mil y una maneras
todo lo que es verdaderamente marxista y sirve a la
revolución. Nosotros somos un ejemplo de eso.
Así el socialimperialismo de la URSS en el mundo
desarrolla un protervo plan para convertirse en
superpotencia hegemónica usando todos los medios a su
alcance: entre los cuales hay que destacar el mantenimiento
de falsos partidos, comunistas de membrete, "partidos
obreros burgueses" como decía Engels. Y de igual
manera actúa el revisionismo chino y todo
revisionismo según sus condiciones y bastón de
mando que siguen.
Así, para nosotros, el problema es combatir al
revisionismo y combatirlo implacablemente. Hay que recordar,
se nos ha enseñado que no se puede combatir al
imperialismo sin combatir al revisionismo, y nuestro
Congreso dice hay que combatir al imperialismo, al
revisionismo y a la reacción mundial indesligable e
implacablemente.
¿Cómo combatirlo? En todos los planos,
partiendo de los tres planos clásicos: en lo
ideológico, en lo económico y en lo
político; en los tres planos tenemos que combatirlos.
Si nosotros no cumpliéramos con combatir al
revisionismo no seríamos comunistas. Un comunista
tiene la obligación de combatir al revisionismo,
incansable e implacablemente.
Nosotros lo hemos combatido. Sí, lo hemos
combatido y desde sus comienzos; hemos tenido la suerte de
poder aportar aquí, en nuestro país, a
expulsarlo del Partido en el año 1964, realidad que
siempre quiere ocultarse. Debe quedar bien claro que la
inmensa mayoría del Partido Comunista se unió
tomando las banderas de la lucha contra el revisionismo que
el Presidente Mao Tsetung había enarbolado; que se
apuntó y se golpeó al revisionismo en las
filas del Partido Comunista de entonces hasta expulsar a Del
Prado y su pandilla. De ahí hasta hoy seguimos
combatiendo al revisionismo y no solamente aquí sino
también en el extranjero. Lo combatimos
internacionalmente, combatimos al socialimperialismo
soviético de Gorbachov, al revisionismo chino de ese
protervo Teng Siao-ping, el revisionismo albanés de
Ramiz Alía, ese seguidor del revisionista Hoxha; como
combatimos a todos los revisionistas que siguen el
bastón de mando del socialimperialismo o del
revisionismo chino o albanés o de quien fuere.
EL DIARIO: Presidente. ¿En el caso peruano
cuál sería la expresión más
elevada del revisionismo? Me refiero a sus
exponentes.
PRESIDENTE GONZALO: El llamado como etiqueta
Partido Comunista Peruano, ése que publica o
publicaba Unidad, quinta columna del revisionismo
soviético, ése que encabeza el encallecido
revisionista Jorge Del Prado, a quien algunos consideran un
"consagrado revolucionario". Y, en segundo lugar, Patria
Roja, esa agencia del revisionismo chino con sus caudillos
adoradores de Teng.
EL DIARIO: ¿Ud. cree que la influencia del
revisionismo en las masas populares del país crea
situaciones adversas para la revolución?
PRESIDENTE GONZALO: Si tomamos en cuenta lo que el
propio Lenin nos enseñó y el Presidente Mao lo
ha vuelto a reiterar desarrollándolo, el revisionismo
es una avanzada de la burguesía en las filas del
proletariado y de ahí deriva el que escinde, divide
el movimiento comunista y los partidos comunistas, de
ahí deriva el que escinde, divide el movimiento
sindical, escinde, divide el movimiento popular.
El revisionismo obviamente es un cáncer, un
cáncer que tiene que ser implacablemente barrido, de
otra forma no podremos avanzar en la revolución; y
recuérdese lo que dijo Lenin, sintéticamente,
hay que forjar en dos cuestiones, forjar en la violencia
revolucionaria y forjar en la lucha implacable contra el
oportunismo, contra el revisionismo.
En nuestro país creo que hay que ver no solamente
esta cuestión para considerar la situación de
las masas. Hay que ver también el problema de lo que
Engels llamó el "colosal montón de basura";
nos enseñó que un movimiento que tiene
décadas, como lo tiene el movimiento del proletariado
en nuestro país y más aún el del pueblo
en general, genera basura que tiene que ir siendo barrida
parte por parte. Esto también hay que considerar;
pensamos que es una necesidad.
¿Cuánto puede influenciar en las masas? En
las masas lo que hacen los revisionistas es servir a la
capitulación ante la reacción interna, en
concreto, ante la gran burguesía y los
terratenientes, ante la dictadura
terrateniente-burocrática que es el actual Estado
Peruano. Internacionalmente, capitulan ante el imperialismo
y sirven a la hegemonía del socialimperialismo o a
los afanes de potencias entre las cuales hoy la actual China
está desenvolviéndose. Creemos que conforme la
revolución con la guerra popular se desarrolla,
conforme la lucha de clases se agudiza el pueblo, el
proletariado van comprendiendo más y más cada
vez; y, por otro lado, necesariamente conforme ven actuar a
los revisionistas y oportunistas de toda laya traicionando
cada día y los verán más mañana,
tendrán el proletariado y el pueblo que cumplir con
su misión de barrerlos de todos los rincones lo
más que se pueda, porque lamentablemente no se puede
acabar de una sola vez según nos enseñara
Engels, pues son parte del "colosal montón de
basura".
EL DIARIO: ¿Consideraría usted que
el revisionismo está siendo derrotado en el
país definitivamente?.
PRESIDENTE GONZALO: Reiterando lo enseñado
por los fundadores del marxismo; conforme ellos
actúan participando en el Estado reaccionario, las
masas comprenderán su nefasta labor; conforme los ve
actuar, conforme todo el pueblo y la clase los ve actuar no
pueden menos que ir comprendiendo cada vez más su
nocivo papel, su condición de traficantes, de
vendeobreros, de oportunistas y traidores. El revisionismo
ya comenzó a perder la partida hace buen tiempo
atrás, no es sólo con la Guerra Popular; el
revisionismo ya comenzó a perder la partida cuando
fue expulsado de las filas del Partido, porque ahí
comenzó a formarse otra hornada de consecuentes
comunistas que son los que después han devenido en
éstos que hoy, bajo el Partido Comunista del
Perú, dirigen la Guerra Popular; y, pensamos que las
masas con ese instinto de clase del cual hablaba
Mariátegui, cada vez más pronto
comprenderán como ya están comprendiendo.
El revisionismo ya perdió la partida, el resto es
tiempo; el problema ya está definido la basura ha
comenzado a ser barrida, incendiada; reitero, el problema es
tiempo. La partida ya la comenzaron a perder hace muchos
años. Y si fuéramos más allá, a
los principios, la partida la perdieron desde que se
convirtieron en revisionistas, pues la partida se pierde
desde que se abandonan los principios, desde ahí. El
resto es cómo la lucha de clases se desarrolla y
cómo un Partido como el nuestro es capaz de cumplir
su papel y cómo las masas lo sustentan, lo apoyan y
llevan adelante, cómo van comprendiendo que es su
Partido, que defiende sus intereses; y son las propias masas
las que darán buena cuenta y justa sanción a
quienes por decenios han traficado y siguen traficando y
también condenarán, sancionarán a
quienes quieran traficar o quienes comiencen a hacerlo.
EL DIARIO: ¿Qué opinión le
merece la Nueva Evangelización planteada por el
Papa?
PRESIDENTE GONZALO: Marx nos enseñó
"la religión es el opio del pueblo", es una tesis
marxista plenamente válida hoy y mañana lo
seguirá siendo; que la religión es un
fenómeno social producto de la explotación y
que se irá extinguiendo conforme la
explotación vaya siendo barrida y una nueva sociedad
surgiendo. Estos son principios que no podemos soslayar y
que debemos tener siempre presentes. Ligado a lo anterior
está recordar también que el pueblo tiene
religiosidad, lo que jamás ha sido ni será
óbice para que luche por sus profundos intereses de
clase sirviendo a la revolución y en concreto a la
guerra popular; debiendo quedar sumamente claro que esa
religiosidad la respetamos como un problema de libertad de
conciencia religiosa, como lo reconoce el programa
sancionado por el Congreso.
Así que la cuestión planteada tiene que
ver, a nuestro juicio, con la jerarquía
eclesiástica, con el Papado, con esa vieja teocracia.
Esa vieja teocracia supo organizarse y devenir en un
poderoso instrumento ya en la época romana, luego
ajustarse a las condiciones de la feudalidad y adquiere un
inmenso poder, más grande aún; pero en cada
circunstancia sofrenando la lucha popular y defendiendo los
intereses de los opresores y explotadores,
ideológicamente como un escudo reaccionario, para
luego de cambiadas las condiciones adaptarse a la nueva
situación.
Esto lo podemos ver claramente si pensamos en la
relación entre la Iglesia y la revolución
burguesa, la vieja revolución burguesa, me refiero a
la de Francia por ejemplo; la iglesia defendió
tenazmente a la feudalidad, luego a través de muchas
contiendas y después de haber sido derrocada la
feudalidad, -reitero a través de muchas contiendas-,
se va ajustando al orden burgués y otra vez pasa a
ser un instrumento al servicio de los nuevos explotadores y
opresores. En la situación actual entonces qué
vemos; hay una perspectiva histórica incontenible, la
revolución proletaria mundial la nueva era iniciada
en 1917, es el problema de cómo el proletariado
dirige revoluciones para cambiar el orden caduco y generar
una nueva y verdadera sociedad, el comunismo. Pues bien,
ante esto ¿la Iglesia cómo actúa?,
actúa con la experiencia anterior, quiere buscar
sobrevivir, de ahí la celebración del Concilio
Vaticano II donde la Iglesia busca condiciones que le
permitan, primero, defender el orden viejo como siempre lo
ha hecho y, luego, ajustarse y acomodarse para servir a
nuevos explotadores, para seguir superviviendo, eso es lo
que busca, eso es en esencia el Vaticano II.
El problema de la "nueva evangelización" se
refiere expresamente a cómo ven los jerarcas
eclesiásticos, el Papado en concreto, el papel de
América Latina; como ellos mismos lo dicen, la mitad
de los católicos del mundo están en
América Latina -así decía ya el actual
Papa en el año 84-. En consecuencia, están
buscando utilizar el medio milenio del descubrimiento de
América para llevar adelante un llamado movimiento de
"nueva evangelización". En síntesis lo que
ellos piensan es esto: con el descubrimiento de
América se inició la evangelización en
el año 1494, oficialmente; pues bien, al cumplirse
este nuevo centenario quieren desarrollar una "nueva
evangelización" en función de defender el
bastión, la mitad de su feligresía, la mitad
del bastión que sustenta su poder, eso es lo que
buscan. Así, los jerarcas, el Papado apuntan a
defender sus posiciones en América y servir al
imperialismo norteamericano que es quien domina
principalmente en América Latina.
Pero hay que entender este plan dentro de una
campaña y un plan mundiales, ligado a las relaciones
con la Unión Soviética con motivo del milenio
de su cristianización, o los vínculos con el
revisionismo chino, las acciones de la Iglesia en Polonia,
en Ucrania, etc; es un plan mundial, dentro de eso juega la
"nueva evangelización". Pretenden como siempre
defender el orden social existente, ser su escudo
ideológico porque la ideología de la
reacción, la ideología del imperialismo ha
caducado, y después acomodarse y seguir
sobreviviendo, mas la perspectiva será diferente, no
como fue antes, se seguirá la ley que Marx
estableció: la religión se irá
disolviendo conforme vaya destruyéndose y
disolviéndose la explotación y la
opresión; y como ellos sirven a clases explotadoras y
la que viene no es una clase explotadora, el Papado no
podrá sobrevivir; y la religiosidad tendrá que
irse disolviendo, entretanto hay que reconocer la libertad
de conciencia religiosa hasta que los hombres, avanzando en
nuevas condiciones objetivas, puedan tener una conciencia
clara, científica y transformadora del mundo. Para
nosotros, en consecuencia, habría que ver, en
síntesis, la "nueva evangelización" dentro de
ese plan de la Iglesia por sobrevivir en las nuevas
condiciones de una transformación que sabe que
necesariamente se viene.
EL DIARIO: De acuerdo a la definición
que hace Ud., Presidente, ¿se podría concluir -o
Ud. podría indicar esto- de que las continuas visitas
del Papa al país tienen alguna relación con la
guerra popular y el apoyo que éste estaría
dando al régimen de García
Pérez?
PRESIDENTE GONZALO: Yo creo que es correcto,
realmente es así. Generalizando, sus visitas a
América tienen que ver con la importancia que
América Latina tiene y sus visitas al Perú
hasta con cómo incluso emplazarnos a deponer las
armas a la vez que bendice las armas genocidas, como lo ha
hecho en reiteradas ocasiones, en las dos veces que ha
venido al Perú.
EL DIARIO: Ahora, Presidente, ¿cuál
sería la actitud del PCP en torno a la teocracia
religiosa cuando este Partido asuma el Poder del Estado en
el país?
PRESIDENTE GONZALO: El marxismo nos ha
enseñado separar Iglesia de Estado, es lo primero que
hacemos; y en segundo lugar, reitero, lo que hacemos es
respetar la libertad de conciencia religiosa de las personas
aplicando el principio plenamente: la libertad de creer como
también la libertad de no creer, la de ser ateo. De
esa manera.
II.
SOBRE EL PARTIDO
EL DIARIO: Y pasando a otro tema tan importante
en esta entrevista que es el Partido, ¿cuáles
considera Ud. que son las lecciones más importantes
del proceso del PCP?
PRESIDENTE GONZALO: Sobre el proceso del Partido y
sus lecciones. Nosotros comprendemos la historia del Partido
en tres partes correlativas con los tres momentos de la
sociedad peruana contemporánea. El primer momento, la
primera parte, la Constitución del Partido. En ella
hemos tenido la suerte de contar con José Carlos
Mariátegui, un marxista-leninista a carta cabal, pero
Mariátegui, como tenía que ser, fue combatido
en vida, fue negado, se abandonó su línea y
nunca se cumplió con el Congreso de
Constitución que él dejara como tarea
pendiente pues el congreso que le llaman de
constitución aprobó -como bien sabemos
_ la llamada línea de "unidad nacional" totalmente
opuesta a las tesis de Mariátegui; así el
Partido va a ir despeñándose en el
oportunismo, sufre la influencia del browderismo al cual
está ligado Del Prado y luego la del revisionismo
contemporáneo. Todo este proceso va a llevarnos a un
segundo momento, el de la Reconstitución del Partido:
ésta es una lucha en síntesis contra el
revisionismo, es un período que comienza a
desenvolverse desde los comienzos de los 60 en forma ya
más clara y más intensa; este proceso va a
llevar a las bases del Partido a unirse contra esa
dirección revisionista y, como dijera antes, a
expulsarla en la IV Conferencia de enero del 64. El proceso
de Reconstitución va a desenvolverse en el Partido
hasta el año 78-79, en torno a esos años va a
terminar este período y se va a entrar a un tercer
momento, el momento de la Dirección de la guerra
popular que es en el cual estamos viviendo.
¿Qué lecciones podríamos sacar? La
primera lección, la importancia de la base de unidad
partidaria y su relación con la lucha de dos
líneas; sin esta base y sus tres elementos [1)
marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo, 2)
programa y 3) línea política general] no
hay sustento para la construcción
ideológico-política del Partido; pero sin
lucha de dos líneas no hay base de unidad partidaria.
Sin una firme y sagaz lucha de dos líneas en el
Partido no puede cogerse firmemente la ideología, no
puede establecerse el programa ni la línea
política general así como tampoco defenderlos,
aplicarlos y menos desarrollarlos. La lucha de dos
líneas para nosotros es fundamental y tiene que ver
con concebir el Partido como una contradicción en
concordancia con el carácter universal de la ley de
la contradicción. Una segunda lección, la
importancia de la guerra popular; un Partido Comunista tiene
como tarea central la conquista del Poder para la clase y el
pueblo; un Partido una vez constituido y considerando las
condiciones concretas tiene que bregar por plasmar esa
conquista y solamente puede hacerlo mediante la guerra
popular. Tercera lección importante es la forja de
una dirección, la dirección es clave; y, una
dirección no se improvisa, requiere de largo tiempo,
dura brega, ardua lucha para forjar una dirección,
particularmente para que sea una dirección de la
guerra popular. Una cuarta lección que
podríamos sacar es la necesidad de construir la
conquista del Poder, porque así como se hace la
guerra popular para conquistar el Poder, hay que
también construir esa conquista del Poder;
¿qué queremos decir?, que hay que generar
organismos superiores a los de la reacción. Creemos
que éstas son importantes lecciones. Una final es el
internacionalismo proletario, en siempre desenvolverse como
parte del proletariado internacional, siempre concebir la
revolución como parte de la revolución
mundial, desarrollar la guerra popular -como dice la
consigna partidaria- sirviendo a la revolución
mundial; ¿por qué?, porque un Partido Comunista
al fin y al cabo tiene una meta final insustituíble:
el comunismo, y a él, como ha sido establecido,
ingresamos todos o no ingresa nadie. Creemos que
éstas son las más saltantes lecciones que
podríamos plantear.
EL DIARIO: Presidente, ¿qué
significado tiene José Carlos Mariátegui para
el Partido Comunista del Perú?
PRESIDENTE GONZALO: Para el PCP Mariátegui
es su fundador, construyó el Partido sobre claras
bases marxista-leninistas, lo dotó en consecuencia de
una posición ideológica clara, para él
el marxismo-leninismo era el marxismo de su época, de
su momento; dotó al Partido de una línea
política general; Mariátegui, el más
grande marxista que ha dado América hasta hoy, nos
dejó su más grande obra en la
conformación del Partido Comunista del Perú.
Nosotros comprendemos muy bien lo que implicó para el
Partido su pérdida, pero debe quedar claro que
él dio su vida misma por plasmar su gran obra; fundar
el Partido le llevó la vida, es lo que queremos
decir; pero no tuvo tiempo para cuajar y desarrollar el
Partido -piénsese que él murió a menos
de 2 años de constituirlo- y un Partido requiere
tiempo para cuajar, desarrollar y para poder cumplir su
tarea histórica.
Quisiéramos precisar algo, ya el año 66
planteamos que nunca se debió abandonar el camino de
Mariátegui y que el problema era retomar su camino y
desarrollarlo, subrayo, desarrollarlo. ¿Por
qué?, por cuanto a nivel mundial el marxismo ya
había entrado a una nueva etapa, la del hoy
maoísmo, y en nuestro propio país se
había desarrollado particularmente el capitalismo
burocrático, esto al margen de la inagotable lucha
del proletariado y del pueblo peruano que nunca han dejado
de luchar; por eso planteamos retomar a Mariátegui y
desarrollarlo. Hemos servido a redescubrir a
Mariátegui y su vigencia en cuanto a leyes generales
porque son las mismas leyes sólo que especificadas en
una nueva circunstancia nacional e internacional, como acabo
de decir; hemos servido a eso.
Pudiéramos decir muchas cosas pero más vale
resaltar, creo, algunas. En el año 75 se
publicó "Retomar a Mariátegui y reconstituir
su Partido"; en ese breve documento demostramos, frente a la
negación de muchos que hoy se dicen mariateguistas,
que Mariátegui era marxista-leninista "convicto y
confeso" como él mismo, con justeza y razón,
dijera; hemos planteado los cinco elementos constitutivos de
su línea política general. Hemos hecho ver que
en Mariátegui se encuentran tesis similares a las del
Presidente Mao, basta recordar cuestiones referentes al
frente único o al importante problema de la
violencia. Mariátegui dice "el Poder se conquista con
la violencia y se defiende con la dictadura", "la
revolución es el parto sangriento del presente" y a
lo largo de muchos años de su gloriosa vida
reiteró persistentemente el papel de la violencia
revolucionaria y de la dictadura; también
decía que por más mayoría que se
pudiera tener en un parlamento podría servir para
licenciar un gabinete pero nunca a la clase burguesa,
sumamente claro; asimismo debemos destacar porque es clave
en su pensamiento: Mariátegui era
antirrevisionista.
Pues bien, hemos lidiado en síntesis por retomar y
desarrollar el camino de Mariátegui. Pero
permítanme decir algo más: sería bueno
preguntar a algunos que hoy se dicen mariateguistas
qué pensaban de Mariátegui, lo negaban, clara
y concretamente; me refiero a los del hoy PUM, sí, a
esos que han provenido de la llamada "nueva izquierda", que
pregonaban la caducidad de Mariátegui pues era cosa
del pasado, así era de simple su argumentación
en esencia. Pero más importante es aún;
éstos y otros ¿son realmente mariateguistas?;
supongamos Barrantes Lingán ¿qué tiene de
mariateguista si es la negación completa de las
claras tesis marxista-leninistas que en su momento sostuvo
Mariátegui con firmeza y decisión?.
Mariátegui nunca fue electorero, planteaba utilizar
las elecciones como campaña de propaganda y
agitación; fueron revisionistas como Acosta quienes
sostuvieron el 45 que esa tesis ya había caducado y
que el problema era ganar curules; y eso es lo que hacen hoy
los falsos mariateguistas, redomados impenitentes del
cretinismo parlamentario.
Nosotros, en síntesis, pensamos así:
Mariátegui es el fundador del Partido, su papel
está definido en la historia, nadie lo podrá
negar jamás y su obra es imperecedera; pero era una
necesidad continuarla, desarrollarla precisamente
prosiguiendo su camino; la prosecución de un fundador
marxista-leninista como era Mariátegui en cuyo
pensamiento hay tesis -reitero- similares a las del
Presidente Mao, es lógicamente ser
marxista-leninista-maoístas como somos nosotros, los
miembros del Partido Comunista del Perú. Nosotros
pensamos que la figura del fundador es un grandioso ejemplo
y tenemos a timbre de orgullo haber sido fundados por
él.
EL DIARIO: Presidente, ¿qué
influencia tuvo José Carlos Mariátegui en el
desarrollo clasista de los trabajadores peruanos?
PRESIDENTE GONZALO: Mariátegui
cumplió una gran tarea en medio de una intensa lucha
y disculpen que abuse de su pregunta para agregar otras
cosas. El ya era marxista antes de ir a Europa, primera cosa
que quisiéramos nos permitan insistir pues siempre se
dice que allí devino marxista; que allí se
desarrollara, eso es otra cosa, obviamente la experiencia
europea le fue sumamente importante. Mariátegui
libró una lucha muy importante en el plano
ideológico; una lucha por lo que él llamaba
socialismo, término que el usaba, según
explicó, porque aquí no estaba manido ni
prostituido como en Europa, pero lo que él
difundía y sostenía era el
marxismo-leninismo.
Libró una lucha política de gran
trascendencia por la conformación del Partido y esto
tiene que ver con un problema que hoy día está
siendo llevado y traído y torcido artera y
burdamente, el problema del debate entre Mariátegui y
Haya de la Torre; la cuestión, en síntesis, es
bien clara: Mariátegui planteó la
formación de un Partido Comunista, de un Partido del
proletariado; Haya de la Torre la formación de un
frente similar al Kuomintang pues alegaba que el
proletariado en el Perú era minúsculo e
inmaduro para poder generar un Partido Comunista,
ésas eran argucias nada más; es bueno tenerlo
en cuenta, pero además el Apra cuando se funda en el
Perú lo hace a semejanza del Kuomintang de Chiang
Kai-shek, esto es, del verdugo de la revolución china
que dio el golpe contrarrevolucionario del año 27,
esto debemos tenerlo muy presente. ¿Por qué
resalto este problema?, porque ahora se nos está
hablando de un haya-mariateguismo, hasta de un
haya-leninismo, ¡absurdo!; Mariátegui sí
fue marxista-leninista, Haya nunca ha sido ni marxista ni
leninista, ¡nunca!, se ha opuesto siempre a las tesis
de Lenin. Esto es necesario destacar porque no se puede
consentir estas infamias que al fin y al cabo no son sino un
frangollo, un engendro para fomentar una alianza de la IU
con el Apra en la actualidad, ése es el fondo, el
resto supercherías bastardas.
Bien, pero voy a su pregunta. Todo esto lo hizo
Mariátegui ligado a la masa, al proletariado, al
campesinado; él está teórica y
prácticamente ligado a la conformación de la
CGTP que es producto de su trabajo, principalmente, pero de
la CGTP que él fundó, de ésa de la
parte final de los años 20, no de la actual cgtp que
es la negación completa de lo que Mariátegui
planteara. Desarrolló también trabajo con el
campesinado; el problema campesino en él es
sustantivo, es el problema de la tierra y en esencia el del
indio como muy bien lo dijera. Asimismo desarrolló
trabajo con intelectuales, como con mujeres y
jóvenes. Mariátegui ha desarrollado pues su
labor ligado a las masas dándoles camino,
estableciendo sus formas orgánicas y actuando
decisivamente para el desarrollo orgánico del
proletariado y del pueblo en el Perú.
EL DIARIO: Seguimos con el mismo tema.
¿Por qué el PCP le da tanta importancia a la
fracción, aquella fracción que
reconstituyó el Partido?
PRESIDENTE GONZALO: Es un tema importante y poco
conocido fuera de las filas del Partido. Comencemos por
esto, Lenin nos planteó el problema de la
fracción concibiéndola como el conjunto de
hombres sólidamente cohesionados para actuar
aplicando los principios en su forma más pura, y que
una fracción debería plantear abiertamente sus
posiciones políticas para llevar la lucha y
desarrollar el Partido; es este concepto leninista que hemos
tomado para formar la fracción. La fracción
comienza a formarse en los inicios de los años 60 y
está ligada a la lucha entre marxismo y revisionismo
a nivel mundial que obviamente repercutió en nuestro
país. La fracción comienza a plantearse el
problema de cómo desenvolver la revolución en
el Perú y va a encontrar estas cuestiones en las
obras del Presidente Mao Tsetung que por entonces comenzaban
a llegar. ¿Qué cuestiones nos planteamos?, nos
planteamos que la revolución en el Perú
necesitaba de un Partido bien sustentado ideológica y
políticamente, que el campesinado era la fuerza
principal en nuestra sociedad en tanto que el proletariado
era la clase dirigente y que el camino que teníamos
que seguir era del campo a la ciudad; así nos hemos
desenvuelto. La fracción ha servido a la lucha contra
el revisionismo de Del Prado y hemos sido parte de todos
aquellos que nos unimos para barrer de las filas del Partido
y expulsar a la camarilla de Del Prado.
La fracción va a seguirse desenvolviendo en una
circunstancia en que en el Partido se dan varias fracciones,
una fracción encabezada por Paredes y otras dos
fracciones que actuaban encubiertamente, no aplicando los
criterios leninistas de fracción sino actuando como
un partido dentro de otro, me refiero a Patria Roja, con su
llamado "grupo Ching-kang", y al autodenominado "grupo
bolchevique"; y la fracción nuestra cuyo centro era
la región de Ayacucho. La fracción se
abocó a plantear cómo -ya habiendo definido
línea en la V Conferencia del año 65-
debería verse el problema de los tres instrumentos de
la revolución; esto va a atizar una lucha interna y
mal conducida, huérfanos de suficiente
cohesión el Partido va a explosionar. Así,
primero va a salir Patria Roja; pero salió expulsada
del Partido por seguir una línea oportunista de
derecha, por negar al Presidente Mao Tsetung, por negar a
Mariátegui, por negar la existencia de
situación revolucionaria en el Perú. Quedaron
tres fracciones.
Luego, en la VI Conferencia del año 69, se
acordó la base de unidad partidaria y la
Reconstitución del Partido, dos problemas que
había planteado la fracción, así como
el año 67 había planteado cuestiones
fundamentales en una reunión de la comisión
política ampliada de entonces; Paredes y su grupo no
estaban de acuerdo con la Reconstitución del Partido
ni con la base de unidad partidaria y montaron un plan para
volar el Partido pues no podían controlarlo,
ése fue su plan siniestro. Se libró una dura
lucha contra ese liquidacionismo de derecha; de esta forma
vamos a quedar dos fracciones: la nuestra y la del
autodenominado "grupo bolchevique", éste va a
desenvolver un liquidacionismo de izquierda, planteaban
posiciones tales como que había estabilidad y en
consecuencia no había situación
revolucionaria, que el fascismo lo destruía todo, que
no se podía hacer trabajo de masas, que había
que formar militancia en seminarios, etcétera.
Esta lucha llevó a que la fracción asuma
sola la Reconstitución del Partido. Lenin dice que
llegado un momento una fracción que es consecuente
tiene que reconstruir el Partido; ésa fue la tarea
que asumió la fracción. Aquí
cabría preguntarse: por qué la fracción
asumió la Reconstitución del Partido, por
qué no se fundó otro como era la moda y lo
sigue siendo hoy. La primera razón, porque el Partido
fue fundado el 28 sobre claras bases marxista-leninistas y
tenía entonces una gran experiencia, experiencia que
está hecha de lecciones positivas y negativas, de
ambas; pero hay algo más, Lenin nos dice que cuando
uno está en un Partido que se desvía, se
desenrumba o despeña en el oportunismo, tiene la
obligación de bregar por reenrumbarlo y no hacerlo es
un crimen político. Así, la fracción
tiene la importancia de haber cumplido ese papel, de haber
servido a la Reconstitución del Partido a partir de
su construcción ideológico-política,
basándose en el maoísmo, que entonces
llamábamos pensamiento maotsetung y en el
establecimiento de una línea política general.
La fracción tiene el gran mérito de haber
reconstituido el Partido y teniéndolo había ya
el instrumento, el "heroico combatiente", el Partido
Comunista de nuevo tipo, marxista-leninista-maoísta,
la vanguardia política organizada, y no la
"organización político-militar" como
erroneamente suelen decir, el Partido necesario para
lanzarse a la conquista del Poder con las armas en la mano a
través de la guerra popular.
EL DIARIO: ¿Qué cambios se han
producido en el Partido con la guerra popular?
PRESIDENTE GONZALO: Lo primero, lo principal, en
base al trabajo anterior la guerra popular nos ha servido
para llegar a comprender el maoísmo como una nueva,
tercera y superior etapa del marxismo; nos ha servido para
desarrollar la militarización del Partido y su
construcción concéntrica; la Guerra Popular ha
servido para forjar un ejército guerrillero popular
pues éste se forjó, se formó
recién en el año 1983.
El Ejército Guerrillero Popular es importante, es
la forma principal de organización correspondiente a
que la guerra popular es la forma principal de lucha; el
ejército guerrillero popular que hemos fundado, y se
desarrolla pujante, está hecho a la luz de las tesis
del Presidente Mao Tsetung y de una muy importante de Lenin
sobre la milicia popular: nos dice que el ejército
puede ser usurpado y manejársele para generar una
restauración, por eso él planteó la
milicia popular la que debía asumir funciones de
ejército, de policía y de
administración, una gran tesis que si bien no la
llegó a plasmar por circunstancias históricas
no quiere decir que no sea importante y válida, y tan
válida es que el propio Presidente Mao se
preocupó bastante por el problema de desarrollar la
milicia popular. Entonces nuestro ejército sale con
esos caracteres, está hecho teniendo en cuenta esas
experiencias pero tiene su peculiaridad; nosotros tenemos
una conformación de tres fuerzas: una fuerza
principal, una fuerza local y una fuerza de base, no tenemos
una milicia independiente sino que ella está en la
base misma del ejército, está hecho con ese
criterio; también podríamos decir que no
podía hacerse el Ejército Guerrillero Popular
de otra manera en nuestras condiciones concretas, pero
realmente fueron los principios los que nos guiaron. Este
ejército, no obstante esos caracteres, ha podido
actuar en toda situación y puede tener los reajustes
y reorganizaciones que sean necesarios.
Otra cuestión derivada de la guerra popular, su
principal logro, es el Nuevo Poder. El problema del Nuevo
Poder lo vemos ligado al problema del frente,
basándonos en lo que el Presidente Mao dice en su
obra Sobre la Nueva Democracia; hemos tenido en cuenta
además la larga y podrida experiencia del frentismo
en el Perú donde se traficó y sigue
traficándose con el frente único, ayer con el
llamado "Frente de Liberación Nacional" y hoy
principalmente con la autodenominada Izquierda Unida y otros
engendros en formación como la cacareada
"Convergencia Socialista". O sea, siempre tenemos en cuenta
los principios y las condiciones concretas de nuestra
realidad; por eso no entendemos por qué se nos dice
dogmáticos, en fin, el papel aguanta todo. Esto nos
ha llevado a formar el Frente Revolucionario de Defensa del
Pueblo; acá hay otra cosa: fuimos nosotros quienes
creamos el primer frente de defensa del pueblo en Ayacucho,
ejemplo que después, como creación heroica,
deformándolo, se apropió Patria Roja para
hacer sus "FEDIP" hasta cuyo nombre es erróneo, pues
si es un frente de defensa del pueblo ¿cómo no
va a defender los intereses del pueblo?. El Frente
Revolucionario de Defensa del Pueblo solamente lo
construimos en el campo y lo concretamos como Poder, como
comité popular y esos comités populares en un
área conforman una base de apoyo y el conjunto de las
bases es lo que llamamos la República Popular de
Nueva Democracia en formación. El problema para las
ciudades lo planteamos mediante la conformación del
Movimiento Revolucionario de Defensa del Pueblo que
también sirve a librar la guerra popular en la
ciudad, a nuclear fuerzas, a socavar el orden reaccionario y
a desenvolverse la aglutinación de las clases en
función de la futura insurrección.
Otros cambios tienen que ver con la forja de la
militancia; obviamente la guerra forja de otra manera,
templa, nos permite encarnar más profundamente la
ideología, generar una militancia más
férrea con el criterio de reto a la muerte o con el
de arrancar a la muerte laureles de victoria. También
podríamos decir que otro cambio en el Partido, ya en
otro plano u otra repercusión, mejor diré,
tiene que ver con la revolución mundial; la guerra
popular ha permitido al Partido mostrar palmariamente
cómo cogiendo el marxismo-leninismo-maoísmo
podemos desenvolver una guerra popular sin estar sujetos a
ningún bastón de mando, a ninguna
superpotencia ni potencia alguna; a cómo es factible
apoyándonos en nuestros propios esfuerzos llevar
adelante la guerra popular. Todo esto ha dado al Partido un
prestigio a nivel internacional como nunca antes ha tenido y
no es ninguna orgullosa afirmación, lejos de nosotros
la fatuidad, es un simple hecho; y nos permite
también servir como nunca antes al desarrollo de la
revolución mundial. De esa manera el Partido mediante
la guerra popular está cumpliendo su papel de Partido
Comunista del Perú.
EL DIARIO: ¿Cómo participan los
obreros y campesinos en el Ejército Guerrillero
Popular?
PRESIDENTE GONZALO: Participa principalmente el
campesinado, pobre en especial, como combatientes y mandos
en los diferentes niveles, de esa manera participan. Los
obreros de igual forma aunque el porcentaje que ahora
tenemos es insuficiente.
EL DIARIO: Presidente, ¿dónde se
desarrolla mós el nuevo Poder, en el campo o en la
ciudad?
PRESIDENTE GONZALO: El Nuevo Poder solamente lo
desarrollamos en el campo, en las ciudades se dará en
la parte final de la revolución. Es problema del
proceso de la guerra popular; creo que si viéramos
guerra popular ahí se puede tratar un poco más
este punto.
EL DIARIO: Presidente, cambiando un poco, en
los documentos del Partido Comunista se plantea que Ud. es
el Jefe del Partido y de la revolución.
¿Qué implicancia tiene y cómo se opone a
la tesis revisionista del culto de la personalidad?
PRESIDENTE GONZALO: Aquí tenemos que
recordar la tesis de Lenin sobre el problema de la
relación masas-clases-Partidos-jefes. Consideramos
que la revolución, el Partido, la clase generan
jefes, generan un grupo de jefes; en toda revolución
ha sido así. Si pensamos, por ejemplo, en la
Revolución de Octubre, tenemos a Lenin, Stalin,
Sverdlov y unos cuantos nombres más, un
pequeño grupo; lo mismo en la revolución
China, también tenemos un pequeño grupo de
jefes: el Presidente Mao Tsetung, y los camaradas Kang
Sheng, Chiang Ching, Chan Chung-chao entre otros. Toda
revolución es así, entonces esto
también se da en la nuestra; no podríamos ser
excepción, acá no vale que toda regla tiene
excepción, acá se trata del cumplimiento de
leyes. Todo proceso, pues, tiene jefes pero tiene un jefe
que sobresale sobre los demás o que encabeza a los
demás, según las condiciones porque no
podríamos ver a todos los jefes con igual
dimensión: Marx es Marx, Lenin es Lenin, el
Presidente Mao es el Presidente Mao, y cada uno es
irrepetible y nadie es igual a ellos.
En nuestro Partido, revolución y guerra popular,
el proletariado ha generado también un conjunto de
jefes por necesidad y casualidad históricas, en el
sentido de Engels; es una necesidad que se generen jefes y
un jefe, pero quiénes lo sean en concreto lo define
la casualidad, o sea el conjunto de condiciones
específicas que se concretan en un lugar y momento
determinados. Así también en nuestro caso se
ha generado una Jefatura; primero fue reconocida en el
Partido, en la Conferencia Nacional Ampliada de 1979; pero
esta cuestión encierra una cuestión
básica insoslayable que merece destacar: no hay
Jefatura que no se sustente en un pensamiento, cualquiera
sea el grado de desarrollo que el mismo tenga. El que haya
devenido quien habla en jefe del Partido y de la
revolución, como dicen los acuerdos, tiene que ver
con la necesidad y la casualidad histórica y,
obviamente, con el pensamiento gonzalo; nadie sabe
qué es lo que la revolución y el Partido
pueden hacer con cada uno de nosotros, y cuando tal cosa se
especifica lo único que cabe es asumir la
responsabilidad.
Nos hemos movido dentro de la tesis de Lenin que es justa
y correcta; el problema del culto a la personalidad es una
posición revisionista. Ya Lenin nos advirtió
contra el problema de la negación de los jefes,
así como destacó la necesidad de que la clase,
el Partido, la revolución promuevan a sus propios
dirigentes, más dirigentes a jefes y a Jefatura. Hay
una diferencia que vale resaltar, dirigente es un cargo
orgánico en tanto que jefes y Jefatura los entendemos
como reconocimiento de autoridad partidaria y
revolucionaria, adquirida y probada en larga brega, de
quienes en la teoría y la práctica demuestran
que son capaces de encabezarnos y guiarnos hacia el avance y
la victoria en la consecución de nuestros ideales de
clase.
Jruschov levantó el problema del culto a la
personalidad para combatir al camarada Stalin, pero
ése fue un pretexto como sabemos todos, en el fondo
era para combatir la dictadura del proletariado. Hoy mismo
Gorbachov vuelve a enarbolar el culto a la personalidad,
como también lo hicieron los revisionistas chinos Liu
Shao-chi y Teng Siao-ping. Es en consecuencia una tesis
revisionista que apunta en esencia contra la dictadura del
proletariado y contra las jefaturas y jefes del proceso
revolucionario general para descabezarlo. En nuestro caso a
dónde apuntaría en concreto, a descabezar la
guerra popular; nosotros no tenemos aún dictadura del
proletariado sino un Nuevo Poder que se desenvuelve
según normas de nueva democracia, o de dictadura
conjunta de obreros, campesinos y progresistas. En nuestro
caso apunta pues, principalmente, a descabezar; y bien sabe
la reacción y sus sirvientes por qué lo hacen,
porque no es fácil generar jefes y jefatura. Y una
guerra popular, así como se desarrolla en el
país, necesita de jefes y de una Jefatura, de alguien
que la represente y la encabece y de un grupo capaz de
comandarla indoblegablemente. En síntesis, el culto a
la personalidad es una siniestra tesis revisionista, que no
tiene nada que ver con nuestra concepción sobre jefes
que se ciñe al leninismo.
EL DIARIO: ¿Qué significado tiene
para Ud. y su Partido la celebración del I Congreso
del Partido Comunista del Perú?
PRESIDENTE GONZALO: Volviendo a esto
quisiéramos decir algunas cuestiones. Reiteramos es
un hito de victoria; es cumplir con una deuda pendiente que
incluso el propio fundador estableciera. Hemos celebrado el
Primer Congreso del Partido Comunista del Perú.
¿Qué implica esto? Reafirmamos que ninguno de
los 4 congresos habidos hasta el 62, época en la cual
nos desenvolvíamos dentro del Partido de entonces,
ninguno de ellos es un congreso marxista, ninguno de ellos
se ha ceñido estrictamente a la concepción del
proletariado. Por eso nuestro Congreso es marxista para
resaltar lo que acabo de decir; pero
desenvolviéndonos en el momento histórico en
que estamos, el Congreso es
marxista-leninista-maoísta, porque el maoísmo
es la tercera, nueva y superior etapa, y es, al fin y al
cabo, la principal de las tres. Pero también es
pensamiento gonzalo porque el Congreso se sustenta en ese
pensamiento que ha sido generado en el proceso de
aplicación de la verdad universal, del
marxismo-leninismo-maoísmo, a la situación
concreta de nuestra realidad. Por todo esto es un "Congreso
marxista, Congreso marxista-leninista-maoísta,
pensamiento gonzalo".
Este Congreso nos ha permitido hacer un balance de todo
el proceso seguido y sacar las lecciones positivas y
negativas. Este Congreso nos ha permitido sancionar la base
de unidad partidaria conformada con sus tres elementos: 1)
la ideología, el marxismo-leninismo-maoísmo,
pensamiento gonzalo, 2) el programa y 3) la línea
política general, con su centro la línea
militar. El Congreso también ha logrado sentar
sólidas bases para la conquista del poder en
perspectiva, reitero en perspectiva.
El Congreso solamente lo hemos podido cumplir en medio de
la guerra popular, y decimos esto porque ya en 1967 nos
planteamos realizar el quinto congreso y el 76 nos
planteamos hacer el Congreso de la reconstitución.
Durante varios años hicimos intentos, sin embargo no
los pudimos plasmar, ¿por qué?; expresa lo que
se ha visto en muchos partidos, que cuando se preparan para
ingresar a la lucha armada, a tomar las armas, se enzarzan
en grandes luchas intestinas que llevan a divisiones, a
voladuras. Y así se frustra el desarrollar la
conquista del Poder con las armas en las manos. Esto nos
llevó en el año 78 a posponer el congreso para
realizarlo cuando estuviéramos en plena guerra
popular; hicimos un razonamiento sencillo y simple, estando
en guerra quién se iba a oponer a la guerra popular;
un congreso y un partido con las armas en las manos, con una
guerra popular pujante, cómo podría haber
quienes se opusieran a desarrollar la guerra popular, ya no
podrían generarnos ningún daño.
El Congreso ha desarrollado otras situaciones, ha hecho
ver y comprender más profundamente el proceso de la
guerra popular, y particularmente la necesidad de construir
la conquista del Poder. También el Congreso ha dado
un salto en la lucha y eso es bueno; y es necesario decirlo
con claridad, aunque algunos lo quieran mal entender, pero
en fin, estamos curados de malas interpretaciones, de
elementos extraños y no revolucionarios. En el
Congreso se ha definido que la lucha de dos líneas en
el Partido se desenvuelve contra el revisionismo como
peligro principal.
Esto merece una pequeña explicación. En el
Partido no hay una línea oportunista de derecha; en
estos momentos se dan solamente actitudes, ideas, criterios
y hasta posiciones de derecha aislados. Pero precisamente
profundizando el problema, el Congreso ha concluido que
plantearnos combatir el revisionismo como peligro principal
es la mejor forma como el Partido puede prevenirse y
conjurar y que en él pueda expresarse una
línea oportunista de derecha que sería
revisionista.
El Presidente Mao demandó preocuparse siempre por
el revisionismo, porque ése es el peligro principal
que tiene la revolución en el mundo. De esta manera
también nos compaginamos con la situación
fuera de nuestras filas, pues toda expresión que
pueda darse en el Partido de actitudes, ideas, criterios y
posiciones de corte derechista tienen que ver con la
dinámica ideológica; con la repercusión
de la lucha de clases, de las campañas del Estado
reaccionario, con la propia acción del revisionismo
en el país, con las contrarrevolucionarias
actividades del imperialismo, especialmente con la contienda
entre las dos superpotencias y la siniestra labor del
revisionismo a nivel mundial. De esta manera el Partido, nos
vacuna, nos prepara y elevamos la guardia; y así,
aplicando una firme y sagaz lucha de dos líneas en el
seno del pueblo, porque reitero no hay línea
oportunista de derecha, podemos evitar que pudiera
presentarse una línea revisionista. Lo dicho puede
ser mal interpretado, pero hay que decir las cosas y
enseñar al pueblo; a nosotros el Congreso nos arma y
manda ¡Cuidarse del revisionismo! y ¡Combatirlo
implacablemente! doquiera se presente, comenzando por
conjurar y combatir cualquier expresión que se
pudiera dar del mismo en el propio Partido. Y así
estamos mejor armados para combatir el revisionismo fuera de
nuestras filas y a nivel mundial. Este es uno de los puntos
más importantes del Congreso.
El Congreso nos ha dado una gran unanimidad; sí
unanimidad, pues nos ceñimos a lo que demandaba
Lenin: un partido para enfrentar situaciones complejas y
difíciles, como las que enfrentamos diariamente,
más en momentos decisivos en los cuales nos estamos
desenvolviendo y nos desenvolveremos, debe tener unanimidad.
Hay que desplegar lucha para tener una línea clara,
definida, e igual comprensión, para tener unidad
férrea y golpear contundentemente. Eso nos ha dado el
Congreso también, unanimidad pero lograda, insisto, a
través de la lucha de dos líneas. Así
es como actuamos; y ¿por qué es así?,
reitero una vez más, el Partido es una
contradicción y la contradicción tiene dos
aspectos en lucha, así es y de eso nadie puede
escapar.
Nuestro Partido entonces está hoy más unido
que nunca, y más unido por las altas tareas que tiene
que acometer con resolución y firmeza. En otro plano,
el Congreso, obviamente, seleccionó el Comité
Central, y si es Primer Congreso tenemos el Primer
Comité Central. El Congreso nos ha dado todas estas
cosas y, finalmente, como bien sabemos todos, es el nivel
supremo de un partido, lo que ahí se ha sancionado ha
quedado convalidado al nivel orgánico más
elevado. Hoy día todo nos hace más fuertes,
más unidos, más decididos, más
resueltos; pero hay algo que vale destacar nuevamente: el
Congreso es hijo del Partido y de la guerra, sin la guerra
popular no se hubiera cumplido esa tarea histórica
pendiente casi 60 años desde la fundación en
el 28, pero lo importante está en que el Congreso
potencia el desarrollo de la guerra popular, le devuelve a
la guerra popular con creces lo que ha hecho por su
plasmación. La guerra popular ahora es más
fuerte y se potenciará mucho más que ayer.
Por todo esto el Congreso para nosotros, miembros del
Partido Comunista del Perú, es un hito imperecedero
de victoria y estamos seguros que quedará estampado
en nuestra historia partidaria. Esperamos de él
grandes resultados que sirvan al proletariado del
Perú y al pueblo peruano, que sirvan al proletariado
internacional, a las naciones oprimidas y a los pueblos del
mundo.
EL DIARIO: Algunos señalan que la
realización del Primer Congreso del PCP, por las
mismas condiciones en que se realizó, de intensa
guerra popular, significó un duro golpe para las
fuerzas reaccionarias, ¿qué nos dice de
esto?
PRESIDENTE GONZALO: Nos parece que ésa es
una certera opinión que demuestra como hay en este
país una clase y un pueblo que entienden lo que
estamos haciendo, lo que el Partido está haciendo;
para nosotros es un gran reconocimiento que nos lleva a
esforzarnos más por ser merecedores de esa confianza,
de esa esperanza.
EL DIARIO: ¿El Partido Comunista del
Perú se habría depurado antes de la
realización del Congreso?
PRESIDENTE GONZALO: No, en nuestro caso la fuerte
depuración que hemos tenido ha sido para iniciar la
guerra popular, en el IX Pleno del año 79; ahí
dimos dura lucha contra una línea oportunista de
derecha que se oponía a iniciar la guerra popular,
fue ahí que se produjeron expulsiones y una
depuración del Partido; pero como está bien
establecido la depuración fortalece y nos
fortalecimos, la prueba es que ingresamos a la guerra
popular y ya estamos llevándola ocho años. En
el Congreso no ha habido tal depuración.
EL DIARIO: Muchos se preguntan y no entienden
¿dónde radica la fortaleza y decisión del
militante del PCP? ¿Será acaso su sólida
formación ideológica?. ¿Cómo se da
este proceso en la militancia?
PRESIDENTE GONZALO: La fortaleza de los militantes
del Partido realmente se sustenta en la formación
ideológica y política; se sustenta en que los
militantes abrazan la ideología del proletariado y su
especificación, el marxismo-leninismo-maoísmo,
pensamiento gonzalo, el programa y la línea
política general y su centro la línea militar.
A partir de esto se desarrolla la fortaleza de la
militancia. Una cosa que nos preocupó bastante para
el inicio de la guerra popular fue la militancia; en la
preparación de la guerra popular nos planteamos
cómo templar la militancia y nos impusimos altas
exigencias: romper con la vieja sociedad, dedicación
cabal y completa a la revolución y dar nuestra vida;
es muy expresivo recordar la Plenaria del Comité
Central del año 80 y la escuela militar, al
término de estos eventos toda la militancia hizo un
compromiso, todos asumimos ser iniciadores de la guerra
popular, fue un compromiso solemne que luego se hizo en todo
el Partido.
¿Cómo se da este proceso? Parte primero de
cómo se va forjando cada uno de los futuros
militantes, antes de serlo, en la lucha de clases; cada uno
va participando en la lucha de clases, va avanzando, va
trabajando más cercanamente a nosotros, hasta que
llega el momento en que uno individualmente toma la gran
resolución de pedir su ingreso al Partido,
éste analiza sus condiciones, sus méritos,
también sus limitaciones porque todos las tenemos, y
le otorga la militancia si la merece. En el Partido comienza
ya la formación ideológica sistemática;
es en él que nos vamos haciendo comunistas, es
él que nos va haciendo comunistas. La circunstancia
de los últimos años tiene como
característica que la militancia se templa en la
guerra; y más quienes ingresan lo hacen a un Partido
que dirige la guerra, por tanto, si ingresan es para
desenvolverse como comunistas primero y principalmente, como
combatientes del Ejército Guerrillero Popular y como
administrador en el caso que corresponda en los niveles del
Nuevo Estado que organizamos.
Entonces la guerra popular es otro elemento de mucha
importancia que coadyuva a la forja de la militancia.
Sintetizando, si bien partimos de lo
ideológico-político, la guerra misma va
forjando al militante, en esa ardorosa fragua, según
el Partido nos va modelando; y así vamos avanzando
todos nosotros y sirviendo. Sin embargo, siempre tenemos una
contradicción entre la línea roja que prima en
nuestra cabeza y la línea contraria, se dan las dos
pues no hay comunista ciento por ciento; y en nuestra mente
se libra la lucha de dos líneas y esta lucha es clave
también para la forja de la militancia, apuntando a
que siempre prime en nosotros la línea roja. Eso es
lo que buscamos.
Así se está forjando la militancia; y los
hechos muestran el grado de heroísmo revolucionario
al que son capaces de llegar los militantes, así como
otros hijos del pueblo.
EL DIARIO: ¿Ud. considera que una de las
expresiones más elevadas del heroísmo de la
militancia del PCP se haya dado en los penales el 19 de
Junio de 1986?
PRESIDENTE GONZALO: Es una alta expresión,
sí; pero consideramos que el más alto
heroísmo revolucionario derrochado a raudales se
expresó al enfrentar el genocidio de los años
83 y 84, cuando enfrentamos a las fuerzas armadas que
recién entraban; ése ha sido hasta hoy el
mayor genocidio masivo, y en él se han dado
grandiosos ejemplos de combatividad popular lo que es vital
y principal y, además, se da una expresión
masiva de heroísmo, de entrega, de dar la vida y no
solamente de los comunistas, sino de campesinos, de obreros,
de intelectuales, de hijos del pueblo; ahí se dio la
más grande muestra de heroísmo revolucionario
masivo y nuestra más grande forja también.
Entonces podrían decirnos por qué toman el
19 de junio como "Día de la Heroicidad". El 19 es una
fecha que muestra ante nuestro pueblo y el mundo lo que son
capaces de hacer comunistas firmes y revolucionarios
consecuentes, porque no solamente han muerto comunistas, la
mayor parte han sido revolucionarios. De ahí que
deriva como símbolo porque hay una fecha
específica, en tanto que el genocidio general son dos
años, son muchos hechos dispersos; el 19 es un solo
hecho de gran repercusión y ejemplo que
estremeció el Perú y el mundo. Por eso hemos
tomado el 19 de junio como "Día de la
Heroicidad".
EL DIARIO: Presidente, ¿cómo el PCP
puede sostener materialmente el gigantesco aparato
partidario, incluyendo el Ejército Guerrillero
Popular?
PRESIDENTE GONZALO: Creo que esto merece algunas
precisiones. Sobre el Partido, el Presidente Mao nos
enseña, como lo han enseñado siempre Marx,
Lenin y los grandes marxistas, que el partido no es partido
de masas, que el partido tiene carácter de masas;
carácter de masas en tanto que siendo el partido una
organización selecta, una selección de los
mejores, de los probados, de los que tienen madera como
decía Stalin, siendo pocos numéricamente en
proporción a la inmensa masa, el partido defiende los
intereses del proletariado, asume el interés de clase
del proletariado en tanto asume la emancipación del
proletariado que solamente llegará con el comunismo.
Pero como en la revolución actúan otras clases
que conforman el pueblo, el partido también defiende
sus intereses en consonancia con que el proletariado
solamente puede emanciparse emancipando a los demás
oprimidos, de otra forma no puede emanciparse.
Por eso el partido tiene carácter de masas pero el
partido no es de masas; el partido de masas del cual tanto
se está hablando hoy no es sino expresión, una
vez más, de podridas posiciones revisionistas; son
esos partidos de adherentes, de funcionarios, esas
máquinas organizativas. Nuestro Partido es un partido
de militantes, de dirigentes, una máquina de guerra
tal como demandara el propio Lenin. Bien, creo que en
refuerzo de esto podemos pensar cuántos bolcheviques
había cuando triunfó la revolución de
Octubre: 80 mil en un país de 150 millones de
habitantes.
El partido es un sistema de organizaciones y obviamente
tiene necesidades. La formación de un ejército
que es numéricamente mucho más grande,
más amplio, también tiene necesidades.
Cómo resolver el problema, también el marxismo
nos ha enseñado y el Presidente Mao en especial. El
PCCh por instrucción del Presidente Mao Tsetung
concluyó que el apoyo económico que se daba a
los partidos era un corrosivo y que era un criterio
revisionista porque un partido debe apoyarse en las propias
fuerzas; esto es lo que hemos seguido, apoyarnos en las
propias fuerzas. Apoyarnos en las propias fuerzas tiene que
ver con las necesidades económicas pero
principalmente, a nuestro entender, tiene que ver con
cómo orientarse ideológica y
políticamente, y partiendo de eso es que podemos ver
cómo asumir las necesidades económicas que
siempre se presentan; sería erróneo decir que
no existen.
Pues bien, basándonos en estos criterios hemos
resuelto el problema y lo seguiremos resolviendo
apoyándonos en las masas; son las masas de nuestro
pueblo, es el proletariado, nuestra clase, porque ésa
es nuestra clase, a ella nos debemos, a ella le servimos, es
nuestro campesinado principalmente pobre, es la
intelectualidad, la pequeña burguesía, los
avanzados, los revolucionarios, los que quieren la
transformación radical, la revolución en un
término, quienes sustentan al Partido, principalmente
el campesinado y el proletariado, ellos son los que
sustentan. Y si más allá vamos, el campesinado
pobre principalmente es el que se quita un mendrugo de la
boca para darnos, el que nos da un pedazo de su manta, el
que nos da un lugarcito en su choza, es ése el que
nos sostiene, nos apoya y nos da hasta su propia sangre,
como también la da el proletariado, como
también la dan los intelectuales; así es como
nos estamos desenvolviendo. Nos basamos en eso.
Este problema nos lleva a las siguientes cuestiones.
Partir de este fundamento nos permite tener independencia,
no depender de bastón de mando alguno porque en el
comunismo internacional se acostumbró a bastón
de mando, Jruschov era un campeón del bastón
de mando, como lo es hoy Gorbachov o como lo es Teng, ese
siniestro personaje; independencia porque cada Partido
Comunista tiene que decidir él mismo porque es
responsable de su revolución, lo cual no implica
desligarse de la revolución mundial sino precisamente
para servirla. Esto nos permite autodecisión, el
decidir por nosotros mismos. El presidente Mao decía
así: muchos consejos se nos dieron, algunos buenos y
algunos malos, los buenos los aceptábamos, los malos
los rechazábamos; pero si hubiéramos aceptado
un principio erróneo la responsabilidad no hubiera
sido de quien nos lo dio sino de nosotros mismos. ¿Por
qué?, porque tenemos autodecisión, se
compagina con la independencia y eso nos lleva al
autosostenimiento, a tener que basarnos en nuestras propias
fuerzas.
¿Quiere decir esto que desconocemos el
internacionalismo proletario?, no, al contrario, somos
practicantes fervientes y consecuentes del internacionalismo
proletario; y, estamos convencidos del apoyo que nos brindan
el proletariado internacional, las naciones oprimidas, los
pueblos del mundo, los propios partidos u organizaciones que
se mantienen fieles al marxismo cualquiera sea su grado de
desarrollo, y reconocemos que lo primero que nos dan, su
primer apoyo es su propia lucha; la propaganda o las
celebraciones que hacen es un apoyo que va ganando
opinión pública y así se va expresando
el internacionalismo proletario; también está
en los consejos que nos dan, en las opiniones que vierten
pero, insisto, nosotros somos los que tenemos que decidir si
los aceptamos o no, si son justos bienvenidos, obviamente,
porque entre partidos tenemos obligación de ayudarnos
más en estos tiempos difíciles y
complejos.
Entonces, reiterando, toda la lucha que libran el
proletariado, las naciones oprimidas, los pueblos del mundo,
los partidos y organizaciones firmes y fieles al marxismo,
toda esa lucha es la primera gran ayuda concreta del
internacionalismo proletario. Sin embargo, la más
grandiosa ayuda que tenemos es el inmarcesible
marxismo-leninismo-maoísmo, la ideología del
proletariado internacional, lo que ha generado la clase
obrera en largos decenios y miles de combates en todo el
mundo; ésa es la más grandiosa ayuda que
recibimos porque es la luz, sin esa luz nuestros ojos no
verían nada, pero con esa luz nuestros ojos pueden
ver y nuestras manos actuar. Así vemos este problema
y así avanzamos.
EL DIARIO: Presidente, podría estar de
más hacerle esta pregunta, pero quisiéramos
saber su opinión respecto a qué piensa Ud. de
los partidos revisionistas que viven de las fundaciones
internacionales y de las grandes potencias imperialistas y
del socialimperialismo.
PRESIDENTE GONZALO: Que han traicionado la
revolución mundial y traicionan la revolución
en cada país, a la clase y el pueblo, porque servir a
superpotencias o potencias imperialistas, servir al
revisionismo especialmente al socialimperialismo, ir tras
bastón de mando, ser fichas de ajedrez en el juego
por el dominio del mundo es traicionar a la
revolución.
III.
GUERRA POPULAR
EL DIARIO: Presidente, ahora hablemos de la
guerra popular. ¿Qué significa la violencia para
el Presidente Gonzalo?
PRESIDENTE GONZALO: En cuanto a la violencia
partimos de un principio establecido por el Presidente Mao
Tsetung: la violencia es una ley universal sin
excepción alguna, quiero decir la violencia
revolucionaria; esa violencia es la que nos permite resolver
las contradicciones fundamentales con un ejército y a
través de la guerra popular. ¿Por qué
partimos de la tesis del Presidente Mao? porque creemos que
con él el marxismo se ha reafirmado y ha llegado a
establecer que no hay excepción alguna; Marx ya nos
planteó la violencia como partera de la historia que
sigue siendo plenamente válida y grandiosa; Lenin nos
planteó la violencia, y nos habló del
panegírico de la violencia revolucionaria hecho por
Engels; pero ha sido el Presidente quien nos ha dicho que es
una ley universal sin excepción alguna, por eso
partimos de esa tesis. Es una cuestión sustantiva del
marxismo porque sin violencia revolucionaria no se puede
sustituir una clase por otra, no se puede derrumbar un viejo
orden para crear uno nuevo, hoy un nuevo orden dirigido por
el proletariado a través de partidos comunistas.
El problema de la violencia revolucionaria es una
cuestión que cada vez más se pone sobre el
tapete, así los comunistas y revolucionarios tenemos
que reafirmarnos en nuestros principios. El problema de la
violencia revolucionaria es cómo concretamos la
guerra popular; para nosotros la cuestión es que el
Presidente Mao Tsetung al establecer la guerra popular ha
dotado al proletariado de su línea militar, de su
teoría y práctica militar de validez
universal, por tanto, aplicable en todas partes según
las condiciones concretas.
El problema de la guerra lo vemos así: la guerra
tiene dos aspectos, uno de destrucción y otro de
construcción, principal es el de construcción,
y no ver de esa manera es socavar la revolución,
debilitarla. Por otro lado, desde que el pueblo toma las
armas para derrumbar el viejo orden, desde ese momento la
reacción busca aplastarlo, destruirlo, aniquilarlo y
usa todos los medios disponibles en sus manos, llegando al
genocidio; en nuestro país lo hemos y estamos viendo
y veremos aún más hasta demoler el caduco
Estado Peruano.
En cuanto a la llamada guerra sucia preferiría
simplemente plantear que se nos imputa que la fuerza armada
reaccionaria ha aprendido de nosotros la tal guerra sucia;
esa imputación es una clara expresión de no
entender lo que es una revolución, es no entender
qué es una guerra popular. La reacción aplica
a través de sus fuerzas armadas y represivas en
general el querer barrernos y desaparecernos. ¿Y por
qué razón?, porque nosotros queremos lo mismo
para ellos, barrerlos y desaparecerlos como clase; ya
Mariátegui decía que solamente destruyendo,
demoliendo el viejo orden se podía generar un nuevo
orden social. Nosotros enjuiciamos, en último
término, estos problemas a la luz del principio
básico de la guerra establecido por el Presidente
Mao: el principio de aniquilar las fuerzas del enemigo y
preservar las propias; y sabemos muy bien que la
reacción ha aplicado, aplica y aplicará el
genocidio, de eso estamos sumamente claros. Y, en
consecuencia se nos plantea el problema de la cuota; la
cuestión de que para aniquilar al enemigo y preservar
las propias fuerzas y más aún desarrollarlas
hay que pagar un costo de guerra, un costo de sangre, la
necesidad del sacrificio de una parte para el triunfo de la
guerra popular.
En cuanto al terrorismo. Se nos imputa que somos
terroristas; solamente quisiera responder de esta manera
para que todos reflexionemos. ¿Ha sido o no el
imperialismo yanqui y particularmente Reagan quien ha
tildado de terrorismo a todo movimiento revolucionario,
sí o no?. Así se pretende desprestigiar y
aislar para aplastar, es lo que sueñan; pero no
sólo el imperialismo yanqui y las demás
potencias imperialistas combaten el llamado terrorismo,
también lo hacen el socialimperialismo, el
revisionismo y hoy el propio Gorbachov plantea unirse para
luchar contra el terrorismo. Y no es simple coincidencia que
en el VIII Congreso del Partido del Trabajo de Albania,
Ramiz Alía se dedique también a
combatirlo.
Pero será muy útil que todos recordemos lo
que Lenin escribiera: "¡Vivan los iniciadores del
Ejército Popular revolucionario! Esto no es ya un
complot contra un personaje cualquiera odiado, no es un acto
de venganza, no es una salida provocada por la
desesperación, no es un simple acto de
'amedrentamiento', no: esto es el comienzo, bien meditado y
preparado, calculado desde el punto de vista de la
correlación de fuerzas, es el comienzo de las
acciones de los destacamentos del ejército
revolucionario". "Afortunadamente, han pasado los tiempos en
que por falta de un pueblo revolucionario 'hacían' la
revolución terroristas revolucionarios aislados. La
bomba ha dejado de ser el arma del 'petardista' individual y
ha pasado a ser elemento necesario del armamento del
pueblo".
Ya Lenin nos enseñaba que los tiempos
habían cambiado, que la bomba pasó a ser arma
de combate de la clase, del pueblo; que ya no era una
conjura, una acción individual aislada, sino la
acción de un Partido, con un plan, con un sistema,
con un ejército. Así las cosas,
¿dónde está el imputado terrorismo?;
infamia pura.
Finalmente, debe tenerse muy presente que en la guerra
contemporánea, en especial, es precisamente la
reacción quien usa el terrorismo como uno de sus
medios de lucha y lo es, como está probado hasta la
saciedad, una cotidiana forma de lucha de las fuerzas
armadas del Estado peruano. Visto lo anterior podemos
concluir que quienes juzgan con desesperación porque
la tierra tiembla bajo sus pies, quieren imputar terrorismo
para ocultar la guerra popular, pero ésta es tan
estremecedora que ellos mismos reconocen que tiene
dimensión nacional y que ha devenido en el
problema principal que enfrenta el Estado Peruano, y
qué terrorismo es así, ninguno; y más
aún ya no pueden negar que un Partido Comunista
dirige la guerra popular. Pero en estos momentos hay quienes
comienzan a recapacitar; no hay que poner cruces anticipadas
a nadie, hay quienes pueden avanzar. Otros, como Del Prado,
jamás.
EL DIARIO: ¿Cuáles son las
particularidades de la guerra popular en el Perú y
cómo se diferencia de otras luchas del mundo, en
América Latina y el MRTA?
PRESIDENTE GONZALO: Es una buena pregunta. Les
agradezco porque sirve para ver una vez más el
supuesto "dogmatismo". Hay incluso quienes dicen que mal
aplicamos al Presidente Mao en una época que ya no
corresponde; en fin, tanto parlotean que cabe preguntar si
sabrán de qué hablan entre otros el
condecorado senador especialista en violencia.
La Guerra Popular se aplica universalmente, según
el carácter de la revolución y se especifica
en cada país, de otra manera no puede hacerse. En
nuestro caso, las particularidades son muy claras. Es una
lucha que se libra en campo y ciudad así fue
establecido ya el año 68, en el esquema para la
guerra popular. Allí ya tenemos una diferencia, una
particularidad, es en campo y en ciudad. Creemos que tiene
que ver con específicas situaciones nuestras,
América Latina por ejemplo tiene ciudades
proporcionalmente más grandes que las que tienen
otros continentes. Es una realidad de América Latina
que no se puede desconocer, basta ver la capital del
Perú que tiene un alto porcentaje poblacional.
Así para nosotros la ciudad no podía ser
dejada de lado y también tenía que
desenvolverse la guerra en ella, pero lo principal es la
lucha en el campo, la de la ciudad es complemento necesario.
Ahí tenemos ya una particularidad, hay otra.
Nosotros al ingresar a la guerra popular nos vamos a
enfrentar a las fuerzas policiales ésa fue la
realidad, porque recién el año 82, en
diciembre, ingresan las fuerzas armadas; no quiere decir que
antes no hayan estado cumpliendo un papel de apoyo, lo han
estado haciendo, aparte de estudiar el proceso que
desenvolvíamos. Es una particularidad, porque
generamos vacío en el campo y tuvimos que crear Nuevo
Poder sin haber derrotado grandes fuerzas armadas porque
éstas no habían ingresado y si lo hicieron, si
ingresaron, fue porque creamos Poder Popular. Esa fue la
situación política concreta que se dio en el
país. Si no lo hubiéramos hecho aplicando a
rajatabla lo que dice el Presidente Mao Tsetung
estaríamos sentados esperando que las fuerzas armadas
ingresaran. Nos hubiéramos empantanado. Otra
particularidad fue la conformación del
ejército al cual ya me referí.
Todas éstas son particularidades; nos hemos
referido ya a campo y ciudad, a cómo hacer la guerra,
al ejército, a cómo se da el Nuevo Poder y el
propio Partido militarizado es otra particularidad. Son
situaciones específicas que corresponden a nuestra
realidad, a la aplicación del
marxismo-leninismo-maoísmo, de la teoría del
Presidente Mao sobre la guerra popular a las condiciones de
nuestro país. Esto nos diferencia de otras luchas,
sí.
¿Por qué nos diferenciamos de otros?, porque
hacemos la guerra popular, eso nos diferencia de otras
luchas de América Latina. En Cuba no se hizo guerra
popular, pero también tuvo sus particularidades que
se las han olvidado adrede; antes dijeron que fue un caso
excepcional -dijo Guevara- el no ingreso del imperialismo
norteamericano y luego lo olvidaron. Aparte de que
ahí no hubo Partido Comunista que dirigiera; son
cuestiones del cubanismo y sus cinco caracteres de:
insuficiente diferenciación de clases que demandaba
de redentores para redimir a los oprimidos,
revolución socialista o caricatura de
revolución, frente único pero sin
burguesía nacional, no necesidad de base de apoyo y
la ya anotada no necesidad de Partido; lo que hoy estamos
viendo en América Latina no es sino un desarrollo de
esas mismas posiciones, sólo que cada vez más
al servicio del socialimperialismo y su contienda con el
imperialismo yanqui por la hegemonía mundial,
Centroamérica lo demuestra palmariamente. El MRTA, de
lo poco que conocemos, está dentro de esos
criterios.
Finalmente otra cuestión que nos diferencia, y
disculpen que insista, es que independencia,
autodecisión y autosostenimiento; otros no lo tienen
por eso son fichas de ajedrez, nosotros no. Y una
trascendental diferencia, nos sujetamos al
marxismo-leninismo-maoísmo, otros no. En
síntesis, la gran diferencia, la diferencia
fundamental está en el punto de partida, en la
ideología de la cual partimos, nosotros del
marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente
maoísmo aplicado a las condiciones específicas
de nuestro país, e insisto he ahí una vez
más, con claras particularidades que demuestran la
falsedad del supuesto dogmatismo que nos imputan y que
incluso lo hacen por mandato de sus amos.
EL DIARIO: Presidente, ¿entonces el MRTA
estaría jugando un papel contrarrevolucionario en el
país?
PRESIDENTE GONZALO: El MRTA tiene posiciones que
deben hacer pensar; por ejemplo, la tregua que le dio al
Apra, según dijeron hasta que golpeara al pueblo,
pero todos sabemos que el mismo día que García
Pérez asumió la presidencia reprimía a
las masas en la propia capital de la república. En
octubre del 85, genocidio en Lurigancho. ¿Era el pueblo
golpeado o no? y ¿cuánto tiempo esperaron para
terminar su tregua? Son cosas que uno tiene que
preguntarse.
EL DIARIO: Siendo tan importante la Base de
Apoyo, ¿cómo ésta se construye en el
país?. ¿Qué piensa Ud. de la
insurrección y cómo preparan a las
ciudades?
PRESIDENTE GONZALO: La base de apoyo es lo medular
de la guerra popular, sin ella no se la puede desenvolver.
Me he referido antes a cuál fue la circunstancia
específica que se nos presentó en la segunda
mitad del año 82. Desarrollamos la parte final de la
campaña de desplegar, apuntamos a destruir relaciones
semifeudales de explotación, apuntamos contra el
gamonalismo que es la base del poder del Estado y lo
será en tanto no lo barramos; seguimos golpeando y le
dimos contundentes y humillantes derrotas a las fuerzas
policiales, no lo digo yo, lo han dicho periodistas del
Expreso por ejemplo, creo que impecables de posición
revolucionaria. Entonces, habiendo generado vacío de
Poder en el campo, se nos planteó el problema, de
¿qué hacer? y resolvimos crear comités
populares, o sea dictaduras conjuntas, un Nuevo Poder; nos
planteamos hacerlos clandestinos, porque luego
tendría necesariamente que ingresar la fuerza armada,
eso lo sabíamos. Esos Comités Populares se han
centuplicado, los que están en un área forman
una base de apoyo y el conjunto de éstas la
República Popular de Nueva Democracia en
formación. De esta manera es como surgieron los
comités, las bases y está en formación
la RPND.
Cuando ingresó la fuerza armada, tuvimos que
desarrollar una dura lucha: ellos aplicaron el
restablecimiento del viejo poder, nosotros aplicamos el
contrarrestablecimiento para volver a levantar el Nuevo
Poder.
Se produjo un genocidio altamente cruento e
inmisericorde; hemos peleado ardorosamente. La
reacción y las fuerzas armadas en concreto, creyeron
que el 84 ya nos habían derrotado, me remito a
documentos que ellos conocen muy bien porque son suyos y
donde se decía incluso que ya no éramos
peligro, sino que el peligro era el MRTA; pero el resultado
cuál ha sido, que los comités populares y las
bases de apoyo se multiplicaron, eso nos ha llevado
posteriormente ya a desarrollar las bases, eso es en lo que
estamos hoy.
En cuanto a la insurrección, creo que es un
problema sumamente importante. En el caso de un país
como el nuestro, la situación revolucionaria en
desarrollo permitió iniciar la guerra popular,
teniendo ya Partido reconstituido y una ideología
clara; el propio desarrollo de las bases, el desarrollo del
Ejército Guerrillero Popular y el de la guerra
popular, van generando el impulso y desenvolvimiento mayor
de la situación revolucionaria.
Así, teniendo en cuenta lo que dice el Presidente
Mao todo esto lleva a lo que él denomina auge, lo que
en términos de Lenin es crisis revolucionaria.
Llegados a ese momento es que se produce la
insurrección; ésa es la teoría de la
guerra popular y es en la que estamos incursos y
desenvolviéndonos. Pues bien, entonces, nuestro
proceso de la guerra popular tiene que llevarnos al auge, en
consecuencia tenemos que preparar la insurrección que
viene a ser, en síntesis, la toma de las ciudades.
Nosotros pensamos y preparamos la insurrección porque
es una necesidad, sino no podríamos triunfar en todo
el país.
El problema de la ciudad qué nos plantea. Hemos
desarrollado trabajo en las ciudades y en el campo,
sí, hace muchos años lo hemos hecho. Ha tenido
un giro y un cambio con la guerra popular, cierto. La
situación nuestra ahora nos lleva a cómo ir
preparando la ciudad o las ciudades para generalizar. Esto
tiene que ver con desarrollar el trabajo de masas, pero en y
para la guerra popular; lo hemos hecho y lo seguimos
haciendo, el problema está en que hemos empezado a
desenvolverlo más. Pensamos que nuestra acción
en las ciudades es indispensable y tiene que impulsarse cada
vez más y más porque ahí está
concentrado el proletariado y no podemos dejarlo en manos
del revisionismo ni del oportunismo.
En las ciudades, existen las barriadas, las inmensas
masas barriales. Nosotros desde el año 76 tenemos una
directriz para el trabajo en las ciudades. Tomar barrios y
barriadas como base y proletariado como dirigente,
ésa es nuestra directriz y la seguiremos practicando,
ahora en condiciones de guerra popular.
A qué masas apuntamos, claramente se ve. De lo
antedicho se deriva nítidamente que las inmensas
masas de barrios y barriadas son como cinturones de hierro
que van a encerrar al enemigo y que retienen a las fuerzas
reaccionarias.
La clase obrera tenemos que irla ganando más y
más hasta que ella y el pueblo nos reconozcan.
Tenemos una clara idea, la de que se requiere tiempo y
reiterados hechos para que la clase vea, comprenda y se
reafirme en que tal es su vanguardia, en que el pueblo vea
que tiene un centro que lo dirige. Tienen ese derecho
¡por todo cuánto han estafado a las masas!, al
proletariado, a las barriales, a la pequeña
burguesía, a la intelectualidad, ¡cuánta
esperanza frustrada! Hay que pensar que tienen derecho a
exigir, claro que lo tienen y nosotros la obligación
de trabajar y hacerles ver y demostrarles que somos
realmente su vanguardia y que la reconozcan.
Nosotros diferenciamos entre ser vanguardia y ser
vanguardia reconocida. La clase tiene ese derecho y nadie
puede negárselo, el pueblo tiene ese derecho y nadie
puede negárselo. Así pensamos. No creemos que
de la noche a la mañana el proletariado y el pueblo
nos van a reconocer como su vanguardia y único
centro, porque eso es lo que tenemos que ser para poder
cumplir la revolución como corresponde. Entonces
tenemos que hacer un trabajo tesonero e imprimir en el
trabajo de masas formas diferentes, formas distintas que
aprendan de la propia guerra popular, que aprendan el valor
del arma, la importancia del fusil. El Presidente Mao nos
dice que el campesinado tiene que aprender la importancia
del fusil, es una realidad; entonces trabajamos de esa
manera, cumplimos nuevas formas y así vamos
desenvolviendo el trabajo de masas en y para la guerra
popular.
Tiene que ver también con otra circunstancia, otra
situación, con el Movimiento Revolucionario de
Defensa del Pueblo, porque la clave del mismo es el Centro
de Resistencia, lo decimos con toda claridad; son otras
formas orgánicas , otras formas de lucha las que
corresponden a una guerra popular, no pueden ser las
usuales, no pueden ser, son de otra manera, eso es lo
concreto. Desarrollamos en consecuencia Partido,
Ejército Guerrillero Popular y Movimiento
Revolucionario de Defensa del Pueblo, así como
organismos generados para los diversos frentes del
trabajo.
Necesitamos acicatear la combatividad, que se exprese la
potencialidad de la masa, la potencialidad de la clase.
Veamos una cuestión: Hoy tenemos grandes alzas, por
qué es que no hay una protesta popular, quién
ata a las masas; Lenin nos decía, la marcha hace
temblar a la reacción, cuando la clase marcha en las
calles la reacción tiembla, eso es lo que nosotros
queremos aplicar, lo que nos enseña el
marxismo-leninismo-maoísmo. La clase nace y se
desarrolla combatiendo y el pueblo igual; lo que necesitamos
es ir sintetizando las propias experiencias de la masa, del
pueblo, ir estableciendo sus formas orgánicas, sus
formas de lucha y que vayan cogiendo en sus manos formas
cada vez más desenvueltas y crecientes de lucha en
ciudad, así se van formando.
Qué pensamos; la cosa es clara, el centro
está en el campo pero para la insurrección se
cambia el centro, el centro pasa a ser la ciudad y para eso
incluso así como al comienzo se desplaza combatientes
y comunistas de las ciudades al campo, después hay
que desplazar del campo a la ciudad; también se da y
así vamos traspasando el peso y preparando la
insurrección. Tenemos que ir viendo condiciones para
que converjan la acción del Ejército
Guerrillero Popular con la acción insurreccional en
las ciudades, o en una o en varias. Eso es lo que
necesitamos.
La insurrección apunta a la captura de las
ciudades para rematar la guerra popular en todo el
país; pero tiene que buscar la preservación de
los medios productivos que la reacción querrá
destruir, proteger a los revolucionarios prisioneros de
guerra o revolucionarios conocidos que ellos quieran
aniquilar, así como también cazar a los
enemigos para ponerlos a buen recaudo, y eso es lo que se
nos enseñó y es una insurrección; Lenin
nos enseñó cómo se armaba una
insurrección y el Presidente Mao nos ha
enseñado cómo es la insurrección en la
guerra popular, así es como la vemos y la preparamos.
Es el camino que tenemos que seguir y que estamos
siguiendo.
Una cosa hay que tener bien claro, la insurrección
no es una simple explosión espontánea, no, eso
sería peligroso, sin embargo puede darse, por eso es
que tenemos que preocuparnos desde ahora por la
insurrección y lo hacemos. Pensamos que hay quienes
puedan querer usar la guerra popular en su beneficio. Hemos
analizado ya en un evento del Comité Central, hace
buen tiempo, posibilidades y una de ellas es que el
revisionismo u otros generen "insurrecciones" o para hacer
abortar el proceso de desarrollo o para ganar posiciones y
servir a su amo socialimperialista o a cualquier potencia
que los mande porque muchos centros pudieran querer
utilizarnos.
EL DIARIO: Presidente, ¿qué
haría el Partido en esas circunstancias?
PRESIDENTE GONZALO: En esas circunstancias lo que
hizo Lenin, decir a las masas que no es el momento, pero si
las masas se lanzan pelear con ellas, para juntos poder
hacerlas replegarse adecuadamente y sufran lo menos posible
y si morimos con ellas soldamos más nuestras sangres.
Eso fue lo que Lenin nos enseñó en las famosas
luchas de julio del 17; porque no podemos decir a las masas
que están mal y que los hechos las hagan entender;
no, no podemos decir eso, la masa es la masa, la clase es la
clase y si no están bien enrumbadas y las condiciones
las desesperan y las lanzan a situaciones o incluso hay
quienes las lanzan adrede, tenemos que estar con ellas para
juntos hacerles ver la inoportunidad pero combatiendo con
ellas, ayudarles a replegarse en la mejor forma posible, y
entonces verán que estamos con ellas en las buenas y
en las malas y será la mejor manera de que entiendan,
comprendan y se convenzan más que somos su Partido.
Así actuaríamos.
EL DIARIO: Presidente, una pregunta, y cuando
Ud. habla de las formas de lucha en la ciudad,
¿qué papel le asigna a los sindicatos?
PRESIDENTE GONZALO: El que le asignó Marx
en "Pasado, presente y futuro de los sindicatos". Marx nos
decía en el siglo pasado, los sindicatos al comienzo
han sido simple agremiación para defenderse
económicamente, ése es su pasado; su presente
es ya organizarse más y desarrollarse
políticamente y su futuro servir a la conquista del
Poder. Eso ya nos dijo Marx; entonces el problema
cuál es, cómo combinamos las dos luchas, la
lucha por la reivindicación que es una guerra de
guerrillas como nos dijo el propio Marx: la lucha por el
salario, por la jornada, las condiciones de trabajo y otros
derechos que desarrolla la clase, el proletariado y el
pueblo y se lanza a una huelga es una guerra de guerrillas
en la cual no solamente lucha por una cuestión
concreta económica o política, si es de
interés general, sino que se está preparando
para los grandes momentos por venir y ésa es su
esencia histórica fundamental; entonces nuestro
problema cuál es, compaginar la lucha reivindicativa
con la conquista del Poder, a eso le llamamos desarrollar el
trabajo de masas en y para la guerra popular.
EL DIARIO: Presidente, Ud. habló de la
crisis revolucionaria, ¿Ud. cree que a corto plazo se
vislumbra esta situación?
PRESIDENTE GONZALO: La cuestión es el
triunfo de la guerra popular y tiene que ver,
principalmente, con cuanto más y mejor luchemos; y la
insurrección, como ya dijera, es el remate que
debemos preparar y estamos haciéndolo seriamente,
prever posibilidades de que otros quieran traficar con ella,
es algo que tenemos que pensar; pero el problema principal
es la oportunidad de la insurrección, calcular el
momento oportuno.
EL DIARIO: ¿Por qué el Partido
Comunista del Perú inició la guerra popular el
80?, ¿cuál es la explicación militar e
histórica de este hecho?, ¿cuál fue el
análisis social, económico y político
que hizo el PCP para iniciar esta guerra?
PRESIDENTE GONZALO: Hemos investigado el
país, y lo hemos estudiado particularmente de la II
guerra mundial en adelante y vimos que el proceso de la
sociedad peruana entraba a situaciones complejas. Los
propios análisis estatales mostraban que la
década del 80 tenía cuestiones
críticas. En el Perú se ve que cada 10
años se da una crisis en la segunda mitad de la
década y cada crisis es peor que la anterior. Luego
hemos analizado el capitalismo burocrático,
éste madura la revolución, las condiciones de
la revolución. El año 80 tenía que
entregarse el gobierno a través de elecciones, eso
iba a requerir más o menos entre año y medio a
dos años para que el nuevo gobierno pudiera armar el
manejo del Estado. Así concluimos: el capitalismo
burocrático había madurado la
revolución, se presentaba la difícil
década del 80, la crisis, un gobierno por elecciones,
etc; y todo daba una coyuntura muy favorable para iniciar la
guerra popular y que desmiente el criterio de que no se
puede iniciar lucha armada o en nuestro caso guerra popular
cuando hay un nuevo gobierno; los hechos han demostrado la
falsedad de esa posición. Eso fue lo que calculamos,
así como la situación en que entraba el nuevo
gobierno, que los militares salían después de
12 años y fácilmente no podrían asumir
una lucha inmediata contra nosotros, ni podrían de
inmediato retomar el timón del Estado, porque se
habían desgastado políticamente y
desprestigiado; eran hechos concretos, una realidad.
Nosotros ya habíamos planteado desde antes que la
participación en la Constituyente era incorrecta; que
sólo cabía el boicot, porque participar en la
Constituyente era simplemente servir a la
reestructuración del Estado Peruano y a que se diera
una constitución como la que tenemos; y todo eso era
previsible, no había nada que no se pudiera prever en
este caso; por tanto nos planteamos ya desde antes sentar
bases para el inicio, arrancar antes de que comenzara el
nuevo gobierno y así lo hemos hecho puesto que
comenzamos el 17 de mayo, un día antes de las
elecciones.
Como lo hemos hecho, pensamos que en esas condiciones
podríamos desenvolver nuestra acción y llegar
hasta desplegarla y avanzar lo más que
pudiéramos pensando en que en la segunda parte del
decenio tenía que darse una crisis más grave
que la anterior y, por tanto, mejores condiciones para
avanzar. Sobre estas consideraciones se planificó el
inicio de la guerra popular, pero dicen que no hemos pensado
sino aplicado dogmáticamente, ¿en qué?;
hay quienes hablan de dogmas siendo beatos que comulgan con
ruedas de molino.
Por eso escogimos ese momento, los hechos nos han
confirmado; era obvio que Belaúnde, y también
lo ventilamos, tendría un temor: el golpe de Estado y
por tanto restringiría a la fuerza armada; ¿era
difícil de prever?, no, por la experiencia que tuvo
el año 68; eran cosas calculables y se nos ha
enseñado a calcular, a analizar, a sopesar,
así nos han enseñado, el Presidente ha sido
muy exigente en esos problemas sobre todo en cuanto se
refiere a preparación. Creemos que los hechos nos han
confirmado, dos años y no pudieron entrar las fuerzas
armadas; ¿fue así o no?. Hoy día nos
están diciendo que habían quemado la
información de Inteligencia que tenían; en
fin, el nuevo gobierno tendría problemas para armar
su administración y los hechos lo han demostrado;
luego ha venido la crisis; han entrado los militares con
contingentes mayores cada vez y lidiando con ellos varios
años estamos más pujantes, vigorosos y en
desarrollo. Esas fueron las razones de iniciar el 80 y los
hechos demuestran que no erramos o, por lo menos, no erramos
en los grandes lineamientos que es en lo que no hay que
errar.
EL DIARIO: Teniendo en cuenta que en la guerra
son dos las estrategias que se enfrentan,
¿podría Ud. explicar cómo se ha
especificado el proceso de desarrollo de sus planes
militares, logros y qué problemas han tenido?
PRESIDENTE GONZALO: Nosotros partimos de una
situación. Cada clase genera su forma
específica de guerra y por tanto su estrategia; el
proletariado ha creado la suya: la guerra popular y es una
estrategia superior, la burguesía nunca podrá
tener una estrategia superior a ésa, más, no
habrá estrategia más desarrollada que la del
proletariado; es un problema de comprobación del
proceso militar del mundo, cada clase siempre generó
su forma de hacer la guerra y su estrategia, y siempre la
estrategia superior ha vencido a la inferior y la nueva
clase siempre tiene la estrategia superior y la guerra
popular lo es, las pruebas lo demuestran. Hay tratadistas
militares que dicen así: los comunistas cuando han
aplicado sus principios nunca han perdido una guerra,
solamente la han perdido cuando no han aplicado sus
principios.
Por tanto, partimos de eso, que tenemos una estrategia
superior como teoría probada universalmente, nuestro
problema era cómo hacer la nuestra, ahí
está el problema, entonces se da el margen al yerro.
Lo primero que nos planteamos fue eso, la no
aplicación mecánica de la guerra popular
porque el Presidente Mao Tsetung nos ha advertido que la
aplicación mecánica lleva al oportunismo y
lleva a la derrota. En el año 80 que fue cuando
decidimos iniciar, nos planteamos en el Comité
Central del Partido tener muy presente la aplicación
específica, no al dogmatismo, no al mecanicismo, esos
fueron los planteamientos, de eso partimos. Bien,
aquí podemos resaltar el primer problema que tuvimos;
el primer problema que hemos tenido ha sido la lucha
antagónica contra una línea oportunista de
derecha que se oponía a iniciar la guerra popular,
ése es el primer problema que hemos tenido; lo
finiquitamos en su parte fundamental en el IX Pleno y sus
saldos los barrimos cabalmente en el Pleno de febrero del
80; ése ha sido el primer problema que hemos tenido,
de ahí pues que se dio esta depuración de la
cual hablábamos antes, y hemos tenido que podar
fuertemente al propio Comité Central, así es,
pero fue como nos fortalecimos y pudimos ingresar a iniciar.
Ya teníamos el esquema para librar una guerra en
campo y ciudad.
El primer plan que nos vamos a proponer fue el del
Inicio. El Buró Político fue encomendado de
definir cómo desarrollar las acciones armadas y fue
el organismo que presentó el plan partiendo de
destacamentos en cuanto a forma militar; ese plan lo
cumplimos el 80, pero debemos decir que a las dos semanas de
iniciar hubo una reunión del Buró
Político ampliado para analizar cómo
habíamos comenzado y se concluyó que lo nuevo
había nacido y lo nuevo era la guerra popular, eran
las acciones armadas, eran los destacamentos. Luego
desenvolvimos el plan de Desplegar, este plan fue más
largo, abarcó dos años pero se cumplió
en varias campañas, es al término del mismo
que se concretan las nuevas formas de Poder, surgen los
Comités Populares.
A fines del 82 ingresan las fuerzas armadas; ya con
anticipación de más de un año, el
Comité Central había estudiado el ingreso de
las fuerzas armadas y definió que sería
progresivo hasta sustituir a las fuerzas policiales que
pasarían a segundo plano y así ha sido, de
otra manera no podía ser en esa situación. Nos
habíamos preparado y, no obstante esto, vamos a tener
un segundo problema, repercutió el ingreso de la
fuerza armada; ellos entraron aplicando genocidio desde el
comienzo, formando mesnadas y usando masas presionadas
poniéndolas delante, como parapeto; esto debe decirse
con claridad, ahí se ve no solamente la
política de usar masas contra masas, una vieja
política reaccionaria ya vista por Marx, sino el
cobarde uso de las masas: ponerlas delante de ellos; las
fuerzas armadas no tienen de qué gloriarse, por eso
con razón les hemos dicho experta en derrotas y
diestra en cebarse en masa desarmada, ésas son las
fuerzas armadas del Perú. Frente a esto tuvimos una
sesión ampliada del CC, muy amplia en concurrencia y
tiempo, ha sido una de las más largas, en ella se
establece el Plan de Conquistar Bases, se creó el
Ejército Guerrillero Popular para responder a una
fuerza que obviamente tenía más nivel que la
policial; ahí fue que nos planteamos también
el problema del Frente-Estado, entre ótros.
Así surge un segundo problema, el problema de
enfrentar el genocidio, es el genocidio de los años
83 y 84, está en los documentos del Partido; no
será necesario abundar, pero sí queremos
resaltar que fue un genocidio bárbaro e
inmisericorde; creyeron que así "nos iban a barrer
del mapa" y tan cierto es que a finales del 84 comenzaron a
distribuir, entre sus oficiales, su documentación
sobre aniquilamiento. La lucha ha sido intensa, dura, han
sido momentos complejos y difíciles.
Frente al uso de mesnadas y la acción militar
reaccionaria respondimos contundentemente con una
acción: Lucanamarca, ni ellos ni nosotros la
olvidamos, claro, porque ahí vieron una respuesta que
no se imaginaron, ahí fueron aniquilados más
de 80, eso es lo real; y lo decimos, ahí hubo exceso,
como se analizara en el año 83, pero toda cosa en la
vida tiene dos aspectos: nuestro problema era un golpe
contundente para sofrenarlos, para hacerles comprender que
la cosa no era tan fácil; en algunas ocasiones, como
en ésa, fue la propia Dirección Central la que
planificó la acción y dispuso las cosas,
así ha sido. Ahí lo principal es que les dimos
un golpe contundente y los sofrenamos y entendieron que
estaban con otro tipo de combatientes del pueblo, que no
éramos los que ellos antes habían combatido,
eso es lo que entendieron; el exceso es el aspecto negativo.
Entendiendo la guerra y basándonos en lo que dice
Lenin, teniendo en cuenta a Clausewitz, en la guerra la masa
en el combate puede rebasar y expresar todo su odio, el
profundo sentimiento de odio de clase, de repudio, de
condena que tiene, ésa fue la raíz; esto ha
sido explicado por Lenin, bien claramente explicado. Pueden
cometerse excesos, el problema es llegar hasta un punto y no
pasarlo porque si lo sobrepasas te desvías; es como
un ángulo, hasta cierto grado puede abrirse,
más allá no. Si a las masas les vamos a dar un
conjunto de restricciones, exigencias y prohibiciones, en el
fondo no queremos que las aguas se desborden; y lo que
necesitábamos era que las aguas se desbordaran, que
el huayco entrara, seguros de que cuando entra arrasa pero
luego vuelve a su cauce. Reitero, esto está explicado
por Lenin perfectamente; y así es cómo
entendemos ese exceso. Pero, insisto, ahí lo
principal fue hacerles entender que éramos un hueso
duro de roer, y que estábamos dispuestos a todo, a
todo.
Marx nos ha enseñado: no se juega a la
insurrección, no se juega a la revolución;
pero cuando uno enarbola la insurrección, cuando uno
toma las armas, no arría la bandera, la mantiene
victoriosa hasta el triunfo, sin arriarla jamás;
así nos enseñó y ¡no importa
cuánto nos cueste!. Bien, Marx pues nos ha armado,
así como Lenin y, principalmente, el Presidente Mao
Tsetung nos enseña lo que es cuota, lo que es
aniquilar para preservar, lo que es mantener la bandera en
alto, pase lo que pase. Y, decimos, así, con esa
decisión, hemos sobrepasado ese siniestro, vil,
cobarde y bárbaro genocidio; porque alguien -ese que
funge de presidente- habla de barbarie sin sonrojarse,
cuando es un aspirante a Atila, jugando con sangre
ajena.
¿Hemos pasado momentos difíciles?, sí;
pero, ¿qué ha demostrado la realidad?: que si se
persiste, se mantiene la política al mando, se
mantiene la estrategia política, se mantiene la
estrategia militar, se tiene un plan claro, definido,
entonces se avanza, y se es capaz de enfrentar cualquier
baño de sangre (para el baño de sangre nos
comenzamos a preparar desde el año 81, porque
tenía que venir; así que ya estábamos
preparados ideológicamente, eso es lo principal).
Todo esto llevó a que crecieran nuestras fuerzas y se
multiplicaran. Ese ha sido el resultado; se cumple lo que
dijo el Presidente: Sueña la reacción cuando
quiere ahogar en sangre la revolución, sepa que la
riega, y es una ley inexorable. Entonces esto mismo nos
reafirma en cómo tenemos que ser cada vez más
fieles, firmes, resueltos en los principios y tener siempre
confianza inalterable en las masas.
Así, salimos fortalecidos con un Ejército
mayor, con más Comités Populares y Bases de
Apoyo y con más Partido; todo lo contrario de lo que
imaginaron. Ya hemos hablado, creo, de los sueños de
sangre de la reacción, no son sino eso, sueños
de sangre que al fin y al cabo terminan siendo pesadillas.
Pero insisto, persistiendo en los principios y combatiendo
con el apoyo de las masas, principalmente del campesinado
pobre, es que hemos podido afrontar esa situación; es
ahí cuando se ha expresado ese heroísmo del
cual hablé antes, ese heroísmo masivo.
Posteriormente vamos a desenvolver un nuevo plan, el Plan
de Desarrollar Bases, en el cual estamos. ¿Qué
podemos decir? Si uno ve estos problemas, creo que debemos
tener en cuenta una lección: todo plan se aprueba, se
aplica y se hace su balance en medio de lucha de dos
líneas y esa lucha es más intensa cuando tiene
que aprobarse un nuevo plan; ésa es una realidad, es
una lección, la tenemos muy en cuenta y nos ha
adoctrinado bastante y nos ha enseñado mucho,
así es. Al fin y al cabo, la guerra popular genera un
altísimo grado de unidad pero en medio de intensa
lucha; sí, porque pese a enfrentar problemas,
situaciones complejas y difíciles, pese a los
reflejos externos, la dinámica ideológica,
quienes están empeñados en la guerra popular
tienen su vida dada a la revolución, y un comunista
tiene su vida dedicada al comunismo aunque no lo vea porque
realmente no lo hemos de ver, yo al menos no lo he de ver,
pero ése no es el problema, no ver la meta por la
cual bregamos solamente nos lleva a una reflexión,
tomar los grandiosos ejemplos que nos ha dado el marxismo;
en tiempos de Marx él sabía que no
vería el triunfo de la revolución y ¿a
qué lo llevó?, a redoblar más su
esfuerzo para el avance de la revolución. Son
lecciones que hemos sacado y nos hemos guiado por esos
grandiosos ejemplos. Insisto una vez más no implica
comparación alguna, es sólo tomar las
estrellas polares siempre como rumbo, como guía.
Bien, si pensamos en la lucha armada, en la guerra
popular, podemos decir que el inicio nos permitió
desenvolver la guerrilla porque en el inicio pasamos de
destacamento a pelotón y así abrimos las
guerrillas; el plan de Desplegar nos dio los Comités
Populares; el de Conquistar Bases nos ha dado Bases de Apoyo
y un amplio ámbito, es bueno recordar: hemos tomado
como columna vertebral para desenvolver la guerra y
conquistar el Poder en todo el país la
serranía, sí, la Sierra de nuestra patria y
hemos cubierto un ámbito que va de una frontera a la
otra, de Ecuador a Bolivia y Chile; pero también
hemos desarrollado el trabajo en la ceja de Selva, en las
cabeceras de la Costa y a su vez en las ciudades. Hoy
podemos decir que tenemos cientos de Comités
Populares y múltiples Bases; claro que hay una
principal y en cada zona también.
Finalmente, de los planes cabía decir, hemos
aprendido cómo manejar la guerra con un plan
estratégico único aplicando el principio de
centralización estratégica y
descentralización táctica; nosotros manejamos
la guerra mediante un plan único con partes, por
campañas, con planes estratégico-operativos,
planes tácticos y planes concretos para cada
acción; pero la clave de todo es el plan
estratégico único, es lo que permite manejar
la guerra como una unidad y eso es clave en la
dirección de la guerra popular. Creo que eso es lo
que podría decir.
EL DIARIO: Presidente, en estos ocho
años de guerra popular, ¿qué resultado ha
obtenido la estrategia antisubversiva y cuáles son
sus problemas actuales?
PRESIDENTE GONZALO: Es una pregunta que
preferiría responderla de esta manera, en
síntesis, la propia reacción dice que fracasan
y siguen fracasando, ellos lo saben muy bien. "A
confesión de parte, relevo de pruebas", utilizando un
término de abogados.
EL DIARIO: ¿Cuándo cree Ud. que el
Ejército Guerrillero Popular estará en
condiciones de desarrollar guerra convencional, de defensa
de posiciones territoriales y de un abierto enfrentamiento
con las fuerzas armadas? ¿Está este tipo de
lucha en los planes del PCP?
PRESIDENTE GONZALO: Sobre estos problemas hemos
meditado, discutido y establecido lineamientos
partidariamente, ya sobre esto tratamos desde el año
81, lo hemos hecho también en otras ocasiones. Hemos
partido de cómo el Presidente Mao Tsetung concibe la
guerra popular a partir de la contradicción, son dos
aspectos que contienden: uno parte débil y otro
transitoriamente fuerte y tiene que transcurrir un tiempo de
defensiva estratégica, uno segundo de equilibrio
estratégico y uno tercero de ofensiva
estratégica. Nosotros aún nos desenvolvemos
dentro de la defensiva estratégica y, en esas
condiciones, la guerra de guerrillas sigue siendo nuestra
forma principal, una guerra de guerrillas generalizada,
amplia tanto en campo como en ciudad, siendo el campo lo
principal y la ciudad complemento, y combatimos casi en todo
el país. Esto en cuanto a en qué momento
estamos.
La guerra de movimientos, dentro de los términos
del Presidente Mao Tsetung, la estamos comenzando a
desenvolver y se desenvolverá más, conforme la
reacción necesariamente tenga que llevar una guerra
contrasubversiva más desarrollada; pero aún en
ese caso tendremos que seguir librando la guerra de
guerrillas como la principal y una guerra de movimientos
como complemento y en ella sí caben algunas
modalidades específicas de guerra de posiciones como
está escrito en "Sobre la guerra prolongada".
Pensamos que al potenciarse la guerra popular tiene que
darse necesariamente una elevación de la guerra
contrasubversiva y va a tener como centro el genocidio y
esto nos va a llevar en perspectiva al equilibrio
estratégico, en el entendimiento, claro está,
de que persistamos en tener una línea
ideológica y política justas y correctas y
tener en consecuencia, una línea militar justa y
correcta y nosotros las tenemos. Así persistiendo en
todo esto, más los planes siniestros que están
elaborando y que llevarán al genocidio, en el cual
quieren comprometer al pueblo peruano porque se sienten
impotentes, pueblo que no podrá seguirlos porque no
puede ir contra sus intereses de clase, van a llevar al
equilibrio estratégico, insisto, en el entendimiento
de mantener la corrección y la justeza en lo
ideológico, en lo político, en lo militar y
todas sus derivaciones. Es ahí dónde tenemos
que plantearnos el problema de cómo desenvolver la
guerra popular para la toma de ciudades y preparar la parte
referente a la ofensiva estratégica. Más por
hoy no podríamos plantear.
EL DIARIO: Para potenciar la guerra, como Ud.
refiere ¿es necesario potenciar el armamento del
Ejército Guerrillero Popular? ¿Cómo
piensan resolver esto?
PRESIDENTE GONZALO: Sí, éste es un
elemento. Permítannos partir de una cuestión,
siempre nos hemos acostumbrado y persistimos en partir de
nuestros principios, así es como iluminados por ellos
podemos resolver nuestros problemas concretos. El Presidente
Mao Tsetung nos dice que lo principal es el hombre, el arma
es útil; entonces, nuestro problema especialmente
apunta al hombre, al fortalecimiento ideológico y
político, a la construcción
ideológico-política del ejército en
este caso, así como a su construcción militar.
De ahí partimos.
En cuanto a lo referente a las armas, el Presidente nos
decía que las armas las tiene el enemigo, en
consecuencia el problema es arrancárselas y, eso es
lo principal; y las armas modernas son necesarias pero
funcionan según la ideología del hombre que
las maneja, eso ya nos enseñó Lenin. Podemos
afirmar que estamos desarrollando las emboscadas y la fuerza
armada sabe muy bien cómo se están
desenvolviendo y los duros golpes que han sufrido, me
refiero solamente a una relacionada con Cayara, la emboscada
de Erusco, son 25 soldados aniquilados, sólo uno se
ha salvado herido. Por eso su bárbara respuesta
genocida; los hechos no son como los están pintando y
conste que han movido grandes fuerzas, y no han podido
cazarnos y conste también que nos llevamos las armas;
y, ellos muy bien que lo saben y no volamos un solo carro
sino los dos carros porque fue minado todo un
kilómetro de carretera y no tenían escapatoria
posible; lo que nos ha presentado en la televisión y
periódico ese que funge de presidente y los que han
ido en esa llamada "Comisión" son, como se dice,
"muñequitos en el aire", "dibujitos en el agua". En
consecuencia, hace tiempo ya ha comenzado el creciente
traspaso de armas de ellos a nosotros y ellos tienen la
obligación de traérnoslas, es su
obligación y llevárnoslas a donde estemos y
hay que reconocer, comienzan a cumplir. ¿Por qué
planteamos así? porque los hemos desperdigado, los
hemos abierto en diversos puntos y los hemos hecho asentarse
pasivamente, están como un elefante enfangado en un
lodazal por tanto más fácilmente golpeables,
esto debe pensarlo seriamente el ejército, la fuerza
armada en general.
Lo que estoy diciendo no es sino aplicación de lo
que el Presidente Mao enseñó cuando dijo que a
Chiang Kay-shek, al término de la guerra,
había que darle un premio por haberse comportado como
buen furriel, como un buen portador de las armas. Así
que eso ya comenzó y la fuerza armada lo sabe muy
bien; y el plan que traman, todo lo que maquinan, la gran
ofensiva que quieren llevar adelante, bienvenida sea, pues
no impedirán el traspaso de armas y fracasarán
porque no van a lograr mover al pueblo peruano en contra de
sus propios intereses, y ellos son la reacción
más negra y podrida hoy manejada por este gobierno
aprista, fascista, corporativo encabezado por un genocida
vil y miserable. El pueblo peruano, lo demostró la
historia, no sigue al fascismo y no se deja corporativizar,
eso ya se ha establecido y el problema no es de hoy, tiene
décadas en el Perú. Entonces, las armas del
enemigo, arrancándoselas, son nuestra principal
fuente.
La humilde dinamita, además, seguirá
cumpliendo un buen papel y las minas son armas del pueblo y
nosotros, por principio, buscamos las armas más
simples que toda la masa pueda manejar porque la guerra
nuestra es masiva sino no es popular y la nuestra lo es.
Bien, esto lleva a una segunda cuestión, la
elaboración de medios; estamos esforzándonos
por avanzar en la confección de medios y ya ellos,
también conocen muy bien, las notificaciones directas
en Palacio de Gobierno, lanzadas con morteros hechos con
nuestras propias manos, con las manos del pueblo, no lo
dicen pero lo sabemos.
El otro medio usual es el de la compra, porque son tres
las formas: la principal arrancárselas al enemigo, la
segunda confeccionarlas y el tercero comprarlas. En esto se
tiene problemas por el alto costo de las armas y nosotros
llevamos adelante la guerra popular más
económica de la Tierra, así es porque tenemos
muy escasos medios que son los que las masas nos proveen.
Reitero una vez más. ¿Cómo resolver el
problema? Lenin decía que tiene que conquistarse
armas en grandes cantidades, cualquiera sea el costo que tal
cosa demande y ya hablé de lo que el Presidente Mao
nos enseñó. Esto es lo que nosotros
aplicamos.
EL DIARIO: ¿Prevé Ud. que con el
triunfo y avance de la revolución que Ud. dirige se
desencadenará una invasión militar
norteamericana? ¿qué haría en ese momento
el PCP?
PRESIDENTE GONZALO: Si bien, ya está
interviniendo el imperialismo yanqui, en concreto sobre la
pregunta diríamos esto. Estados Unidos puede
movilizar a países colindantes, no olvidemos que
incluso hay pendientes reclamos territoriales y problemas
fronterizos, pese a que se callan insisto; y, bien sabemos
el papel que tiene asignado Brasil; puede a su vez
intervenir directamente, con sus propias tropas y ya tienen
aquí gente entrenándose.
Hace tiempo decidimos en el Comité Central que
cualquiera sea el enemigo que venga a hollar estas tierras,
lo enfrentaremos y lo derrotaremos; en esas circunstancias
cambiaría la contradicción, entraría a
desenvolverse como principal la contradicción:
nación-imperialismo y eso nos daría más
amplios márgenes para aglutinar a nuestro pueblo.
EL DIARIO: La reacción y el revisionismo
y el oportunismo de la IU, dicen que están aislados
de las masas. ¿Qué puede decir al
respecto?
PRESIDENTE GONZALO: Creo que de todo lo que
estamos diciendo se ve que hay apoyo de las masas; a quienes
tal cosa dicen, a esos revisionistas y oportunistas les
haríamos una pregunta ¿Cómo explicar la
existencia de un movimiento que desarrolla una guerra
popular durante ocho años sin ayuda internacional si
no tuviera apoyo de las masas?
EL DIARIO: Durante ocho años los grupos
y partidos de derecha, del revisionismo, del oportunismo y
de toda la reacción han dicho y gritado que el PCP es
una organización "demencial", "mesiánica",
"sanguinaria", "polpotiana", "dogmática", "sectaria",
"narcoterrorista", el PUM agrega que ponen al campesinado
entre dos fuegos, que son militaristas y,
últimamente, Villanueva ha dicho que son "terroristas
genocidas" y otros calificativos. ¿Qué
diría Ud., de estos cargos?. ¿Y a dónde
han estado dirigidos esos calificativos?
PRESIDENTE GONZALO: Para mí son infundios e
incapacidad de comprender una guerra popular y los entiendo,
nunca la podrán entender los enemigos de la
revolución. En cuanto a que ponemos al campesino
entre dos fuegos, ésa es una elucubración,
porque es precisamente el campesinado la parte inmensamente
mayoritaria que conforma el Ejército Guerrillero
Popular; el problema está en entender que el Estado
Peruano con sus fuerzas armadas y represivas quiere ahogar
la revolución en sangre. Eso es nuestro entender y le
recomendaríamos a estos señores que estudien
un poco sobre la guerra en general, la guerra revolucionaria
y principalmente sobre la guerra popular y el
maoísmo, aunque dudo que lo entiendan porque para
hacerlo hay que tener posición de clase.
En cuanto a lo que dice el Sr. Villanueva de "terroristas
genocidas" me parece que es un burdo remedo y plagio de
querer aplicarnos a nosotros el término de genocidas
que a ellos les viene como anillo al dedo, ante el
país y ante el mundo está claramente visto
quiénes son los genocidas; son ellos, es el gobierno
aprista que dirige este Estado reaccionario, es la fuerza
armada reaccionaria, son las fuerzas represivas, son ellos
los viles genocidas; las palabrejas nunca cambiarán
los hechos, la historia ya está escrita,
mañana será confirmada. Además,
¿cuánto tiempo durará Villanueva? y
¿cuál será su futuro?, sería mejor
que pensara en eso.
EL DIARIO: ¿Qué cambios considera
Ud. que se han producido en la política peruana, en
la base económica de la sociedad y en las masas como
consecuencia de ocho años de Guerra Popular?
PRESIDENTE GONZALO: La primera cuestión que
se ha producido es el desarrollo de una guerra popular que
avanza incontenible, lo cual implica que la
revolución democrática ha pasado a hacerse
realmente por vez primera en este país, eso ha
cambiado todos los términos de la política
peruana. De ahí que la propia reacción, sus
compinches comenzando por los revisionistas y sus apoyantes
de turno o lo que sean, concluyen que el primer problema y
principal que tiene el Estado Peruano es la guerra popular.
Así estamos cambiando el mundo en este país y
se deriva lo más importante y principal que hemos
logrado, el surgimiento y desarrollo de un Nuevo Poder en
marcha que terminará extendiéndose en todo el
país.
En la base económica, en el Nuevo Poder estamos
estableciendo nuevas relaciones de producción, una
muestra concreta de ésta es la forma como aplicamos
la política de tierras, utilizando el trabajo
colectivo y la organización de la vida social con una
nueva realidad, con una dictadura conjunta, en donde por vez
primera mandan obreros, campesinos y progresistas,
entendiendo por tales quienes quieren transformar este
país de la única manera como puede hacerse,
con la guerra popular.
En cuanto a ellos, a los reaccionarios, sin recordarles
el forado económico que implica la guerra popular y
combatirla, estamos hundiendo el capitalismo
burocrático y hace tiempo socavando la base gamonal
de las relaciones semifeudales que sostienen todo este
armazón, al mismo tiempo golpeando al
imperialismo.
Para las masas de nuestro pueblo, esas heroicas masas,
principalmente para el proletariado, clase dirigente que
siempre reconoceremos, por vez primera asumen el Poder y han
comenzado a saborear la miel en los labios, no se
quedarán ahí, querrán todo y lo
tendrán.
EL DIARIO: ¿Cómo ve la
situación actual y la perspectiva de la Guerra
Popular en el Perú? ¿Qué destino le
depara al pueblo peruano de no triunfar a corto plazo la
revolución que Ud. viene dirigiendo desde hace
más de ocho años? ¿Cree Ud. que este
gobierno u otro tenga alguna salida para esta grave crisis?.
El PCP en el documento "Bases de Discusión" ha
señalado que entramos a años decisivos, en que
el Apra sigue sin un plan estratégico, ¿Acaso
estarÿamos a puertas del triunfo de la
revolución y la toma del Poder por el PCP?
PRESIDENTE GONZALO: El pueblo peruano cada vez se
moviliza más y se agudiza la lucha de clases, eso
está directamente ligado a la guerra popular, porque
no somos sino continuación de la lucha de clases con
las armas en la mano. ¿Qué destino le depara?,
yo creo que el heroico destino de destruir el viejo Estado y
el glorioso de empezar a construir una nueva sociedad,
será un grandioso esfuerzo, serán tiempos de
sacrificios y dificultades pero el pueblo saldrá
victorioso y, al fin y al cabo, bastaría con recordar
sin la guerra popular ¿dejarán de morir 60.000
niños sin llegar a un año de edad, como
está ocurriendo hoy en el Perú? No, por tanto
el pueblo seguirá haciendo todo el esfuerzo y
atravesará dificultades pero cada día
más consciente pagará el costo necesario pues
sabe que va a vencer.
¿Salida? Consideramos que no tienen salida. Nuestra
interpretación del proceso de la sociedad peruana
contemporánea plantea que a partir del 80 ha entrado
el capitalismo burocrático en destrucción y
como consecuencia se viene abajo todo el sistema y no tienen
salida. Y si las cosas vemos, hay una crisis grave pero se
les ha juntado dos décadas, la del 80 y la del 90,
ambas críticas, no tienen salida alguna.
En cuanto a años decisivos, entendemos por tales
una más recia tempestad entre guerra popular y guerra
contrarrevolucionaria, y creemos, reitero, que de ahí
va a derivar el equilibrio estratégico.
Sobre tiempo, el Presidente Mao decía menos tiempo
cuanto más y mejor combatamos, de nuestra parte es
nuestra obligación hacerlo, lo hacemos y lo haremos
pero tenemos condiciones objetivas extraordinarias. Las
condiciones de crisis general en que ha entrado el caduco
sistema de la sociedad peruana nos plantea que estos
años decisivos pueden acelerar y de hecho van a
acelerar poderosamente las condiciones y desarrollar la
situación revolucionaria.
Nuestro problema hoy ¿cuál sería? En
síntesis, más guerra popular, más Poder
Nuevo, más Ejército, más
incorporación de la masa y así creemos que el
triunfo en perspectiva es nuestro.
EL DIARIO: Finalmente, ¿puede desarrollar
su posición acerca de la guerra popular mundial? En
el caso de una guerra mundial entre las superpotencias
¿cuáles serían los resultados para la
humanidad?
PRESIDENTE GONZALO: ¿Puede haber una guerra
mundial?, sí puede haberla; las condiciones
existirán en tanto no barramos su raíz. Las
superpotencias preparan la guerra y hacen grandes planes, es
evidente, pero creemos que los comunistas y los
revolucionarios, las masas, el pueblo, los hombres que ya no
podemos consentir que haya tanta iniquidad en el mundo,
tenemos que apuntar a centrar nuestra atención, no en
la guerra entre las superpotencias porque de ella no va a
derivar nuestra liberación, porque sería una
guerra de rapiña para un nuevo reparto del mundo. La
guerra mundial de las potencias es por la hegemonía,
nada más eso. De ellas ¿qué
podríamos esperar? grandes matanzas, grandes
genocidios, cientos de millares de muertos, pero, a buen
seguro, la inmensa mayoría de la humanidad
subsistirá. No podemos aceptar las siniestras ideas
levantando hoy las armas atómicas y todas las armas
sofisticadas que exhiben, ni podemos aceptar que las usen
como un chantaje para paralizarnos. Muchas veces en el mundo
se ha hablado por los reaccionarios de armas decisivas y
definitivas, de desaparición de la humanidad, pero
siempre ha sido para aquietar, para contener, para mantener
su viejo dominio. Nosotros por eso pensamos que el problema
está en centrar la atención, nuestro esfuerzo,
nuestra pasión, nuestra voluntad en desarrollar la
guerra popular, porque de ella sí devendrá la
emancipación del pueblo y del proletariado que es la
definitiva y verdadera emancipación. Pensamos que una
guerra popular mundial es la respuesta a una guerra mundial
imperialista, pensamos que el problema es prepararla y la
concebimos como que los que ya estamos en guerra popular la
desarrollemos más, los que no la han iniciado
comiencen a desarrollarla y así iremos demoliendo el
dominio imperialista, el dominio de la reacción y los
iremos barriendo de la faz del mundo.
No concebimos la guerra popular mundial como un hecho que
se dé simultáneamente en un día y hora
exactos, la concebimos como la proyección en
perspectiva, ligada a los 50 a 100 años que
estableciera el Presidente Mao Tsetung, la concebimos como
grandes olas de guerra popular hasta que al fin converjan
todas ellas como legiones de hierro de un gran
ejército rojo mundial como dijera el propio Lenin.
Así es como la concebimos, creemos que ése es
el único camino a seguir; el problema, insisto,
está en que la guerra mundial es un riesgo y
será una inmensa matanza pero de ella solamente
vendrá: miseria, iniquidad, dolor, muerte, pero
más razones para acabar con ellos y la
solución sólo es una, en consecuencia, la
guerra popular que concebida en esas oleadas lleve a esa
guerra popular mundial y a esa convergencia de las legiones
de hierro del proletariado internacional, de los pueblos
que, al fin y al cabo, cumpliremos con la misión
histórica que nos ha correspondido en gran suerte,
vivir estos decenios en los cuales el imperialismo y la
reacción serán barridos porque lo que el
Presidente Mao previó se cumplirá. Si no lo
vemos nosotros lo verán quienes continúen
porque las legiones se incrementan más y
más.
El problema ¿en dónde estaría? la
clave ¿cuál sería? Poner al mando el
marxismo-leninismo-maoísmo y con el maoísmo
principalmente asumir la guerra popular aplicable
universalmente, considerando el carácter de cada
revolución y las condiciones específicas de
cada país.
IV.
SOBRE SITUACION POLITICA NACIONAL
EL DIARIO: Presidente, ¿cuál es el
análisis del PCP sobre el proceso del Estado Peruano
y a dónde marcha?
PRESIDENTE GONZALO: Tenemos una comprensión
del proceso de la sociedad peruana contemporánea,
entendiendo por tal la que se inició en 1895,
consideramos que de ahí arranca el proceso que
estamos viviendo y pensamos que tiene tres momentos. Un
primer momento en que sienta bases para el desenvolvimiento
del capitalismo burocrático; un segundo momento
después de la II Guerra Mundial porque hasta
allí abarca el primero, de profundizar el capitalismo
burocrático; esa profundización del
capitalismo burocrático va a madurar las condiciones
para la revolución y con el inicio de la guerra
popular, en el año 80, entramos al tercer momento de
crisis general del capitalismo burocrático; ha
comenzado la destrucción de la sociedad peruana
contemporánea porque ha caducado
históricamente, en consecuencia, lo que vemos es su
final y lo que cabe es bregar, combatir, luchar para
enterrarla.
EL DIARIO: ¿Por qué Ud. considera
fundamental la tesis del capitalismo
burocrático?
PRESIDENTE GONZALO: Consideramos clave esta tesis
del Presidente Mao Tsetung porque sin comprenderla y
manejarla no es factible desarrollar una revolución
democrática y menos concebir su continuación
ininterrumpida como revolución socialista. Es
realmente muy inconveniente que esta tesis del Presidente
Mao sea soslayada y que simplemente se enrede el
análisis en hablarnos de desarrollo del capitalismo
en países atrasados o de capitalismo dependiente que
a nada conducen sino a cambiar el carácter de la
revolución; creemos que es partiendo del Presidente
Mao Tsetung que nosotros vamos a entender bien la sociedad
peruana y las sociedades llamadas atrasadas.
Entendemos que el capitalismo burocrático,
comienza a darse en el Perú desde el 95 del siglo
pasado, en los tres momentos que acabo de esbozar. Lo
concebimos de esta forma, sobre una base semifeudal y bajo
un dominio imperialista se desarrolla un capitalismo, un
capitalismo tardío, un capitalismo que nace atado a
la feudalidad y sometido al dominio imperialista, son esas
condiciones las que generan lo que el Presidente Mao Tsetung
ha denominado capitalismo burocrático. Pues bien, el
capitalismo burocrático se desenvuelve ligado a los
grandes capitales monopolistas que controlan la
economía del país, capitales formados, como lo
dice el Presidente Mao, por los grandes capitales de los
grandes terratenientes, de los burgueses compradores y de
los grandes banqueros; así se va generando el
capitalismo burocrático, atado, reitero, a la
feudalidad, sometido al imperialismo y monopolista, y esto
hay que tomarlo en cuenta, es monopolista. Este capitalismo,
llegado a cierto momento de evolución se combina con
el Poder del Estado y usa los medios económicos del
Estado, lo utiliza como palanca económica y este
proceso genera otra facción de la gran
burguesía, la burguesía burocrática; de
esta manera se va a dar un desenvolvimiento del capitalismo
burocrático que era ya monopolista y deviene a su vez
en estatal, pero este proceso lo lleva a generar condiciones
que maduran la revolución; éste es otro
concepto importante, políticamente hablando, que el
Presidente plantea sobre el capitalismo
burocrático.
Si comprendemos el capitalismo burocrático,
podemos muy bien entender cómo en el Perú se
da una situación semifeudal, un capitalismo
burocrático y un dominio imperialista, principalmente
yanqui. Eso es lo que debemos comprender, lo cual permite
entender y manejar la revolución
democrática.
Ahora, ¿qué otra importancia más tiene
el capitalismo burocrático? el Presidente nos dice
que la revolución democrática cumple algunos
avances socialistas lo cual, dice, ya se expresaba por
ejemplo en la ayuda mutua que se daba en el campo, en las
bases de apoyo; pues bien, para pasar de la
revolución democrática a la socialista es
clave, desde el punto de vista económico, la
confiscación de todo el capitalismo
burocrático, lo cual permite al Nuevo Estado
controlar la economía, manejarla y servir a
desarrollar la revolución socialista. Entendemos que
este concepto estratégico es de gran importancia y,
reitero, lamentablemente se le soslaya y mientras se le siga
soslayando no se entenderá bien lo que es una
revolución democrática, en las actuales
circunstancias en que nos debatimos.
Es erróneo considerar que el capitalismo
burocrático es el capitalismo que desarrolla el
Estado con los medios económicos de producción
que tiene en sus manos; es erróneo, eso no se
compagina con la tesis del Presidente Mao Tsetung.
Bastaría pensar en esto, si el capitalismo
burocrático fuera solamente el estatal, se
confiscaría ese capitalismo estatal y el otro,
capitalismo monopolista no estatal ¿en qué manos
quedaría? en las de la reacción, en las de la
gran burguesía. Esa interpretación de
identificar capitalismo burocrático con capitalismo
monopolista estatal es una concepción revisionista y
en nuestro partido fue sostenida por el liquidacionismo de
izquierda. Por eso este problema, entendemos, que es muy
importante.
Además, políticamente nos permite
diferenciar con mucha nitidez la gran burguesía de la
burguesía nacional o media; y, eso nos da
instrumentos de comprensión para no ponernos a la
cola de ninguna de las facciones de la gran
burguesía, ni de la compradora ni de la
burocrática, que es lo que en el Perú ha hecho
el revisionismo y el oportunismo y siguen haciéndolo,
décadas de esa siniestra política de rotular a
una facción de la gran burguesía como
burguesía nacional, progresista, y apoyarla. La
comprensión del capitalismo burocrático nos
permitió entender bien la diferenciación,
reitero, entre burguesía nacional y gran
burguesía y comprender la táctica correcta que
teníamos que seguir, retomando precisamente lo que
Mariátegui estableciera. Por eso consideramos
sumamente importante la tesis del capitalismo
burocrático.
EL DIARIO: ¿Cuál es en
síntesis su análisis político y
económico de la coyuntura actual y la perspectiva?,
¿acaso esta situación es favorable para el PCP?,
¿cómo lo es para la reacción, el
revisionismo y el oportunismo?
PRESIDENTE GONZALO: Concebimos que el capitalismo
brocrático ha entrado en crisis general; mas
aún, pensamos que ese capitalismo burocrático
nace enfermo porque es derivado de la semifeudalidad o
está ligado a ella y del imperialismo, la
semifeudalidad es obviamente caduca y el imperialismo
agonizante; de dos padres condenados a muerte por enfermedad
incurable, ¿qué tipo de hijo puede salir?, un
engendro enfermo que ha entrado en su fase de
destrucción. Pensamos que las crisis se agudizan cada
vez más; que, incluso como dicen algunos economistas,
son 30 años más o menos de crisis de la cual
no podemos salir sino pequeñas ondulaciones de
recuperación, o, como dice el Apra en sus propios
documentos internos, es una crisis que viene desde mediados
de la década del 70.
Entendemos que cada crisis nueva es peor que la anterior;
y si le sumamos a esto que se le juntan dos décadas
críticas, las de los 80 y 90, las situación ya
está clara. ¿Que dicen ellos mismos?, que este
gobierno va a dejar la situación sumamente grave y el
que viniere, en el supuesto caso de que venga, en su
renovación electoral, tendría que buscar
subsanar los problemas dejados y que, en consecuencia,
solamente a partir del 95 habría que pensar en
desarrollar. Y esto, se dice, en un país en el cual
tenemos 20 años de rezago; por eso creemos que su
perspectiva es sumamente negra. ¿Esto es favorable a la
revolución, a la guerra popular, al Partido?.
Sí, sí es favorable, primero y principalmente,
a la clase y al pueblo porque toda nuestra labor es para
ellos, para que la clase mande, dirija, para que el pueblo
ejerza su libertad y pueda pues satisfacer hambre
centenaria. No vemos perspectiva alguna para la
reacción y el revisionismo, creemos que están
unidos, son siameses, así es que los dos
marcharán a la tumba. Eso es lo que pensamos.
EL DIARIO: ¿Por qué caracterizan al
gobierno aprista de fascista y corporativo?
¿cuál es la sustentación de esto?
¿Qué opina del discurso de Alán
García Pérez en el Congreso de la Juventud
aprista en Ayacucho y del que dio en Paita, de las medidas
económicas del nuevo gabinete?
PRESIDENTE GONZALO: Sobre la
caracterización del gobierno aprista, sin entrar a
ver su problema histórico porque tiene otras
implicancias que no necesitamos ver hoy; la situación
concreta que se presentó en el Apra, cuando le
entregaron por acuerdo la dirección del Estado
Peruano, el Apra entró en una situación
dilemática, dos tendencias se daban en ella, una de
criterios fascistas y otra de criterios demoliberales. Eso
es lo que se daba en el Apra y entendemos, en este caso, por
criterios demoliberales, el mantenimiento de este orden
constitucional reaccionario, establecido en el año
20, en el año 33 y en el año 79, eso
entendemos por ese orden demoliberal.
El Apra tenía un problema, la necesidad de
inversiones para poder hacer avanzar la economía o
más concretamente, presentarnos una vitrina de
éxitos, porque eso es lo que ha hecho, consumir lo
poco que tenían para presentarnos una vitrina de
éxitos tan frágil como el vidrio y la prueba
la estamos viendo hoy; de ahí que no se pueda decir
de modo alguno que el plan del Apra era un buen plan
económico, porque de tan buen plan económico
¿cómo tan malos resultados? no tiene sentido.
Bien, así el Apra tuvo que acudir a los capitales de
la burguesía compradora y ésta obviamente
exigió condiciones; y, en los propios documentos del
Apra se dice que, a fines del año 85, ya la gran
burguesía, particularmente la compradora, comenzaba a
recuperar y a capitalizar. El año 86 fue su
paraíso, obtuvieron miles de millones de ganancia en
dólares como ellos mismos lo han dicho, creyendo que
luego iban a invertir; pero ese plan no iba a funcionar,
necesariamente iba a entrar en crisis y a fracasar y, por
tanto, no podían invertir; desde ahí se
agudizó más la pugna entre ellos, de
ahí las luchas entre ambas facciones de la gran
burguesía.
El Apra, por otro lado, por el lado del pueblo se
encontró frente a unas inmensas necesidades
insatisfechas en las masas y demagógicamente como
siempre se comprometió con todos;
demagógicamente, porque lo que buscaba el Apra era
simplemente tratar de desarrollar, desenvolver el proceso
económico reaccionario y ése no se hace sino
restringiendo los ingresos del pueblo, porque ¿de
dónde salen las ganancias?, de la plusvalía;
entonces, tenía, pues, un problema con las masas y lo
sabía, de ahí su política represiva,
antipopular, antisindical, antiobrera, eso desde el comienzo
se ve. Pero había otras circunstancias, la guerra
popular; el Apra aunque no quisiera tenía que
afrontarla y la guerra popular era ya entonces un problema
principal.
Todas esas condiciones son las que van a determinar que
se produzcan cambios dentro del Apra, que se defina el
dilema; pero éste ¿cuándo se va a
definir?, el dilema se va a definir con el genocidio del
año 86, la lucha de clases de las masas, la guerra
popular, principalmente y la acción genocida llevaron
al Apra a definirse por el fascismo y al triunfo de la
facción fascista. Ahí consideramos que se
produjo y comenzó, como todos ya lo reconocen, el
desprestigio y el descalabro del Apra, no solamente en el
Perú sino ante el mundo.
¿Por qué le llamamos fascista? la
facción fascista que ya existía en el Apra va
a tomar medidas políticas para ir implementando la
corporativización, aunque eso ya está en el
primer discurso que presentó García
Pérez en julio del 85. ¿Qué entendemos
por fascista y corporativo? Para nosotros el fascismo es la
negación de los principios demoliberales, es la
negación de los principios demoburgueses nacidos y
desarrollados en el siglo XVIII en Francia; esos principios
han ido siendo abandonados por la reacción, por la
burguesía en el mundo, así es como ya la
Iª Guerra Mundial nos hizo ver la crisis del orden
demoburgués, por eso es que posteriormente insurge el
fascismo. Entonces, en el Apra lo que se da es esa
negación de los principios del orden
demoburgués y cotidianamente comprobamos la
negación de todas las libertades y derechos
constitucionalmente establecidos. Consideramos al fascismo
también en el plano ideológico como un sistema
ecléctico, no tiene una filosofía definida, es
una posición filosófica hecha de retazos, coge
de aquí y de allá lo que le conviene; esto se
expresa claramente en García Pérez: cuando va
a Harare en Africa es africano y saluda a los africanos, a
Kenneth Kaunda, cuando va a la India saluda a Gandhi es
gandiano, cuando va a Méjico saluda a Zapata es
zapatista, cuando vaya a la Unión Soviética si
es que fuere va a ser salvador de la Perestroika; él
es así, es que ésa es la formación
ideológica, filosófica del fascismo, no tiene
una definida posición, es un eclecticismo, toma lo
que está a la mano.
En cuanto a su corporativismo. Entendemos por
corporativismo el montar el Estado en base a corporaciones,
lo cual implica la negación del parlamentarismo, es
una cuestión esencial que ya Mariátegui la
destacó en "Historia de la crisis mundial", él
nos decía, la crisis de la democracia burguesa se
expresa claramente en la crisis del parlamentarismo; si uno
ve aquí el Parlamento, si bien es cierto que en las
últimas décadas ha sido el Ejecutivo el que ha
dado las leyes más importantes del país, es en
este gobierno aprista donde más ha sido el Ejecutivo
el que ha acaparado todas las leyes fundamentales que ha
dado para sus fines, no hay ninguna ley importante que haya
dado el Parlamento, eso es real y todo ha sido darle
facultades al Ejecutivo para que haga y deshaga. Todo es una
negación del parlamentarismo.
El problema del corporativismo en el país no es
reciente; ya en el año 33, cuando se debatía
la Constitución en la segunda reestructuración
del Estado peruano de este siglo, Víctor
Andrés Belaúnde ya planteó la
corporativización de la sociedad peruana;
Villarán que fue ponente de la Constitución,
se opuso planteándo ¿cómo vamos a
corporativizar si es que no hay corporaciones?, fue una
manera de zafar el cuerpo; así, ya tenemos algunos
antecedentes. Cabe recordar, ahora que tanto hablan de ese
señor Belaúnde, cuyas obras acaban de
publicar, su criterio de: frente al liberalismo que centra
en el dinero y contra el comunismo que niega la persona
humana, lo que cabe son los sistemas corporativos a imagen
de los modelos medievales; es bueno tenerlo en cuenta para
ver su filiación y su raíz, y a su vez tener
muy presente que está íntimamente ligado a los
planteamientos del Papado a partir del siglo pasado.
Velasco también intentó corporativizar el
país, por eso comenzó la conformación
de corporaciones de productores agrarios por ejemplo; su
propia ley agraria, la 17716, políticamente, apuntaba
a establecer bases corporativas; la ley industrial
también, ¿cómo? a través de la
comunidad industrial; su famosa organización
política que no llegó a cuajar también
planteaba criterios nítidamente fascistas y la
corporativización, pero eso no se pudo plasmar en el
Perú. ¿Y, qué es lo que pretenden,
qué quieren: la conformación de corporaciones,
esto es organizar corporativamente a los productores y a
todos los elementos que componen la sociedad, supongamos:
productores fabriles, productores agrarios, comerciantes,
profesionales, estudiantes, Iglesia, Fuerzas Armadas,
Fuerzas Policiales, todos ellos nombran sus delegados y
así conforman un sistema corporativo. Eso es lo que
buscan y lo que el Apra está haciendo; y las regiones
y microrregiones, ¿qué significan?. Todo ese
plan de regiones de hoy día sirve a la
corporativización del país; por eso tenemos
que oponernos abiertamente, no sólo porque son
manejos políticos del Apra en posiciones electoreras,
sino porque es un sistema corporativo y, además,
está poniendo en riesgo a un país que ni
siquiera tiene una unidad nacional conformada. Son cosas
sumamente serias. Por estas razones es que decimos que es un
gobierno fascista y corporativo y cuyo camino lo está
queriendo impulsar, de ahí su gran
preocupación por las regiones que se las quiere
imponer a cómo dé lugar; esto lo estamos
viendo, he ahí todas esas asambleas parlamentarias
extraordinarias que no han podido cumplir con lo que
García dijo, el año pasado planteó: o
se forman las regiones o dejo de llamarme Alán
García Pérez; pasó el año, no
sé cómo se llamará hoy día,
porque no están formadas las regiones; ahora, dicen
que a fines de este año, veremos.
En cuanto al problema de identificar fascismo con terror,
con represión, nos parece que es un error, lo que
pasa en este caso es lo siguiente: si uno recuerda el
marxismo, el Estado es la violencia organizada, ésa
es la definición que nos han dado los clásicos
y todo Estado usa violencia porque es dictadura, si no
¿cómo contendría para oprimir y explotar?
no podría hacerlo; lo que sucede, en consecuencia, es
que el fascismo desarrolla una violencia más amplia,
más refinada, más siniestra, pero no se puede
identificar fascismo igual violencia, es un craso error.
Esas son ideas que después de la Segunda Guerra
Mundial van a desarrollarse aquí en el Perú y
son ideas que ha difundido y planteado muchas veces Del
Prado y son ideas que también ha planteado
Dammert.
La identificación de fascismo con terror es no
comprender a Mariátegui quien en "Figuras y Aspectos
de la vida mundial", cuando habla de H.G. Wells, nos dice
que el Estado burgués tiene un proceso de desarrollo
y que es ese proceso de desarrollo el que lo lleva a un
sistema fascista y corporativo; esto se entiende muy bien si
vemos las obras de Mariátegui, la citada "Historia
..." o "La Escena Contemporánea", recordemos que
él lo vivió, estudió y conoció,
directamente.
En el país hay que ver el fascismo en sus diversos
aspectos desde su ideología, su política, su
forma orgánica, ver cómo usa la violencia, su
terror; hoy vemos cómo es que aplica una violencia
refinada y más desarrollada, más amplia,
brutal y bárbara eso es lo que se llama terror; pero,
por lo demás, el terror blanco siempre ha sido
aplicado ¿o no? siempre los reaccionarios cuando se han
visto en dificultades han aplicado el terror blanco;
así que no podríamos nunca, pues, identificar
y reducir todo el fascismo a simplemente terror; debemos
entender que es una violencia más refinada y que
desarrolla terrorismo, sí, pero eso no es todo es un
componente, es su modalidad de desenvolver la violencia
reaccionaria.
En cuanto al discurso de García Pérez en el
Congreso de la Juventud aprista; en síntesis, en el
Apra hay una intensa lucha y tiene que ver con su
próximo Congreso y el problema está en si
García Pérez mantiene o no el control sobre
ese Partido en función de perpetuarse en el Poder
coludido con la Fuerza Armada. Hace tiempo se ve que la
juventud aprista cuestiona la labor gubernamental, se ha
producido grandemente en ese Congreso de Ayacucho y
García Pérez ha tenido que viajar desesperado
para explicar , justificarse y presentarse como el salvador;
eso es lo que quiere, porque ve la importancia que tiene el
ganarse a la juventud en función de sus apetitos de
führer. Esa es, creo, la esencia, el problema de lo que
haya hablado sobre nuestro Partido y la supuesta
admiración que dice tenerle, simplemente nos revela
la lucha en el Apra, porque admiración no nos puede
tener quien es un genocida y un asesino cotidiano del
pueblo, de los combatientes, de los comunistas; son
demagógicas poses, debocados apetitos ligados al
congreso del Apra y en función de sus perspectivas
políticas porque él juega a muchas cartas,
pues es hombre bastante joven.
De Paita, el "discurso de Paita", en síntesis es
un discurso fascista, abiertamente fascista; no es como se
dice que es un tirón de orejas a los parlamentarios
que hicieron un bochinche, lo cual es común entre
ellos y no tiene nada de extraordinario, eso no ha sido; es
un discurso estrictamente fascista, García
Pérez quiere desenvolverse como führer por algo
lo llaman "conductor", muchas veces el propio diputado Roca
lo llama así: "conductor" y ¿conductor no es
igual a führer? quiere decir lo mismo en alemán;
por eso creo que es correcto cuando algunos le dicen
"aprendiz de führer", pero al fin y al cabo lo que
está demostrando es ser un demagogo barato con
grandes apetitos desenfrenados, dispuesto a todo por
satisfacerlos, la egolatría creo que es una de sus
características.
En cuanto a las medidas económicas del nuevo
gabinete, como tenía que ser, nadie está de
acuerdo con ellas; claro, nadie está de acuerdo con
ellas y el pueblo menos aún que es lo que nos
interesa. Entonces se desenvuelve una doble
contradicción: la primera, una contradicción
con la burguesía compradora porque las medidas
económicas son insuficientes, al gobierno aprista le
piden más medidas y le exigen definición de su
plan porque presenta uno para 18 meses pero en líneas
generales sin concretar problemas importantes; (el Apra se
va a pasar así estos 5 años de un plan de
emergencia a otro plan de emergencia y a un nuevo plan de
emergencia; de emergencia en emergencia, lo cual implica la
descompaginación completa de los planes que
pensó aplicar en su gobierno, me remito a sus propios
documentos). Y a la segunda contradicción con el
pueblo, obviamente como tenía que ser ajustar las
correas al pueblo para que haya una recapitalización;
¿de dónde y cómo sacar capitales?, pues
reduciendo el salario. Esas son, en síntesis, las
medidas y por eso le crean al Apra más problemas que
los que tuvo; mientras sigue, demagógicamente,
posponiendo lo que el propio orden en el cual se mueve le
impone y lo que él mismo hace bajo cuerda porque ya
está coludido hace tiempo con Estados Unidos, con el
imperialismo, su relación con el Banco Mundial es
sumamente clara, su vinculación con el BID sumamente
clara y esos son los instrumentos que están usando
más ahora los imperialistas dado el desprestigio del
FMI aunque la perspectiva es que vuelvan a su regazo.
Así, pues, estas medidas económicas no salvan
la situación, la van a agravar y tendremos una
situación económica sumamente grave y
crítica que se va a extender más recayendo
drásticamente sobre las masas.
EL DIARIO: Presidente ¿Cómo
enjuicia las próximas elecciones, la posibilidad de
un golpe de Estado o de un autogolpe?
PRESIDENTE GONZALO: Si me permitieran, les
diría que lo principal de las elecciones es
boicotearlas y si es posible impedirlas. ¿Por
qué planteamos esto? ¿Qué va a ganar el
pueblo? Nada. Nada va a ganar con la renovación
electoral, eso creo que es una cosa muy clara en la historia
del país. En el documento "Desarrollar la Guerra
Popular sirviendo a la Revolución Mundial" hicimos
ver, hemos demostrado, y nadie lo ha desmentido, hemos
demostrado cómo el porcentaje de votos de la IU es la
situación que impidió que la mayoría se
expresara contra las elecciones; creo que eso está
demostrado, por tanto, hemos planteado, y los hechos nos
demuestran, que la tendencia en el Perú es a no
esperar nada de las elecciones ni de un nuevo gobierno, la
tendencia es a rechazar las elecciones. El problema
¿dónde está?, en cómo el
revisionismo y el oportunismo siguen traficando con las
elecciones, ése es el problema, de ahí viene.
Entonces el punto clave ¿cuál sería?,
golpear y desenmascarar qué implica un proceso
electoral, que no implica sino permitir la renovación
de autoridades de este viejo y podrido orden, nada
más significa; porque no nos van a decir que implica
mantener el campo democrático, esos son viejos
cuentos que ya nadie va a creer, son los cuentos que nos
contaron los que hoy son PUM allá cuando la
Constituyente, allá cuando el 80, que había
campos democráticos, que se estaba en
situación pre-revolucionaria y que con el uso
parlamentario como tribuna pasaríamos a
situación revolucionaria, para después
decirnos que había que centrar en defender el orden
existente. Creo que eso sería lo principal para el
pueblo, que la mayoría exprese su rechazo a las
elecciones, aunque fuere votando simplemente en blanco,
aunque fuere simplemente así; eso es importante
porque de esa manera entonces se expresará la
voluntad de la masa de nuestro pueblo, la inmensa
mayoría que ya comprende que por ese camino
electorero no hay solución.
Creo que, han querido jugar con las elecciones
adelantando ya la campaña electoral para, de esa
manera, buscar que el pueblo centre su vista en los
comicios; pero vemos que ese plan les ha fracasado y les ha
fracasado por dos razones: una, primera, los graves
problemas que tiene el pueblo y cómo aumenta su
combatividad cada día, a la cual sirve la Guerra
Popular; y en segundo lugar, por las propias contradicciones
que han convertido en coladeras a todas sus instituciones
políticas, supongamos la IU es una coladera de
contradicciones, ese llamado FREDEMO es otra coladera de
contradicciones y el Apra es una olla de grillos, realmente
es así. Y sí su afán de desviar la
atención del pueblo ha fracasado y si las condiciones
son una guerra popular de gran perspectiva como realmente lo
son, lo que tenemos que impulsar todos los hombres
revolucionarios que queremos que este país se
transforme es que el pueblo rechace ese proceso, allá
ellos que vean cómo cambian sus autoridades, es su
problema no el nuestro. Creemos que es así.
En cuanto a que haya un golpe de Estado, bueno, en el
país siempre está lista la posibilidad de
golpe de Estado; más, entendemos que ellos mismos ya
se asustan planteando que el ejército no ve ninguna
fuerza política capaz de enfrentar la Guerra Popular.
Si así dice el ejército, quiere decir que el
golpe puede darse en cualquier momento pero puede tener
muchas maneras de darse, ésa es otra cuestión;
podría darse algo similar como en el Uruguay con
Bordaberry, quien en este caso sería García
Pérez; podría producirse un autogolpe, es otra
de las cartas que tiene en la manga García
Pérez, porque un golpe de Estado lo sacaría
como víctima no como el fracaso político que
es y siendo jóven, de aquí a un tiempo,
podría volver como mártir y defensor de la
democracia, por eso es otra de las cartas de la baraja de
ese demagogo prestidigitador. Y si pensamos más,
realmente cada vez más las fuerzas armadas tienen que
ir desenvolviendo una lucha contrarrevolucionaria más
desarrollada que aumenta su poder, eso es así; y
creemos que la contradicción marcha en la perspectiva
de que tengamos que enfrentarnos por un lado, el de la
revolución, el Partido Comunista del Perú
dirigiendo la guerra popular y por el otro, el de la
reacción, las fuerzas armadas dirigiendo la guerra
contrarrevolucionaria en el Perú.
EL DIARIO: Presidente ¿Ud.
aceptaría dialogar con Alán García
Pérez?
PRESIDENTE GONZALO: El diálogo está
siendo muy llevado y traído y es parte también
del juego de las superpotencias, particularmente del
socialimperialismo. Nosotros vemos de esta manera la
situación, hay un momento en el que se dan relaciones
y tratos diplomáticos y son una necesidad en el
desarrollo de una guerra popular; por ejemplo la
reunión del Presidente Mao con Chiang Kai-shek;
así que es un fenómeno conocido, lo hemos
visto también en el caso de Viet Nam, es una faceta
del desarrollo de una guerra revolucionaria, más de
una guerra popular. Pero, hay que partir de que en las
reuniones diplomáticas sólo se firma en la
mesa lo que está refrendado en el campo de batalla
porque nadie entrega lo que no ha perdido obviamente, eso se
entiende. Bien, uno se preguntaría ¿ha llegado
ese momento en el Perú? No ha llegado ese momento,
entonces ¿qué razón tiene el plantear el
diálogo?, el diálogo simplemente apunta a
frenar, a socavar la guerra popular, a eso apunta, a nada
más, e insisto, la razón es que no ha llegado
el momento de vínculos y tratos diplomáticos,
no tienen razón de ser.
Por lo demás, creo que es una cuestión
demagógica que vienen agitando desde la época
de Belaunde, a raíz de una propuesta aceptada hecha
por un elemento de la Izquierda Unida, el entonces
presidente planteaba que no había interlocutor
válido; palabras, en el fondo no era sino una
demagogia barata sin ton ni son y, hoy día, sigue
siendo lo mismo. ¿Y quiénes hablan de
diálogo? los revisionistas, los oportunistas y los
que tienen esperanzas en el Apra, en este orden
demoburgués, en este orden reaccionario, son ellos;
pero ¿no son a su vez los mismos que están
planteando la pacificación, nuestra
destrucción? ¿los que proponen cómo
pacificar mejor que implica cómo barrernos porque son
también sus negros sueños para saciar sus
apetitos?; son los mismos, ¡qué coincidencia!,
entonces, pues, ese diálogo es un siniestro
tráfico. Uno se podría preguntar además
¿cómo pueden hablar de diálogo
ésos que incluso habiendo pactado una amnistía
con García Pérez éste nunca la
cumplió?.
Por eso para mí, la cháchara sobre el
diálogo no es sino, reitero, buscar socavar la guerra
popular, pues no corresponde a la realidad. Cuando llegue
llegue el momento necesariamente la guerra popular
tendrá que desenvolver tratos diplomáticos;
pero nuestra diplomacia apuntará a la conquista del
Poder en todo el país, cabal y completamente, no
queremos Viet Nam del Norte y Viet Nam del Sur, no queremos
Corea del Norte y Corea del Sur, no queremos Perú del
Norte y Perú del Sur, queremos un solo Perú.
Esa es nuestra condición, la rendición cabal,
completa y absoluta ¿están dispuestos a eso?;
no, lo que están tramando es nuestra
destrucción, así que el diálogo no es
sino parte del mismo plan pese a todo su cacareo
demagógico y filisteo.
EL DIARIO: ¿Qué piensa de IU y su
línea política?, ¿qué destino le
depara Ud. a este frente revisionista? Y sobre ANP
¿qué posición tiene el PCP?
PRESIDENTE GONZALO: Sobre eso quisiera ser
escuetamente breve, primero porque, ¿cuál es la
línea de Izquierda Unida en estos momentos? No la
sabemos, de documentos anteriores plantea que es "un frente
de masas de tendencia socialista", y se ha centrado como es
evidente en el cretinismo parlamentario. En el fondo de sus
posiciones ¿qué hay? una cuestión bien
simple creer que pueden tomar el gobierno y luego, como
dicen ellos, el poder; pues que entiendan que no se toma el
uno sin el otro, más aún, primero tomas el
Poder y luego haces su gobierno, porque el problema esencial
del Estado es el sistema de Estado, lo que quiere decir la
dictadura que se ejerce, de qué clase es, y lo
derivado de eso es el sistema de gobierno. Lo demás
son elucubraciones baratas de revisionistas podridos; si uno
ve sus planteamientos no están por la
destrucción del Estado reaccionario sino por un
gobierno que les permita seguir evolucionando este orden
caduco y podrido, eso es lo que buscan proclamando que con
ese gobierno y reformas pueden marchar al socialismo; y todo
esto es sencillamente revisionismo desenfrenado ya condenado
por Lenin.
Por otro lado, habrá que ver pues sus tesis
políticas y su congreso; en cuanto a sus tesis
políticas, recién las van a publicar. Creo que
en la IU, que es un frente no hay que olvidarlo, lo que se
ve es una reedición del viejo frentismo electorero
oportunista que hemos visto muchas veces en el Perú.
Ese frente es la negación de un Partido que dirija y
si no hay partido del proletariado que dirija no hay
transformación, no hay revolución; y la
revolución nunca se ha hecho a través del
Parlamento, ni se hará jamás, están
reeditando con afeites nuevos viejas cuestiones ya
discutidas en los años 60. A la IU, para ser
sintético ¿cómo la veo? como una coladera
de contradicciones, como una colusión y pugna,
¿qué los une? la colusión, afanes, seguir
el camino del cretinismo parlamentario, reeditar viejos
fracasos o, de usarlos la reacción como una carta,
jugar papeles siniestros como Ebert en Alemania, el protervo
y vil asesino de la revolución del 19. Creo que eso
es lo que los une y ¿qué los divide? sus pugnas,
sus bases, sus apetitos y que tienen diversos amos, por
tanto dependen de cómo sus amos definan la
situación, porque ahí hay revisionistas que
sirven al PCUS, ahí hay revisionistas que sirven a
Teng, dependen de qué dicen sus amos o los
intermediarios de esos amos; y esto sin contar los
vínculos con otros centros de poder.
Así que ahí está el problema. Hay
cosas que a quienes verdaderamente quieren la
revolución deben hacerles pensar; hay quienes tienen
la obligación de pensar si realmente están por
la revolución, tienen que romper ese frentismo
electorero rastrero e inútil que es una
rémora, y asumiendo su posición de clase,
según la clase a la que defiendan, convergir en un
frente verdaderamente revolucionario, que lo hagan y que
converjan en los hechos; no basta decir sectarios hay que
demostrar que no se es, y para demostrar que no se es
primero hay que dejar de ser oportunista, hay que dejar de
ser revisionista y para otros hay que dejar de querer
llevarnos por inconducentes caminos de social-cristianismo.
Si quieren la revolución que lo demuestren y para eso
que expresen en hechos el abandono de ese camino
erróneo que siguen, de estar a la cola del
revisionismo soviético y chino, eso es lo primero que
tendrían que hacer, aparte, reitero, de que no nos
vengan con posiciones de caminos socialcristianos; que
entiendan realmente el marxismo-leninismo-maoísmo,
principalmente el maoísmo y mientras no lo entiendan
no van a avanzar; que entiendan lo que es hacer una
revolución a través de una guerra popular, y
que comprendan y abran los ojos, porque la verdad es
machacante y no pueden negar lo que todo el mundo ve excepto
ellos. Los apetitos no pueden ser tantos y que asuman
claramente sus limitaciones de clase, y acepten que es el
proletariado el que dirije como clase a través de un
Partido Comunista y esto es lo que nos interesa
principalmente.
En cuanto a la Asamblea Nacional Popular. Bueno, la ANP
es una cosa interesante, por un lado, se dice "es germen de
poder", muy bien, "germen de poder", pregunto
¿están queriendo formar soviets?,
¿están reeditando la experiencia boliviana
cuando Juan José Torres? ¿puede crearse un poder
así? Levantar ese supuesto "germen de poder" es
simple y llanamente oponerse al Nuevo Poder que nosotros
estamos construyendo real y concretamente. Por otro lado,
también esta ANP, se dice, que es "un frente de
masas", ¿o sea que es competidora de la IU,
también es un "frente de masas"? Bueno, que se defina
qué cosa es pues, ¿es "germen de poder" o es
"frente de masas"?, qué cosa es en concreto y que se
plantéen claramente cómo se forja poder.
¿Qué se ve?, simplemente que la ANP es manejada
por el revisionismo; pruebas al canto, sus paros siguen el
rumbo y hasta las fechas que fija el revisionismo a
través de la CGTP por tanto, también es
ahí cabeza el revisionismo y los revolucionarios no
pueden seguir a los revisionistas; y quienes realmente
quieran a la revolución, reitero, que lo demuestren
con hechos y entiendan, primero que nada, el proceso de
guerra popular auténticamente revolucionario que
aquí en el país se está dando, pues
mientras no lo entiendan no van a poder cumplir el papel que
muy bien pueden cumplir muchas personas que lo que tienen es
simplemente buenas intenciones, pero falta absoluta de
claridad pese a que ellos crean lo contrario.
EL DIARIO: Presidente ¿Cómo ve Ud.
la situación de la lucha de clases de las masas?
¿cómo a las organizaciones existentes?
PRESIDENTE GONZALO: En cuanto a cómo vemos
la lucha de clases de las masas, yo quisiera partir de esto:
nuestro pueblo es heroico, nuestra clase, el proletariado,
más aún; como todo pueblo y todo proletariado
son persistentes combatientes de la lucha de clases, nunca
han cejado, ni cejarán jamás, hasta que
lleguemos al comunismo. Creo que lo primero que tenemos
nosotros que hacer es reconocer esa grandiosidad de nuestro
pueblo, de nuestro proletariado; lo segundo, es reconocer y
agradecer, ver claramente y decirlo con firmeza que sin su
apoyo, sin su sustento no habríamos hecho
¡nada!, ¡absolutamente nada!. Porque son las masas
las que crean la historia, creemos fervientemente en ello;
así como creemos que "La rebelión se
justifica", es otro principio clave de las masas.
¿Cómo vemos a las masas? Con regocijo
profundo de comunistas, mi saludo a esa creciente riada de
masas ascendentes que está comenzando a reeditar
viejas glorias y cumpliendo nuevas páginas
históricas. Las masas han entrado y seguirán
en un agudo proceso de lucha de clases y el pesimismo que
reina en la IU, como lo reconoce el mismo señor
Moreno que dirije Patria Roja, no va a calar en las masas
porque las masas no son pesimistas; recordemos que el
Presidente Mao nos dijo: pesimistas solamente los
revisionistas y los señores oportunistas, el
proletariado y los comunistas somos siempre optimistas;
porque el futuro es nuestro y está definido
históricamente mientras políticamente
marchamos en nuestro rumbo. Las masas no van a caer en
pesimismo, nunca han caído, eso es absurdo, es
infamarlas; las masas combaten pero para combatir necesitan
una dirección, un Partido porque no hay movimiento de
masas que pueda desenvolverse, mantenerse y menos
desarrollarse sin un partido que las dirija.
Nosotros vemos con regocijo revolucionario cómo
las masas están combatiendo y, cómo sus
propias acciones lo demuestran, aprendiendo de esas masas ya
incorporadas a la guerra popular; y cómo las masas
comienzan a aplicar esa gran consigna ¡Combatir y
Resistir!. No es tiempo ya solamente de recibir, hay que ser
corteses, también hay que devolver y doble para ser
doblemente corteses; y creo que las masas lo están
haciendo dando muestras realmente ejemplares que hacen ver
la brillante perspectiva que ellas mismas la verán,
porque son ellas las que hacen la revolución, el
Partido solamente las dirige; creo que, es un principio que
todos sabemos y no está de más recordar.
En cuanto a las organizaciones, nos parece que hoy
más que nunca debemos estudiar seriamente lo que
enseñó Lenin, en su obra "La bancarrota de la
II Internacional", capítulo VIII; nos dice que el
Estado de explotadores, el Estado burgués, el Estado
reaccionario permite la existencia de organizaciones que le
sustentan, le sirven para mantenerse y sobrevivir; y que
esas organizaciones para mantenerse lo que hacen es vender
la revolución por un plato de lentejas. Creo que les
viene como anillo al dedo, pero nos dice más
aún, de esas organizaciones nada va a esperar la
revolución; la revolución tiene que crear sus
propias organizaciones para desarrollar los tiempos de
guerra, de revolución como los que estamos viviendo y
viviremos más de aquí en lo inmediato y en el
futuro ha de triunfar. En consecuencia, Lenin nos
decía, hay que crear nuevas organizaciones que sirvan
a la revolución aunque tengamos que pasar sobre la
cabeza de los vendeobreros, de los traidores de la
revolución. Creo que son palabras de Lenin, nos
merecen a todos inmenso respeto y nos deben mover a profunda
y seria reflexión, de otra manera no
estaríamos sirviendo a la clase, al pueblo; y tenemos
que decir la necesidad urgente de coadyuvar a que todos
tomen cada vez más conciencia de clase, que se vivan
como lo que son, como clase obrera o como pueblo con
interés opuesto, antagónico al de los
explotadores; que sientan claramente el poder que tienen
cuando con una huelga paran la producción y
entiendan, y sientan y lleven adelante una huelga como una
Escuela de guerra, como una Escuela de comunismo y que sigan
desenvolviendo sus huelgas como forma principal de lucha en
el campo económico, porque lo es, pero que en las
circunstancias actuales tienen que estar indesligablemente
unidas a la conquista del Poder. Así pues, unamos la
lucha por la reivindicación con la lucha, con la
guerra popular, por la conquista del Poder, porque es la
defensa de sus intereses de clase, es la defensa de los
intereses del proletariado, del pueblo; eso es lo que
necesitamos y creemos que nuestras masas avanzan cada vez
más.
En nuestro Partido concluimos hace tiempo lo que llamamos
la ley de las masas, la ley de incorporación de las
masas, en la guerra, en la revolución, tal como la
desenvolvemos y es lo que corresponde aquí; las masas
se van incorporando por saltos, y por saltos cada vez
más grandes, ése es el rumbo que estamos
siguiendo y nuclearemos al 90% del pueblo peruano ¿para
qué?, para que las masas hagan triunfar la
revolución y culminen la obra que ellas están
iniciando hace 8 años y llevando adelante con su
propia sangre, porque es de ellas, de ellas ha salido, de
sus entrañas; ellas, las masas, hacen la historia,
insisto, el Partido solamente dirige; creo que es
así.
EL DIARIO: Presidente: ¿En qué
sectores políticos y sociales busca sus aliados el
PCP?; ¿tienen alguna afinidad con algún grupo
político del país? El oportunismo les imputa
de ser sectarios ¿Cómo definen su
política de frente? ¿cuál es el peso del
Partido en el campo, en el movimiento obrero, en el pueblo
en general?
PRESIDENTE GONZALO: Si me permiten, primero partir
de cómo vemos el frente; ya hemos dicho como lo
estamos llevando adelante, pero lo que necesitamos precisar
aquí, es cómo concebimos el frente
único del cual hablaba el Presidente Mao y digamos de
paso, es él quien ha establecido las leyes del
frente, las seis leyes del frente, no hubo tales leyes antes
de él. Acorde con esos criterios del
marximo-leninismo-maoísmo, nuestro problema es un
frente de clases, del proletariado como clase dirigente, del
campesinado como fuerza principal, de la pequeña
burguesía como aliada a la cual debemos prestar
atención y en particular a los intelectuales, porque
son necesarios a la revolución, como también
el Presidente Mao enseñó; y en ese frente
incluso, en determinadas circunstancias y condiciones, puede
participar y participa la burguesía nacional. Esto es
lo que entendemos nosotros por frente único, ese
frente tiene un basamento: la alianza obrero-campesina,
ésta se forja en el campo, es la que nosotros estamos
forjando hoy, desde hace 8 años con las armas en la
mano; y ¿por qué es necesaria la alianza
obrero-campesina?, porque sin ella no hay hegemonía
del proletariado y todo ésto requiere un Partido
Comunista que dirija ese frente, ésa es nuestra
posición. Somos absolutamente opuestos a la
teoría revisionista que aplican en
Centroamérica, y quieren difundir a otras partes, de
"todos son revolucionarios", "todos son marxistas", "no hay
necesidad de Partido Comunista que dirija", "basta
simplemente unir a todos y basarse en un frente para
conducir una revolución"; ésa es la
negación del marxismo, es la negación de Marx,
es la negación de Lenin, es la negación del
Presidente Mao; no hay ningún marxista que haya
puesto de lado la dirección del Partido, sino
¿cómo se concreta la hegemonía del
proletariado?, sólo a través del Partido
Comunista realmente tal, ésto es, un partido
marxista-leninista-maoísta, que sirva consecuente y
firmemente a los intereses de la clase y defienda los del
pueblo. Así es como vemos, y eso es lo que estamos
plasmando y desarrollando. Para nosotros el problema del
frente tiene que ver con la consabida tesis de que siendo el
Partido siempre una selección de los mejores, y
siendo la necesaria dirección, pero no quien hace la
revolución porque son las masas quienes la hacen,
surge en consecuencia la necesidad del frente para aglutinar
al 90% de la población, a la inmensa mayoría,
eso es lo que buscamos, eso es lo que perseguimos y eso es
lo que estamos haciendo.
En cuanto a organismos, hemos tenido, en diversas
ocasiones vinculaciones con organizaciones y cuando las
hemos tenido los hemos tratado como corresponde, de igual a
igual, y hemos intercambiado experiencias; en algunos casos,
han pedido que el Partido les ayude políticamente y
lo hemos hecho, son varios casos de esos, pero nombres por
ahora mejor no.
Sobre si somos sectarios, disculpen que lea lo que dice
el documento "Desarrollar la guerra popular sirviendo a la
revolución mundial", son las palabras de nuestro
fundador y las usamos precisamente éstas, porque
quienes se dicen mariateguistas deben serlo de verdad, pero
no se puede ser seguidor de Mariátegui sin ser
marxista-leninista-maoísta, decía
Mariátegui: "Vivimos en un período de plena
beligerancia ideológica. Los hombres que representan
una fuerza de renovación no pueden concertarse ni
confundirse, ni aún eventual o fortuitamente, con los
que representan una fuerza de conservación o de
regresión. Los separa un abismo histórico.
Hablan un lenguaje diverso y no tienen una intuición
común de la historia".
"Pienso que hay que juntar a los afines no a los
dispares. Que hay que aproximar a los que la historia quiere
que estén próximos. Que hay que solidarizar a
los que la historia quiere que sean solidarios. Esta me
parece la única coordinación posible. La sola
inteligencia con un preciso y efectivo sentido
histórico".
"Soy revolucionario pero creo que entre hombres de
pensamiento neto y posición definida es fácil
entenderse y apreciarse, aún combatiéndose.
Con el sector político que no me entenderé
nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el del
socialismo domesticado, el de la democracia farisea".
A eso nos atenemos. No somos sectarios, no hay ninguna
acción nuestra que lo demuestre; lo que nadie nos
puede exigir es que vayamos a la charca. Lenin nos
enseñó: si algunos deciden y quieren ir a la
charca, tienen derecho a hacerlo, pero no a llamarnos a que
vayamos al mismo fango; Lenin decía, nosotros debemos
seguir nuestro camino, empinado difícil hasta la
cumbre y, en otras frases, tenemos que afrontar la metralla
del enemigo pero seguiremos avanzando. No somos, pues,
sectarios ni dogmáticos, somos simplemente comunistas
y nos sujetamos a estas sabias palabras de
Mariátegui, más bien, demandamos, a quienes se
dicen seguirlo que realmente lo sigan y que lo prueben.
En cuanto al peso del Partido en el campo, concretamente
lo que les podríamos decir, es que, la mayoría
de nuestra militancia es campesina, la inmensa
mayoría; y, una limitación que tenemos es el
insuficiente número de obreros, es una seria
limitación pero hacemos y haremos más
esfuerzos para subsanarla porque necesitamos comunistas
proletarios, obreros, pues dan temple, dan su acero, porque
lo tienen como clase.
Sabemos, además, cómo en el pueblo en
general, nuestra fuerza y repercusión crecen; podemos
decir que el Ejército Guerrillero Popular está
formado por masas, por campesinos, por obreros,
intelectuales, pequeño burgueses, son miles de
hombres; tenemos cientos de Comités Populares
organizados en Bases de Apoyo y ejercemos Poder sobre
decenas de miles de personas. Esa es nuestra realidad, la
influencia del Partido está creciendo, estamos
repercutiendo cada vez más en las masas; aplicamos,
como plantea el marxismo, enseñar al proletariado, al
pueblo, a las masas con hechos contundentes para con ellos
remachar las ideas en la mente. Creemos que nuestro
crecimiento en las masas ha empezado un gran salto, eso es
lo que les podemos decir, deseamos y es una tarea nuestra y
parte de nuestro plan dar un gran salto en el trabajo de
masas. Las masas en el país necesitan la
dirección del Partido Comunista; esperamos, con
más teoría y práctica revolucionaria,
con más acciones armadas, con más guerra
popular, con más Poder llegar al corazón mismo
de la clase y del pueblo y realmente ganarlo, ¿para
qué? para servirlo. Eso es lo que queremos.
EL DIARIO: Presidente, otras organizaciones o
no definen o vagamente hablan de revolución
socialista para el Perú ¿cuáles son las
razones por las que el PCP define que la revolución
peruana tiene etapas? ¿cómo es esta
revolución democrática? ¿cómo
será la revolución socialista y cómo
serán las Revoluciones Culturales Proletarias que
impulsará el PCP al triunfo y derrota de las fuerzas
contrarrevolucionarias? ¿Serán éstas
similares a las que desarrolló el Presidente Mao en
China?
PRESIDENTE GONZALO: Un problema clave es definir
el carácter de la revolución, para nosotros,
siguiendo lo que estableciera el propio Congreso del
Partido, la revolución es democrática. Tomando
el maoísmo hemos podido desarrollar una
comprensión un poco más amplia de la
situación en nuestro país, consideramos que la
sociedad peruana es una sociedad semifeudal y semicolonial
sobre la cual se desarrolla un capitalismo
burocrático, en consecuencia, la revolución es
democrática. Consideramos que esta revolución
democrática tiene tres montañas a las cuales
enfrentar: el imperialismo principalmente yanqui, el
capitalismo burocrático y la semifeudalidad. Esta
revolución democrática demanda emprender una
guerra popular, por eso nos hemos empeñado en ella,
esta guerra popular es la que nos permitirá destruir
esas tres montañas y conquistar el Poder en todo el
país en una perspectiva, a nuestro juicio, no tan
lejana; en fin, eso depende del esfuerzo mayor que
empeñemos todos los que combatimos en la guerra
popular y de que las masas vayan adhiriéndose
más y más a ella. Esta revolución
democrática debe ser seguida ininterrumpidamente por
una revolución socialista, sobre esto
quisiéramos precisar, tomando lo que el Presidente
Mao nos enseñara con mucha clarividencia pensando en
las cosas que podrían surgir; él nos dice que
la revolución democrática termina el mismo
día en que se toma el Poder en todo el país y
se funda la República Popular, ese mismo día y
hora comienza la revolución socialista y en ella
tenemos que desenvolver una dictadura del proletariado y
así llevar adelante las transformaciones
básicas para desenvolver el socialismo.
Consideramos que hay un tercer tipo de revolución.
Estudiando al Presidente Mao Tsetung y los acuerdos del PCCh
estamos comprendiendo cada vez más la importancia de
la gran revolución cultural proletaria como
continuación de la revolución bajo la
dictadura del proletariado y su carácter de
indispensable; sin ella la revolución no puede
proseguir su marcha al comunismo. Consideramos que
serán sucesivas revoluciones culturales pero pensamos
que esa revolución cultural tendrá que ser
especificada; si bien hemos de tomar la tesis del Presidente
y la grandiosa experiencia del PCCh, tenemos que aplicar a
nuestra propia realidad -en eso también somos
antidogmáticos, no podemos ser mecanicistas,
estaríamos contra el maoísmo-. Pensamos como
Partido Comunista que nuestra meta es una: el comunismo,
pero que a él -y disculpen que reitere- solamente
habremos de llegar todos en la Tierra o nadie entra al
comunismo; somos absolutamente opuestos a las tesis
revisionistas de Jruschov quien nos habló del
comunismo en la URSS para el año 80; el Presidente
Mao Tsetung reafirmó una vez más que todos o
nadie entraríamos al comunismo, por eso es que
nuestra revolución está indesligablemente
unida a la revolución mundial; ésa es nuestra
meta final y definitiva, las demás son etapas, pasos,
momentos y creemos que la perspectiva para llegar al
comunismo es larga, nos parece que la proyección del
Presidente Mao Tsetung es certera.
EL DIARIO: Se dice que el PCP al conquistar el
Poder en el país confiscará todo tipo de
propiedad. ¿Es ésto cierto, cómo
actuará con la deuda externa?
PRESIDENTE GONZALO: El programa del Partido ya
vemos que aclara estas cuestiones. Una revolución
democrática como la que estamos llevando adelante
apunta contra las tres montañas ya aludidas, o sea
que estamos por romper el dominio del imperialismo
principalmente yanqui pero a su vez bregamos para no
permitir jamás que el socialimperialismo ni cualquier
potencia imperialista ejerza su dominio sobre nosotros;
estamos por destruir la semifeudalidad aplicando el gran
lema que sigue siendo válido, -esto es bueno
destacarlo porque muchas cosas se dicen-, "la tierra para
quien la trabaja", el Presidente Mao volvió a
reafirmarse en este lema que para nosotros esto implica
destruir la propiedad semifeudal y entregar la tierra al
campesinado en propiedad principalmente al pobre; y estamos
por confiscar el capitalismo burocrático y, volviendo
a repetir, es muy importante porque eso da base
económica al Nuevo Poder para dirigir la
economía y enrumbar al socialismo. Estamos contra
esas tres montañas. En cuanto a la burguesía
nacional o media, el problema es respetar sus derechos, a
eso nos atenemos, más allá no podemos ir,
sería cambiar el carácter de la
revolución. La idea de "confiscar toda propiedad" no
es sino parte de los infundios y las mentiras que siempre
han pregonado contra los comunistas; como magistralmente nos
enseñara Marx, para oponerse al comunismo siempre la
reacción y los enemigos de la revolución han
elaborado falsedades y mentiras; si ese grandioso fundador
del marxismo en el mundo sufrió todas esas infamias,
mentiras y tergiversaciones de sus sabios planteamientos,
creemos que lo que se dice contra nuestro Partido no es sino
la continuación de la vieja escuela reaccionaria y de
los enemigos de la revolución.
EL DIARIO: ¿Cómo actuará con
la deuda externa el Partido?
PRESIDENTE GONZALO: Siendo propiedad imperialista
será confiscada y, creo que podríamos agregar,
es la única forma de barrer realmente con este peso
inmenso que está agobiando a tantos países y
esquilmando naciones y pueblos, sólo con la
revolución, no hay otra forma; todos los
demás, medios y criterios que se plantean son
simplemente quererles sacar las castañas del fuego al
imperialismo y creemos que ésa es la experiencia
histórica, además.
EL DIARIO: Y el Partido Comunista,
¿cómo está resolviendo el problema de la
tierra y qué planes aplica el Apra y el PUM?
PRESIDENTE GONZALO: El problema de la tierra,
fundamental porque realmente es este problema el que se
resuelve en la revolución democrática aparte
de las otras cuestiones ya conocidas. Lo que aplicamos es la
destrucción de las relaciones semifeudales de
explotación y la entrega de la tierra a los
campesinos pobres principalmente y luego a los campesinos
medios y, si hubiera o fuera conveniente, puede darse a los
campesinos ricos así como también si es
conveniente o necesario podemos quitarles, si es que
faltaran tierras; incluso con los terratenientes, como el
Presidente ha enseñado, si ellos quieren trabajar que
ganen, como se dice, el pan con el sudor de su frente y que
aprendan lo que es labrar la tierra y no vivir simplemente
de la renta. Seguimos esa política.
La política del Partido se ha ido desarrollando en
este problema; una de las cuestiones importantes que hemos
hecho ha sido el impulsar un movimiento de invasión
de tierras, muy importante, en el departamento de La
Libertad, ahí han sido repartidas más de
300.000 has. y se han movilizado 160.000 campesinos; viendo
el conjunto de movilizaciones que hemos tenido ésa es
la que más masa ha logrado mover; este movimiento se
impulsó para socavar los planes del Apra y
también lo aplicamos en Puno, y somos nosotros los
que hemos empezado las invasiones de tierras también
en Puno mientras el PUM discutía con el Apra sobre
qué y cómo hacer, ésa es la pura y
simple realidad; luego el gobierno se ha visto obligado a
dar disposiciones para Puno en particular, disposiciones que
no las ha cumplido. En este caso, como en otros de la
Sierra, el Apra ha apuntado a aplicar el redimensionamiento
que planteara Morales Bermúdez cuando fue presidente
y la disputa con el PUM ha sido cómo hacerlo, si lo
hacía sólo el gobierno o participaban las
organizaciones.
¿Qué han buscado el gobierno y el PUM? Bajar
la presión de las aguas, eso es lo que han buscado y
una vez más vemos reeditar lo que hicieron el 74,
cuando eran "Vanguardia Revolucionaria", con las "tomas de
tierra" en Apurímac donde fueron movilizados miles de
campesinos y llevados ¿a qué? a acogerse y a
pactar dentro de la ley 17716, ley corporativa del fascismo
de Velasco, como prueba están las actas famosas de
Toxama y Huancahuacho. Alguien debe responder por ello,
sería bueno recordarles la memoria; ¿sirvieron o
no al régimen? sirvieron porque aplicaban entonces el
criterio de que la ley 17716 era buena, y que su error era
no ser socialista; lo cual es una estupidez política
porque el problema de la tierra es una reivindicación
democrática elemental, sino habría que
corregir el marxismo. Eso es lo que han reeditado hoy en
colusión con el Apra; bien, hay cosas que mucho se
dicen, pero sería bueno que siendo como son, se
pongan la mano al pecho, hagan acto de contrición y
vean si no han servido, incluso delatando para que sean
golpeadas nuestras fuerzas, sería bueno que
meditaran. Está probado y lo sabemos desde los
años sesentas y por un nuevo estudio que
hiciéramos en los años setentas, que la simple
consecución de la tierra, si no está ligada a
una guerra popular, a una lucha por la conquista del Poder,
lo que genera es simplemente un acoplamiento al sistema, y
se deviene en un sostén del mismo, y se sigue en el
mismo proceso vegetativo semifeudal, pruebas al canto:
Pomacocha y Ccaccamarca, en el departamento de Ayacucho,
creo que ésas son cosas que tenemos que pensar; las
experiencias de Apurímac el 74, las "tomas de tierra"
de Vanguardia ¿a qué sirvieron?, a que se
montara un sistema corporativo, desarrollando las formas
asociativas, eso ¿era o no lo que quería
Velasco?. En consecuencia acoplarse al sistema, evolucionar
la feudalidad cuando el problema es arrasarla,
destruírla, eso es lo que el PUM hasta hoy no
entiende, ni va a entender; se requiere pensar desde otra
ideología, desde la marxista, para entender
cómo se conquista y cómo se defiende la
tierra, con armas en la mano, ése es el hecho.
El Apra además, sigue otros planes;
particularmente, hay que prestar atención muy
importante a los planes que tienen para las tierras eriazas
de la Costa con los últimos decretos y los "planes de
desarrollo" para quien tenga capacidad de invertir en
función de generar productos de exportación; y
eso está llevando a una repartija, a una
rebatiña de tierras en Lambayeque, en La Libertad, en
Ica, y en la Costa peruana en general. Con sus
últimas disposiciones se pueden entregar hasta 450
hectáreas, ¿van a ser los pobres los que van a
adquirir esas tierras?, ¿con qué dinero
podrían hacer pozos tubulares, por ejemplo para
extraer agua?, imposible. Son suculentos planes cuyo
resultado ya quedó claro, es la repartija
¿qué están haciendo sino en La Libertad?
¿en beneficio de quiénes? del Apra, sus
dirigentes y asociados, entre los cuales juega un papel muy
destacado y económico, el señor ministro
Remigio Morales Bermúdez, socio de grandes empresas
monopolistas. Eso no beneficia al campesinado y en la Costa
también hay campesinado que necesita tierras, y las
tierras deben ser para ellos; de ahí el
escándalo que hemos visto no hace mucho en La
Libertad con motivo de denuncios de tierras de las futuras
irrigaciones.
Otros problemas. La entrega de tierras en la Selva: 30
mil hectáreas, ¿quién las podrá
manejar?: Dionisio Romero u otro similar; no las
podrá controlar ni menos se las darán a un
campesino pobre, pero la tierra es para quien la trabaja,
principalmente para el campesinado pobre. Por otro lado, el
Apra ha fracasado rotundamente en sus planes
contrarrevolucionarios sobre el llamado trapecio andino; y
abiertamente le decimos que, como otros incluso le han dicho
antes, nosotros hemos hecho ver que existía la Sierra
en el Perú, es sobre eso que García
Pérez ha redescubierto su trapecio andino para hacer
su propia vitrina, pero sus planes siniestros han fracasado,
están deshechos y paralizados. Sino, ¿qué
pasa con el plan del Cachi en Ayacucho?, inaugurado por el
que funge de presidente, yendo en helicóptero y gran
propaganda a explicar desde las punas lo que no sabe ni
entiende; o ¿qué es del plan de Rasuwilca?, lo
hemos deshecho por contrasubversivo y porque no podemos
consentir que las tierras no sean para los campesinos que
las necesitan, principalmente los pobres.
Pero también creo que merecería decir por
lo menos algo sobre otras cosas: las rondas, las rondas
campesinas; ¿qué han hecho de esas creaciones
que las masas generaron para defenderse?, organismos que hoy
día están bajo el control del Estado, de las
fuerzas armadas y policiales, eso es lo claro y concreto; y
son ellos, los de la IU, los que con orgullo aprobaron la
famosa ley y hoy día están pataleando contra
el reglamento de la misma, pero el reglamento no es sino
derivación de la ley, si aprobaste la ley
aguántate el reglamento. En el fondo, lo que han
hecho es simplemente coadyuvar a lo que el ejército,
las fuerzas armadas exigían, una ley que convalidara
las mesnadas o los "comités de defensa" que ellos
montaban, decían no hay una ley que los ampare, pues
bien esa ley es la que se llama ley de rondas campesinas.
¿Las usan o no las fuerzas policiales, las usa o no el
ejército, las usa o no el gamonalismo?, ésa es
la realidad, de eso deberían respondernos, dar
cuenta; esto ya sin entrar a cómo son, pues, sus
estatutos, ¿realmente son marxistas?,
¿están hechos desde un punto de vista de la
clase, del pueblo? ¿no encierran un trasnochado
incaísmo? ¿no expresan una posición de
personalismo cristiano? ¿no trabajan ligados a la
Iglesia? sino ¿por qué le publican sus
documentos? y cuando hablo de la Iglesia, hablo de la
jerarquía eclesiástica. Sería bueno que
cuando tengan tiempo, como que se distraen, lean esos
reglamentos, son sumamente expresivos.
Denunciamos, también, el plan del Apra en el Alto
Huallaga que con el pretexto de combatir el
narcotráfico permite el uso de los insecticidas
mortíferos "spike" que los propios monopolios yanquis
dicen son como pequeñas bombas atómicas.
EL DIARIO: Presidente, ¿cuáles van
a ser las características principales de la
República Popular de Nueva Democracia que proponen
usted y su Partido?
PRESIDENTE GONZALO: Las características son
sustancialmente las de una dictadura conjunta; insisto en
esto porque en el Perú debe pensarse seriamente sobre
el problema del Estado y analizarlo desde el
marxismo-leninismo-maoísmo; y el problema del Estado
lo primero que nos plantea es la cuestión del sistema
de Estado o la dictadura de clase que se ejerce, en nuestro
caso es una dictadura conjunta. En la actualidad solamente
de tres: de proletariado, de campesinado y de progresistas
(pequeña burguesía); no participa la
burguesía nacional pero respetamos sus derechos, eso
sí. El sistema de gobierno que se deriva de lo
anterior es un sistema basado en Asambleas Populares,
¿cómo lo concretamos? como Comités, y
esos Comités Populares agrupados forman las Bases de
Apoyo, y el conjunto de las bases de apoyo la
República Popular de Nueva Democracia, eso es lo que
estamos desenvolviéndo, y es lo que desenvolveremos
hasta el término de la revolución
democrática. Lo que quisiera insistir es en que el
Partido ha decidido "Sembrar Poder" para que el pueblo
empiece a ejercerlo, aprenda a manejar el Estado, porque una
vez que aprenda a manejar el Estado aprenderá que
ése Estado sólo se mantiene por el Poder de
las armas, que así como se le conquista se le
defiende. "Sembrar Poder" nos lleva a ir sembrando en la
mente la necesidad del Nuevo Poder y que lo vean en los
hechos, eso es lo que estamos haciendo. Como cuestiones de
República Popular de Nueva Democracia se cumplen
funciones generales de dirección, de
construcción y de planificación. Creo que eso
sería suficiente sobre este punto, porque otras cosas
están explicadas ya en los documentos.
V. POLITICA
INTERNACIONAL
EL DIARIO: Presidente, hablemos ahora de
política internacional, siendo vuestra meta el
comunismo, ¿cómo ve las condiciones para la
revolución mundial, y qué problemas deben
resolver los comunistas?.
PRESIDENTE GONZALO: Partimos de que la
revolución es la tendencia principal y sigue siendo
así, lo que el Presidente Mao afirmó sigue
desarrollándose. Consideramos que después de
la II Guerra Mundial no ha habido estabilidad, ni relativa
siquiera, todo el mundo ha sido removido por grandes
tormentas revolucionarias; en oleadas, de acuerdo,
así es, porque no podría ser de otra
manera.
Consideramos que existen tres contradicciones
fundamentales en esta situación de perspectiva en que
nos estamos desenvolviendo: primera y principal
contradicción, entre naciones oprimidas, por un lado,
y superpotencias imperialistas y potencias imperialistas,
por otro lado, -aunque sea redundancia, preferimos
enumerarlas de esa manera para que quede claro-; tal
contradicción se resuelve mediante la
revolución democrática a través de la
guerra popular. Una segunda contradicción fundamental
es proletariado-burguesía, ésta se resuelve a
través de revoluciones socialistas y revoluciones
culturales proletarias, también mediante la guerra
popular, reitero, considerando el tipo de revolución
y las condiciones específicas de cada país.
Una tercera contradicción es la interimperialista,
entre las superpotencias, entre las superpotencias y
potencias imperialistas, y entre las propias potencias
imperialistas; esas contradicciones entre ellos, se
resuelven a través de agresiones, de guerras
imperialistas, y tienden a definir la hegemonía de
dominio sobre el mundo a través de una III Guerra
Mundial.
Las ponemos en ese orden ¿por qué?, porque
consideramos que en ese orden es su importancia; nosotros
insistimos en que la contradicción naciones
oprimidas, por un lado, y, por el otro, superpotencias
imperialistas y potencias imperialistas es la principal y de
gran trascendencia para la revolución mundial; tiene
que ver, a nuestro juicio, con el peso de la masa en la
historia, es evidente que la inmensa mayoría de las
masas que pueblan la Tierra viven en las naciomes oprimidas;
es evidente, también, que éstas crecen cuatro
veces más rápidamente de lo que crecen las
poblaciones que viven en países imperialistas. Si
aplicamos el principio de las masas hacen la historia, si
tenemos en cuenta que la II Guerra Mundial ha puesto a las
masas de pie políticamente (cómo, incluso,
reconocen hasta asesores reaccionarios de los EE.UU.),
pensamos que la contradicción interimperialista al
generar una guerra mundial, ésta sería una
nueva guerra interimperialista por la hegemonía
mundial y repartirse la Tierra; en consecuencia, es por
repartirse el botín y el botín son las
naciones oprimidas y por tanto, tendrían que pasar a
ocupar para dominarnos, y así nuevamente vuelve a ser
principal la contradicción naciones oprimidas, de un
lado, y superpotencias imperialistas y potencias
imperialistas, del otro.
Creemos firmemente en esto y no es por un chauvinismo de
ser pertenecientes, como dicen algunos, a países o
naciones oprimidas, no es eso; ésa es la tendencia
que se ve en la historia y ése es el peso de la masa
en la historia y es que los hechos, además, vienen
demostrando que donde se está hundiendo y socavando
más y más el imperialismo es en la lucha que
se libra en las naciones oprimidas; son hechos irrebatibles,
por lo tanto, consideramos que esa contradicción
principal es de gran trascendencia y va a definir el
barrimiento del imperialismo y de la reacción de la
faz de la Tierra, siempre y cuando se ponga como mando y
guía de la revolución mundial el
marxismo-leninismo-maoísmo, que se desarrollen
partidos comunistas sobre esa ideología y que se
asuma la guerra popular, una vez más, según el
tipo de revolución y las condiciones
específicas.
En este sentido pensamos la gran importancia de la
contradicción principal que planteamos. Hay quienes
no creen así y piensan que en el fondo no creemos en
la revolución en los países imperialistas;
creemos que estas revoluciones son una necesidad
histórica y que el desarrollo de la
contradicción principal les da condiciones mejores, y
que hasta una guerra mundial dará mejores condiciones
para que hagan la revolución y se hará porque
es una necesidad; al fin y al cabo, tienen que confluir las
dos grandes fuerzas, las dos grandes revoluciones: la
revolución democrática y la revolución
socialista para que triunfe la revolución en el
mundo, sino no se podría barrer al imperialismo ni a
la reacción de todo el globo. Eso es lo que
pensamos.
Para nosotros, se nos plantea, cuál es el punto
clave: es el marxismo-leninismo-maoísmo porque el
problema es tener una línea ideológica y
política justas y correctas, y no puede haber
línea política justa y correcta si no hay
justa y correcta ideología; por eso creemos que la
clave de todo es la ideología: el
marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el
maoísmo. En segundo lugar: desarrollar partidos
comunistas, ¿por qué?, porque las masas
están sedientas de revolución, las masas
están expeditas y claman revolución;
así que el problema no está en ellas, el
proletariado clama revolución, las naciones
oprimidas, los pueblos del mundo claman revolución,
entonces necesitamos desarrollar partidos comunistas, el
resto, reitero, lo hacen las masas que son la que hacen la
historia y van a barrer al imperialismo y a la
reacción mundial con guerra popular.
EL DIARIO: ¿Qué papel está
jugando el imperialismo norteamericano en el mundo?
¿qué opina de la "guerra de las galaxias"?
¿qué de los llamados planes de desarme entre
USA-URSS y otros países europeos?
PRESIDENTE GONZALO: En síntesis, el
imperialismo norteamericano después de la II Guerra
Mundial insurgió como gendarme de la reacción
en el mundo, pero después ha entrado en contienda por
la hegemonía mundial con el socialimperialismo,
así ambos son quienes elaboran grandes planes en pro
de su hegemonía. A eso está ligado el problema
de la "guerra de las galaxias", o en otras palabras "la
iniciativa de defensa estratégica" que es su nombre
oficial.
El gobierno norteamericano y particularmente con Reagan,
ha comenzado a elaborar grandes planes estratégicos
que abarcan decenios del próximo siglo; o sea,
están pensando en su supervivencia y en cómo
mantener su hegemonía y derrotar al
socialimperialismo; dentro de esto, la "guerra de las
galaxias", no es sino un plan que pretende tender un escudo
que impida llegar a sus ciudades cohetes con cargas
atómicas y a su vez les permita protegerse si
descargan ataque atómico contra el
socialimperialismo. Pero éstos son planes y deseos,
porque frente a un plan hay otro; no hace mucho los
soviéticos respondieron que habían formas de
superar el supuesto escudo y que de esa manera no
habría, en consecuencia, la supuesta invulnerabilidad
de EE.UU.
En cuanto a la cuestión de los planes de desarme
entre las superpotencias, Estados Unidos y la Unión
Soviética, debemos partir de lo que el marxismo
enseña y también nuestro propio fundador:
cuanto más hablan de paz, más se preparan para
la guerra. Mucha palabrería, mucha demagogia
embaucadora se está haciendo en torno a los planes de
desarme que han firmado para la retirada de cohetes en
Europa, de cohetes de alcance intermedio; porque lo que se
desarma es el cohete, o sea el vehículo, pero se
mantiene la carga para usarla cada quien según le
convenga. Esa es la esencia de la farsa.
Las potencias europeas, obviamente, se encuadran dentro
del marco de ambas superpotencias y quisieran impedir que la
guerra se libre en Europa de darse una guerra mundial; eso
es lo que quisieran, porque en el fondo sus afanes son,
así como los del Japón, que se pelearan dos
tigres para luego uno de ellos insurgir como gran potencia,
como el dominante supremo, eso sueña Japón,
Alemania Federal, etc., son sus sueños. Pero una
guerra mundial también se libraría en Europa y
las dos superpotencias saben bien de estos afanes;
así el problema lleva a contradicciones entre las
potencias y las superpotencias que se desenvuelven, no puede
ser de otra manera, en complejas colusiones y pugnas. Es
evidente, también, como las potencias bregan por
plasmar sus sueños: Japón con su dominio sobre
Asia y América del Sur, Europa con el suyo sobre
Africa y América Latina; y su acción no
sólo en esas regiones, de ahí sus ajetreos y
sus intermediaciones, de ahí sus políticas
propias y discordantes en cuanto defienden sus propios
intereses.
Creemos que todo esto son debates demagógicos que
solamente tienden a encubrir grandes planes para contender
por la hegemonía mundial; eso es lo que creemos,
porque el imperialismo no dejará de serlo hasta que
lo barramos, su esencia es explotar y oprimir, reducir a las
naciones a la condición de semicolonias y de ser
posible colonias; y, de paso, es tiempo ya que volvamos a
usar estos términos, son términos
científicamente establecidos por Lenin. Pero la
cuestión es que frente a estos planes lo principal no
es simplemente desenmascararlos, sino prepararse contra
ellos y no hay sino una forma de hacerlo, prepararse
mediante la guerra popular; el Presidente Mao nos
decía: hay que prepararse y prepararse desde ahora
contra una guerra imperialista y principalmente contra una
guerra atómica; cómo les vamos a responder,
pues, sólo con guerra popular, de otra manera no, eso
es lo principal. Desenmascararlos es parte de hacer una
campaña de propaganda que muestre ante el mundo sus
siniestros y macabros planes de genocidio mayúsculo,
pero eso nunca detiene una guerra, claramente lo dijo
Stalin; esas campañas nunca paran una guerra,
así lo único que cabría, si queremos
impedir una guerra, es desarrollar la revolución.
Como enseñó el Presidente: o la
revolución impide la guerra mundial o ésta
atiza la revolución. Esa es creo la situación
que podríamos plantear.
EL DIARIO: Presidente, ¿qué piensa
usted del Estado Soviético? últimamente se
habla mucho de la Perestroika ¿cómo ve usted
este problema?, ¿qué opina de los ataques a
Stalin?
PRESIDENTE GONZALO: La Perestroika
últimamente es un tema llevado y traído. La
Perestroika hasta donde he podido ver, porque creo que hay
que estudiarlo con detenimiento y ver toda la podre
revisionista que encierra, es parte de esa nueva ofensiva
del revisionismo contemporáneo que los comunistas
enfrentamos. Gorbachov es un revisionista de cabo a rabo, de
la cabeza a los pies. El plantea que un hecho
histórico de transcendencia en la URSS fue el XX
Congreso del PCUS, ese nefasto Congreso en el cual se
atacó a la dictadura del proletariado tras el
pretexto de combatir a Stalin; él admira a Jruschov,
lo pinta como un gran hombre, audaz, decidido, cuyo
problema, dice, estuvo en que cayó en subjetivismo,
no elaboró planes correctos sino planes excesivos,
inaplicables y fracasaron. Jruschov es maestro de Gorbachov
y éste saca lecciones de aquél, así
como también las ha sacado de su otro maestro
Brezhnev, aunque él quiera distanciarse.
De la Perestroika hay que sacar una cuestión
central; el mismo Gorbachov dice: de muchas maneras puede
definirse a la Perestroika, pero si elegimos "la clave que
exprese su esencia más exactamente, entonces podemos
decir así: perestroika es una revolución",
pero hay quienes no quieren verla de esa manera. Hay que
prestar suma atención a esto, no es una
revolución es más bien un desarrollo de la
contrarrevolución, es un desenvolvimiento de la
restauración del capitalismo más desenfrenado
para barrer lo poco que quede y que pueda servir a la clase
y al pueblo para combatir el socialimperialismo. El dice: es
una revolución porque se plantea una
aceleración en el plano económico-social,
cambio radical y una marcha a un nuevo tipo de Estado;
¿cuál sería ese nuevo tipo de Estado? ,
un Estado más descaradamente burgués,
estructurado de una nueva modalidad que aún no atinan
a precisar porque no la han precisado ni siquiera en su
última Conferencia. Tiene toda esta
desvergüenza; por eso es conveniente llamar la
atención sobre ese término pues por lo general
se dice "perestroika es una reestructuración" y
punto; pero Gorbachov dice que el término que
perfectamente le corresponde es "revolución", y eso
es una irrisión, un sarcasmo, una burla inaudita.
¿Qué otra cosa nos plantea este individuo?.
Está desarrollando posiciones de Jruschov. Escojamos
el problema de la guerra. El dice que una guerra mundial
lleva a la desaparición de la humanidad; en sus
propias palabras: "en esa guerra no habrá ni
vencedores ni vencidos. Es que no habrá
sobrevivientes", "si estalla una guerra nuclear toda cosa
viviente será borrada de la faz de la Tierra" y "en
un conflicto nuclear global no habrá ni ganadores ni
perdedores: la civilización del mundo perecerá
inevitablemente". Pero ¿qué agrega?,
permítanme leer: "La política debe basarse en
realidades. Y hoy, la más formidable realidad mundial
son los vastos arsenales militares, tanto convencionales
como nucleares, de los Estados Unidos y de la Unión
Soviética. Eso otorga una responsabilidad especial a
nuestros dos países frente a todo el mundo".
¿Qué es esto? descaradamente nos está
diciendo que su poderío se basa en el poder
bélico y lo enarbola junto al poder bélico del
imperialismo yanqui vociferando que son la gran realidad de
la Tierra. En consecuencia, de ellos dependemos; eso es lo
que plantea, la más descarada y desenfrenada
política de superpotencias que hemos visto. Pero no
sólo una guerra atómica pone en riesgo a la
humanidad, sino que, según él, también
una guerra convencional, dados los instrumentos
mortíferos y sofisticados que hoy existen puede
cumplir igual fin. Así Gorbachov pretende imponernos
la más monstruosa política del sometimiento,
frente a la cual enarbolamos más aún "La
rebelión se justifica" del Presidente Mao
Tsetung.
Sus elucubraciones revisionistas llevan al jerarca ruso a
plantear "un nuevo pensamiento", ¡ojo!; un "nuevo
pensamiento" que "tenga en cuenta, por encima de las
ideologías y las diferencias, el interés
supremo de la humanidad"; ¿dónde quedó el
recuerdo formal del criterio de clase? ¿no es una
reedición al más alto nivel de lo que
predicó Jruschov?, evidentemente. Y parte sustantiva
de ese "pensamiento" es que la guerra ya no es la
continuación de la política por medios
bélicos; en sus propios términos: "el aforismo
de Clausewitz, de que 'la guerra es una continuación
de la política, sólo que con diferentes
medios', que fue clásico en su tiempo, resulta ahora
cada vez más desesperadamente anticuado. Está
destinado a las bibliotecas". Pero ésta es tesis
sostenida por Lenin y reiterada por el Presidente Mao en
este siglo y es clave en la teoría militar del
proletariado, y a ella nos atenemos en la guerra popular.
Así, Gorbachov choca abiertamente con Lenin, como
chocó Jruschov; y las llamadas "nuevas condiciones"
que llevan a revisar principios del marxismo es un antiguo
cuento que viene desde el viejo revisionismo; y que no le
sirva de consuelo a este nuevo gonfalón revisionista
el que según dice: "menos mal tanto en el Oeste como
en el Este surgen nuevos pensamientos, nuevos hombres que ya
están viendo cómo pueden ponerse de acuedo
porque lo único que cabe es la cooperación";
la colusión, decimos nosotros, entre las dos
superpotencias mientras no haya condiciones para lidiar en
una tercera guerra mundial si no los barremos antes. Ese es
el fondo; y, creo que es necesario destacar bastante como
Gorbachov siniestramente yendo contra Lenin tiene la
artería desvergonzada de llamarse "seguidor de
Lenin", que está aplicando "una vuelta a Lenin" y
"haber aprendido mucho de Lenin", pues es lo que nos dice y
creo que son cosas muy corrosivas.
Por otro lado, luego de plantear "basar la
política internacional en normas morales y
éticas comunes a todo el género humano",
Gorbachov dice: "¿Qué ocurrirá con el
complejo industrial-militar?, preguntan... para empezar,
cada trabajo en el complejo industrial-militar cuesta dos o
tres veces más que en una industria civil. En su
lugar se podrían crear tres puestos de trabajo. En
segundo lugar, los sectores actuales de la economía
militar están conectados con la economía civil
y hacen mucho por esta última. Este es un punto de
partida para utilizar sus posibilidades con
propósitos pacíficos. En tercer
término, la Unión Soviética y los
Estados Unidos podrían realizar extensos programas
conjuntos, combinando recursos y potenciales
científicos e intelectuales para resolver los
más diversos problemas en beneficio de la humanidad".
Así replica como Jruschov y va contra cómo
concibió Lenin el imperialismo y el proceso
económico; aquí también es
anti-leninista, lo es en todo, como se ve en sus criterios,
similares a los de Teng, de separar partido de Estado o
impulsar el crecimiento económico más y
más al servicio de la burguesía y del
imperialismo.
Asimismo, como los demás imperialistas, el
socialimperialista Gorbachov plantea combatir el llamado
terrorismo, y se compromete a hacerlo y a usar las Naciones
Unidas también para este objetivo.
Merece, creo, finalmente decir algo sobre cómo ve
América Latina y Nicaragua en particular; que en
Nicaragua una dictadura, la de Somoza, fue derrocada por una
revolución popular, ratifica entonces los criterios
que han guiado y guían el proceso nicaragüense,
esto es sumamente expresivo. Y de América Latina que
los soviéticos no tienen interés en perturbar
el dominio, o como dicen, las relaciones entre Estados
Unidos y América Latina, esto nos atañe
directamente.
¿Qué quieren los socialimperialistas de la
URSS? Están en una etapa de ver cómo resolver
problemas urgentes, en un momento de colusión como
principal y por ello buscan contener o desaguar puntos
conflictivos a fin de abocarse a desarrollar sus sistemas
económicos, mientras siguen preparando sus grandes
planes para contender por la hegemonía mundial. La
colusión es transitoria, la pugna como la lucha, es
lo absoluto.
En conclusión, la perestroika es un siniestro plan
de continuación del revisionismo contemporáneo
que Jruschov iniciara, es una nueva ofensiva
contrarrevolucionaria del revisionismo.
En cuanto al ataque a Stalin Jruschov lo hizo, Gorbachov
también pero yendo más a fondo y rehabilitando
a quienes Stalin condenara. Una de las cosas que debe hacer
pensar bastante es la rehabilitación de
Bujarín, así como la de otros, y hasta
reconocida su condición de militante; habría
que preguntarse ¿quién falta? Trotsky, ya no
falta sino ése. El ataque a Stalin sigue siendo lo
mismo, es utilizarlo como pretexto para profundizar la
restauración del capitalismo, desarrollar sus planes
políticos y barrer, pues, con todo lo que quede y
pudiera servir a que el pueblo vuelva a hacer la
revolución, ese es su sueño, pero no
será sino un simple sueño.
Del camarada Stalin mucho se habla y se le ataca pero es
lamentable que otros también lo hagan,
imputándole multitud de errores y
denigrándolo. Creemos que el camarada Stalin es un
gran marxista-leninista. Lo que el Presidente Mao dijera de
él es correcto, erró en un 30 por ciento y la
raíz de ese error estuvo en sus limitaciones del
manejo de la dialéctica; pero nadie puede negar su
condición de gran marxista. Los ataques de Gorbachov
y sus secuaces a Stalin deben hacer pensar, pues, a otros
que diciéndose comunistas también atacan y
denigran al camarada Stalin; deben pensar bien en esas
coincidencias, no son simples ataques.
EL DIARIO: ¿Cómo enjuicia a la
actual dirección en China? ¿Estarán en el
campo de la contrarrevolución?. ¿Cuál
será la salida del pueblo chino?
PRESIDENTE GONZALO: La actual dirección de
China es una dirección revisionista y dirigida
realmente por un siniestro personaje, un viejo y podrido
revisionista, Teng Siao Ping; éste fue claramente
desenmascarado en la Gran Revolución Cultural
Proletaria y ante el mundo quedó como lo que fue y
sigue siendo, un redomado revisionista, el segundón
de Liu Shao Chi. Es Teng quien está llevando a China,
la que fue socialista, a una acelerada y desenfrenada
restauración del capitalismo; y es pertinente
advertir, incluso, que cuestiones planteandas por Gorbachov
las planteó Teng antes, según sus
condiciones.
¿En qué campos están? China
actúa como potencia, ésa es la política
que desarrolla, coludida y pugnando con potencias y
superpotencias. Su sueño, ser superpotencia en el
próximo siglo; ése es su sueño. La
salida, en éste como en otros casos, la
revolución, la guerra popular. Recordemos que el
Presidente Mao, en la parte final de su luminosa vida,
planteó a la camarada Chiang Ching que ella
podría llevar la bandera de la revolucion y alcanzar
la cumbre, señalándole: si no lo logras te
despeñarás, tu cuerpo se destrozará,
tus huesos se quebrantarán, entonces habrá que
hacer una vez más la guerra de guerrillas; él
nos dio la solución. Es parte de un poema, no
recuerdo bien el texto, pero esas son las ideas. Ahí
lo central es habrá que hacer nuevamente la guerra de
guerrillas, la guerra popular.
EL DIARIO: Presidente ¿considera que hay
países socialistas en la actualidad?
PRESIDENTE GONZALO: Simplemente no, no creo. Hay
quienes creen, por ejemplo, que Albania lo es. Yo les
diría, a quienes creen que Albania es socialista, que
estudien bien por ejemplo el VIII Congreso del Partido del
Trabajo de Albania, sería bueno, ahí se dice
que el centro de la reacción mundial es el
imperialismo norteamericano, ¿y el soviético?,
¿dónde quedó son dos los enemigos que se
debe combatir? Siempre fueron palabras; en el propio Hoxha
fueron palabras, porque siempre dedicó más
párrafos a combatir el imperialismo yanqui que el
socialimperialismo.
También, dice el mismo Congreso, que nunca ha
estado la humanidad más cerca de su exterminio.
Repite igual que los otros, lo cual no es mera coincidencia;
pero ¿qué nos propone hacer?, concretamente
desenmascararlos. Esa no es la solución, el
desenmascaramiento no frena una guerra mundial; la
solución es desarrollar la revolución haciendo
la guerra popular.
Y si uno ve todo lo que allí está dicho
sobre los serios problemas económicos que tienen, a
las claras se ve cuál es el camino al que Albania ha
entrado; pero no ha sido Ramiz Alía, su actual
dirigente, quien lo inició sino el mismo Hoxha,
éste el año 78, en un discurso ante el
electorado, planteó que en Albania no había
clases antagónicas. Sabemos muy bien lo que esto
implica pues la cuestión ha sido dilucidada
perfectamente por el Presidente Mao Tsetung; y si sumamos
sus arteros ataques al Presidente Mao, al desarrollo del
marxismo, ¿qué es? un revisionista. Así,
Albania no es socialista.
Si uno ve Vietnam, el camino que sigue es de un
instrumento de la Unión Soviética que hoy
clama por ayuda del imperialismo, con una economía en
crisis y desecha; tanta sangre ¿para qué?. Es
que ahí hubo un Ho Chi Minh, un indefinido, como se
comprueba en su famoso testamento donde dice que le duele
ver cómo se contiende en el seno del Movimiento
Comunista Internacional, cuando el problema era de
qué lado estar en la lucha entre marxismo y
revisionismo y un comunista no tiene sino una
solución, ponerse de lado del marxismo; Ho Chi Minh
nunca lo hizo. Después vino Le Duan un podrido
revisionista. De ahí la situación actual de
Vietnam.
Por esto pienso que no hay países socialistas hoy.
Todo lo cual hace reflexionar seriamente y entender el
problema de la restauración y la
contrarrestauración, no es problema de
lamentación ni de jeremiadas quejumbrosas como
algunos tratan de difundir; el problema es afrontar la
realidad y comprenderla, y la comprendemos si tomamos la
cuestión de la restauración y la
contrarrestauración que el propio Lenin ya planteara
y que el Presidente Mao magistralmente desarrolló.
Ninguna clase nueva en la historia se asentó de una
sola vez en el Poder; lo conquistó y lo
perdió, lo recuperó y volvió a perderlo
hasta que, en medio de grandes luchas y contiendas, lograba
afirmarse en el Poder, igual cosa pasa con el proletariado,
pero grandes lecciones nos han dejado, incluso en la
construcción socialista, por tanto es una grandiosa
experiencia.
Al fin y al cabo es el proceso de la historia y lo que
debe preocuparnos es cómo prevenir la
restauración del capitalismo, y toda
revolución que está en marcha debe pensar,
como se nos enseñara, en los largos años por
delante, en los largos años por venir y estar seguros
de que el proceso de desarrollo del proletariado en la
conquista del Poder, en el establecimiento de la dictadura
del proletariado, en su defensa y conducción de la
revolución ya están definidos, que ya hay
grandes hitos históricos y que, en consecuencia, la
perspectiva es que la clase, sacando lecciones, va a
conquistar el Poder y establecer la dictadura del
proletariado en todo el orbe; y que el proletariado ya no
será derrocado sino que proseguirá su camino
de transformación hasta extinguir el Estado cuando
nos adentremos en el comunismo.
EL DIARIO: Presidente. Con el triunfo de la
revolución ¿cómo sería la
relación internacional del Nuevo Estado con los
gobiernos burgueses, principalmente con el Estado yanqui y
con el socialimperialismo?
PRESIDENTE GONZALO: Es concreta la
situación. Nosotros tenemos que acabar con la
dominación del imperialismo yanqui sobre nuestro
país, a su vez conjurar que se introduzca el dominio
del socialimperialismo, como también conjurar que
pueda introducirse el dominio de potencia alguna; eso es en
síntesis.
EL DIARIO: Presidente. ¿No habría
el peligro de un aislamiento total que haría peligrar
el Nuevo Estado?
PRESIDENTE GONZALO: Creemos lo siguiente, tenemos
que seguir un camino que nos lleve a la emancipación
de la clase, que nos lleve al comunismo y ese camino nos
demanda mantener nuestra independencia para plasmar los
intereses del proletariado dentro de la revolución
mundial. Creemos que, como es conocido, hay contiendas,
contradicciones interimperialistas y ellas pueden ser
utilizadas por ejemplo para la adquisición de algunos
medios; como el mercado es cada vez más estrecho y
hay una concreta guerra comercial, encontraremos
quién nos pueda vender, claro que nos sacará
la pepita del alma, le pagaremos con nuestras maldiciones
como decía Lenin. Pero a su vez existen naciones
oprimidas, revoluciones en marcha, existe proletariado
internacional, hay pueblo en todo el orbe, Partidos
Comunistas, ellos nos ayudarán y tenemos que
aprender, porque por internacionalismo proletario
acudirán a nuestro llamado y serán bien
recibidos; ya vemos cómo se abren vínculos
entre países atrasados, incluso como se utiliza el
trueque. Encontraremos las formas adecuadas.
Este problema aún no lo hemos estudiado lo
suficiente porque son problemas venideros, tenemos
lineamientos generales pero seguimos en lo que Lenin dijo:
¿quieres saber cómo es la guerra? hazla; y
tengamos inagotable confianza en el proletariado
internacional, en las naciones oprimidas, en los pueblos de
la Tierra; y, muy particularmente, en los comunistas, en los
partidos y en las organizaciones cualquiera que fuere su
grado de desarrollo, tengamos confianza en ellos y
aferrándonos a nuestra ideología al
marxismo-leninismo-maoísmo, saldremos adelante,
aunque comencemos dando pasos de ciego, encontrando
soluciones transitorias o para la circunstancia o para un
momento, hasta encontrar la definitiva, pues, como nos
enseñara Lenin: ninguna revolución puede ser
concebida totalmente desde el comienzo y muchas veces se da
pasos a ciegas, y se camina a tientas y se encuentran
soluciones transitorias o para un momento, pero así
se avanza. Partimos de esto porque nuestra arma fundamental
es la ideología; partimos de lo que dijo Marx:
qué fácil sería entrar a la
revolución teniendo la seguridad absoluta de vencer y
todo el problema resuelto, fácil sería pero
así no es la revolución. El problema es
asumirla y llevarla adelante, cualquiera que fuera el costo,
el esfuerzo que tengamos que hacer y cómo las masas
crean la historia, nuestro pueblo lo hará y como
hemos de armar al pueblo aplicando el armamento general que
nos enseñara Marx, entonces defenderemos nuestro
Estado porque nos mantendremos por la fuerza de nuestras
armas, porque ningún Estado revolucionario se
mantiene con la bendición del imperialismo y de la
reacción; y de esa manera, con esa firmeza, con esa
decisión, con esa convicción que da el
marxismo-leninismo-maoísmo, el maoísmo
principalmente, encontraremos caminos y nuevos caminos.
El Presidente Mao nos ha enseñado que debemos
pensar de otra manera y generar nuevas formas, es una
cuestión fundamental; él nos planteó en
el problema económico la cuestión se reduce a
esto: una línea política clara, aparatos
orgánicos y un gran esfuerzo. En todos los problemas,
especialmente en los no resueltos que enfrentaremos, partir
de la firme convicción maoísta de que mientras
haya Partidos Comunistas y masas todos los milagros
serán hechos.
EL DIARIO: ¿Cómo ve el PCP el
internacionalismo proletario hoy y en perspectiva?
PRESIDENTE GONZALO: Primeramente como un
principio, un gran principio, reitero nuevamente, porque el
proletariado es una clase internacional y los comunistas
somos internacionalistas porque de otra manera no
podríamos servir al comunismo. Nuestro partido
siempre se ha preocupado por forjar a su militancia, a los
combatientes y a las masas en el internacionalismo
proletario; educarlos en el
marxismo-leninismo-maoísmo, en servir a la
revolución mundial y en luchar incansable e
indoblegablemente porque el comunismo florezca en la
Tierra.
Durante un tiempo perdimos vínculos con otros
partidos; posteriormente, se han restablecido y así
estamos coadyuvando a bregar por el Movimiento Comunista
Internacional, de ahí que seamos miembros del
Movimiento Revolucionario Internacionalista al cual
consideramos un paso en la reagrupación de los
auténticos comunistas. Creemos que su perspectiva es
compleja, porque si complejo y difícil es formar un
Partido y llevarlo adelante, cuán complejo
será pugnar para que los comunistas, a través
de sus diversos partidos y organizaciones, se unan. Sabemos
que es una tarea ingente pero indispensable, creemos que hay
quienes concurren, combaten y combatimos -diré
también-, con todas las limitaciones que podamos
tener, por servir a que el internacionalismo proletario nos
vuelva a unir a los comunistas en el mundo y juntos bregar
porque nuestra meta definitiva sea plasmada. Comprendemos
que el problema es sumamente complejo y difícil pero
los comunistas estamos hechos para ese tipo de tareas.
EL DIARIO: ¿Cómo analiza el
Presidente Gonzalo las diversas luchas que se libran hoy en
las naciones oprimidas, qué de las acciones armadas
en Europa y de los movimientos nacionalistas?
PRESIDENTE GONZALO: En las naciones oprimidas hay
múltiples luchas, tenemos luchas en Africa, en
América Latina, en Asia, una zona de tanta
importancia y peso en el mundo. Asia nos debe merecer
siempre especialísima atención, por el peso de
la masa en la historia y por lo que nos ha enseñado
el propio marxismo. Creemos que el problema de las luchas en
naciones oprimidas está en la carencia o insuficiente
desarrollo de los Partidos Comunistas; sí, realmente
hay partidos que van a tener que cumplir con grandes
aportes. Creemos, por otro lado, que la cuestión
está en que no se desarrollan guerras populares. En
consecuencia, pensamos en la necesidad de coadyuvar
tesoneramente a que el marxismo-leninismo-maoísmo sea
mando y guía de la revolución mundial, a que
sobre esa base se formen y desarrollen poderosos partidos,
llevando adelante guerras populares. Nos parece que
ésa es la gran limitación.
Hay movimientos nacionalistas en Medio Oriente, Palestina
en concreto, en Sudáfrica, etc.; pero creemos que las
revoluciones, para seguir realmente la senda abierta por la
nueva era que inició la Revolución de Octubre,
necesitan desarrollar partidos comunistas, porque si no los
hay se hacen revoluciones a medias. De éstas Africa
nos da varias muestras, Argelia, por ejemplo; allí
hubo lucha armada y muy dura, pero no se construyó el
socialismo porque faltó partido comunista para
dirigir una verdadera lucha revolucionaria. Sin partidos
comunistas se desarrollan movimientos nacionalistas que
buscan simplemente ser reconocidos como naciones, para pasar
de colonias a semi-colonias y quedar dependiendo del
imperialismo o, en otros casos, cambiar de amo. Lo hemos
visto en diversos movimientos ligados a Inglaterra o
Francia, por ejemplo. En otros casos se desarrollan luchas
armadas para que las Naciones Unidas resuelvan y definan la
situación, como en Chipre. En consecuencia, el
problema no es simplemente la lucha armada, en el fondo, el
problema es guerra popular, Partido Comunista y
marxismo-leninismo-maoísmo; sin embargo, todos esos
movimientos suman fuerzas para la lucha contra el
imperialismo, pero sólo podrán servir
radicalmente a barrerlo si es un Partido Comunista con
guerra popular quien los dirige.
En cuanto a las acciones armadas en Europa, vemos largas
luchas armadas; son expresión de una realidad
objetiva, en consecuencia, la cuestión no es condenar
sino comprender, estudiar, analizar y ver cómo
están expresando también que en la vieja
Europa hay situación revolucionaria; más
aún, que hay hombres que toman las armas entendiendo
que es la única forma de conquistar el Poder; esto es
un duro golpe al revisionismo, porque en la propia Europa,
considerada uno de sus bastiones, el revisionismo comienza a
ser abandonado, cualquiera sea el grado alcanzado y los
problemas pendientes, es innegable un importante avance.
En algunos se trata de cuestiones nacionales como
Irlanda, en otros casos se plantean cómo hacer sus
revoluciones. Creemos que estas luchas deben ser seriamente
estudiadas, que el problema está en ver qué
ideología tienen, qué política les
guía, a qué clase sirven, cómo
enfrentan el problema de las superpotencias. Creemos que nos
deben merecer mucha atención, máxime cuando
hay organizaciones que se plantean volver a Mao Tsetung, o
que comienzan a plantearse la necesidad del Partido, o que
es insuficiente la simple lucha armada. Debemos ver esto
como un nuevo despertar y comprender que se pueden cometer
muchos errores, al fin y al cabo quién no los comete,
pero ellos mismos irán sacando lecciones de sus
errores como lo están haciendo, avanzarán,
cogerán el marxismo-leninismo-maoísmo y
formarán sus partidos y harán sus guerras
populares, según el carácter socialista de su
revolución y según sus condiciones
específicas.
En síntesis, es una muestra, reitero, de que en
Europa también hay situación revolucionaria en
desarrollo desigual, que hay hombres hastiados del podrido
revisionismo y que, en condiciones tan difíciles, en
las entrañas imperialistas donde la lucha es
compleja, dura, toman los fusiles para cambiar el mundo, la
única forma de hacerlo. Esto da más esperanza
y sirve a ver cómo la tendencia principal es la
revolución, y cómo Europa también se
orienta hacia la revolución. Veamos incluso que,
después de ser pioneros, están abriendo brecha
y, al fin y al cabo, más esperanza; y más
comprensión nos merecen cuando hay quienes ya se
preocupan por Partido y por volver a Mao Tsetung, eso es
querer volver al marxismo, a cogerlo a fondo como
marxismo-leninismo-maoísmo. En Europa se libran estas
luchas que tienen también limitaciones y errores,
como todas; pero debemos verlas como una expresión de
la marcha incontenible de la revolución, y
cómo cada vez más países y pueblos,
expresan tomar fusiles para derrocar el orden existente,
sacan experiencia y se enrumban hacia el Partido y la
ideología del proletariado, el
marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente
maoísmo.
Para mí es motivo de alegría ver que en
Europa comienza a abrirse paso la revolución y
cualquiera que sean los encontronazos, los traspies que
puedan darse, hay que tener confianza en las masas y en los
pueblos; confianza en que así como en otras partes se
da la revolución con las armas en la mano, siguiendo
el marxismo, allí también se dará, eso
debemos pensar. Insisto, deberíamos ver con
dimensión histórica, ver a más largo
plazo, estudiar seriamente estos movimientos y alentar todo
lo que sea enrumbarse hacia el
marxismo-leninismo-maoísmo, a forjar Partido y a
desarrollar guerra popular.
EL DIARIO: ¿Qué opina de Nicaragua,
qué de Cuba?.
PRESIDENTE GONZALO: Quisiera reiterar que en una
ocasión conversaba con unos amigos sobre estos
problemas. Nicaragua hizo una revolución inconclusa y
su problema está en que allí no se ha
destruido el Poder de toda la gran burguesía, se han
centrado en antisomocismo, creo que ése es un
problema. Una revolución democrática tiene que
barrer las tres montañas y allí no se ha
hecho; por otro lado, se desarrolla dentro de criterios
cubanistas reajustados en los últimos tiempos y eso
simplemente lleva a depender, en último
término, de la Unión Soviética.
¿Cómo se comprueba esto?, porque en las
conversaciones entre los representantes diplomáticos
de las dos superpotencias es donde se trata, se ve y se
maneja la situación de Nicaragua, como la de
Afganistan o la de Medio Oriente, son muy
sintomáticos los pasos de marchas y contramarchas que
han dado y muy coincidentes reuniones y acuerdos de las
superpotencias las medidas que luego se toman en Nicaragua,
en su relación con la "contra".
Nos parece que Nicaragua, como bien merece ese heroico
pueblo, para seguir el camino correcto tiene que desarrollar
la revolución democrática completamente y eso
le va a demandar una guerra popular, tiene que romper con el
bastón de mando de la Unión Soviética,
asumir en sus manos su propio destino y defender su
independencia de clase y esto demanda un Partido y,
obviamente, sujetarse a la concepción del
proletariado; de otra manera seguirá siendo ficha de
ajedrez y eso es lamentable. Creemos que ese pueblo ha dado
muestra de gran combatividad y su destino histórico
no puede sino desarrollar la revolución como
corresponde, con Partido basado en el
marxismo-leninismo-maoísmo y guerra popular, y
desarrollarse independientemente sin tutelaje alguno, de
nadie, ni cercano ni lejano.
De Cuba sólo podría decir esto en concreto,
juega un papel al servicio de la Unión
Soviética: no sólo en América Latina,
lo cumple en Angola por ejemplo y en otros puntos.
Pasó de una mano a otra mano, de un amo a otro;
proceso presentado como un "caso excepcional" por los
propios cubanos. Hay que recordar bien los criterios que han
planteado como guía de su lucha: que no están
bien diferenciadas las clases y lo que cabe, en
síntesis, es un conjunto de salvadores para redimir
oprimidos, criterios que, como los cuatro siguientes,
también vemos en documentos que circulan en el
Perú, es el problema de no partir de la lucha de
clases; "revolución socialista o caricatura de
revolución", es plantear una sola revolución
en las naciones oprimidas; frente único de tres
clases, sin burguesía nacional; no necesidad del
Partido Comunista, es poner de lado la dirección del
proletariado; y, negación de la guerra popular
partiendo de rechazar las bases de apoyo. Son nefastos
criterios que ha difundido el cubanismo.
Cuba tiene una alta responsabilidad en América
porque fue una esperanza; pero hay que recordar muy bien
qué pasó el año 70, Fidel Castro dijo
que había fracasado la estrategia de la lucha armada,
buscando abandonarla, dejar lo que había incentivado
y apoyado. Douglas Bravo le salió al frente
replicando que no había fallado la estrategia sino la
táctica castrista, pero también
lamentablemente después Bravo se acogió a la
amnistía. Creemos que esas situaciones han generado
muchos problemas en América, pero hoy día esos
mismos criterios reajustados según la voz del amo
socialimperialista se están difundiendo y
presentándoseles como un nuevo desarrollo
revolucionario que se concretaría en Nicaragua. Es
una falsedad. Lo que debemos afirmar y afirmamos es que
América Latina ya está madura para la guerra
popular y ése es su camino. América Latina
tiene un papel importante que cumplir, no olvidemos "el
traspatio de Estados Unidos", según dicho del
insolente imperialismo yanqui. América Latina tiene
importancia también en el mundo, la cumplirá
si es que coge la ideología del proletariado, el
marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente el
maoísmo, si forja partidos comunistas y si lleva
adelante guerras populares dentro de la revolución
mundial.
Los latinoamericanos seremos a fines de siglo más
de 500 millones de personas; tenemos muchas cosas que nos
unen y debemos bregar juntos hasta por cercanía, lo
cual no quiere decir que nos desliguemos de la
revolución mundial, porque solamente cumpliremos
nuestra tarea como parte de la revolución mundial; no
basta con América Latina, el comunismo es para todo
el Mundo o para nadie.
EL DIARIO: ¿Cuál es el aporte del
Partido Comunista del Perú a la revolución
mundial?
PRESIDENTE GONZALO: El principal aporte es
plantear el maoísmo como nueva, tercera y superior
etapa del marxismo; asumiendo servir y coadyuvar a que esta
ideología se constituya en mando y guía de la
revolución mundial. Cuestión derivada de esto
es mostrar la validez, la perspectiva trascendental del
maoísmo. También el mostrar que
apoyándose principalmente en los propios esfuerzos,
sin seguir bastón de mando de superpotencia ni
potencia imperialista alguna, es posible hacer la
revolución, y, más aún, es necesario
hacerla así; y demostrar la potencialidad de la
guerra popular que se expresa pese a todas nuestras
limitaciones. Y si cabe, ser como algunos dicen una
esperanza, lo cual implica responsabilidad y ser una
antorcha para la revolución mundial, un ejemplo que
puede servir a otros comunistas. De esta manera estamos
sirviendo a la revolución mundial.
OTROS PUNTOS
EL DIARIO: Presidente, hemos llegado al fin de
esta entrevista, más de 12 horas conversando con Ud.,
ahora quisiéramos hablar sobre su persona, sobre el
Dr. Abimael Guzmán Reinoso. ¿Hubo alguien entre
su familia o amigos que influyó a desarrollar su
vocación y capacidad política?
PRESIDENTE GONZALO: Yo diría que lo que ha
ido forjando en mí el enrumbarme ha sido la lucha del
pueblo. He podido ver la combatividad del pueblo en Arequipa
en el levantamiento del 50, cómo la masa ante un
atropello bárbaro de asesinar jóvenes responde
con furia incontenible, cómo se han batido contra el
ejército y lo han hecho replegarse a sus cuarteles,
teniendo que traer fuerzas de otras partes para poder
aplastarlos. Es un hecho que podría decir, lo tengo
bastante grabado. Porque ahí, después de
entender a Lenin, comprendí cómo el pueblo, la
clase, cuando toma las calles y marcha hace temblar a la
reacción pese a todo su poder. Otro hecho, las luchas
del 56, el pueblo combatió, otros traficaron, bueno
eso es lo que hacen la reacción y los oportunistas;
pero el pueblo combatió e impuso condiciones y hubo
movimientos masivos, con fuerza. Esos hechos, por ejemplo,
han servido para hacerme entender el poder de las masas, que
ellas hacen la historia.
También he tenido ocasión, retrotrayendo,
de vivir el levantamiento del 48 en el Callao, ver con mis
propios ojos la bravura y cómo el pueblo derrocha
heroicidad y cómo trafican los dirigentes. Y
remontando más en recuerdos, creo que la II Guerra
Mundial me ha marcado profundamente, sí, recuerdo
como en sueños, si cabe, no muy claramente, cuando se
inició la guerra en setiembre de 1939, el alboroto y
las noticias de los antiguos radios, recuerdo los
bombardeos, las grandes noticias, recuerdo también el
término de la guerra y cómo fue celebrada,
entonces un gran pitar de barcos, de bocinas, un gran
alboroto, una alegría por el final de la II Guerra
Mundial.
Tuve ocasión de ver en los periódicos a los
llamados cinco grandes, al camarada Stalin entre ellos, por
eso diría que estos hechos han ido marcándome,
e imprimiéndome la idea del poder, de las masas y de
la capacidad transformadora de la guerra; de una forma
elemental, confusa, pero son huellas que a uno le van
modelando. Creo que como todo comunista soy hijo de la lucha
de clases y del Partido.
EL DIARIO: ¿A qué edad abraza el
marxismo?. ¿Fue esto en su etapa escolar o
universitaria?
PRESIDENTE GONZALO: Mi interés por la
política comienza a desenvolverse en la parte final
de la secundaria, a raíz de los hechos del 50; de los
siguientes años, recuerdo que junto con otros
compañeros formamos un círculo para estudiar
las ideas políticas, teníamos un gran
afán para estudiar todas las ideas políticas,
¿se imaginan en qué momento estaba?; ahí
comencé. Ya en la universidad, la propia lucha
universitaria, he vivido grandes huelgas, enfrentamientos
entre apristas y comunistas y debates. Así fue
despertándose mi deseo de conocer libros, alguien
tuvo a bien prestarme uno, creo que fue "Un paso adelante,
dos pasos atrás", me gustó; de ahí ya
comencé a estudiar libros marxistas. Luego ha marcado
en mí bastante la figura del camarada Stalin; por
entonces, las personas que se acercaban al comunismo y que
lograban la militancia nos formábamos en "Cuestiones
del leninismo", era libro de cabecera, lo estudié
como corresponde, seriamente, dada su importancia. Me
interesó la vida de Stalin, era para nosotros un
ejemplo de la revolución. Tuve problemas para
ingresar al Partido Comunista, había un criterio
absurdo: para militar había que ser hijo de obrero, y
yo no lo era; pero otros tenían otro criterio y
así pude ingresar al Partido. He participado en la
defensa de Stalin, quitárnoslo entonces era como
quitarnos el alma; en esa época se difundía
más las obras de Stalin que las de Lenin, así
eran esos tiempos.
Luego mi viaje a Ayacucho por razones de trabajo y por un
tiempo corto a mi entender, un tiempo corto que duró
años, pensaba que iba a ser un año, porque
así estaban las circunstancias, pero uno se propone y
la clase dispone, la masa y el pueblo hace de uno muchas
cosas. Ayacucho me sirvió para descubrir al
campesinado; entonces Ayacucho era un pueblo muy
pequeño, mayormente campo, si uno va a las barriadas,
incluso hoy, hay campesinos y si uno sale un cuarto de hora
ya está en el campo. Ahí también
empecé a entender al Presidente Mao Tsetung,
avancé en comprender el marxismo; la contienda entre
marxismo y revisionismo ha tenido mucha importancia en mi
formación.
Alguien tuvo la mala suerte de prestarme la famosa Carta
China, la "Proposición acerca de la línea
general del Movimiento Comunista Internacional", me la
prestó con la obligación de
devolvérsela, obviamente el hurto era comprensible.
La carta me llevó a adentrarme en la gran lucha entre
marxismo y revisionismo.
Me aboqué a trabajar en el Partido y barrer el
revisionismo; creo que junto con otros camaradas lo
logramos, dejamos uno o dos para remedio como dicen, eran ya
invariablemente revisionistas. Ayacucho ha tenido para
mí trascendental importancia, tiene que ver con el
camino de la revolución y lo que el Presidente Mao
enseña. Así me fui haciendo marxista y el
Partido me fue modelando con temple, con paciencia creo.
EL DIARIO: Se conoce que Ud. estuvo en China
¿Conoció al Presidente Mao?
PRESIDENTE GONZALO: No tuve esa gran suerte,
solamente pude verlo de lejos; pero vi lo que es el
reconocimiento y cariño profundo de un pueblo a un
gran jefe, extraordinario marxista, a una cumbre del
marxismo. No tuve la suerte de conocerlo, repito; la
delegación en la que me cupo estar cometió
muchos errores y necias petulancias, creo que eso
determinó que no se nos confiera ese privilegio.
Si he estado en China. En China tuve la posibilidad, que
yo deseara para muchos, de estar en una Escuela donde se
enseñaba primero política, desde cuestiones
internacionales hasta filosofía marxista, eran
magistrales lecciones dadas por revolucionarios probados y
altamente competentes, grandes maestros. Entre ellos
podría recordar al maestro que nos
enseñó trabajo abierto y secreto, un hombre
que toda su vida la había dedicado al Partido,
absolutamente a él, de muchos años, un ejemplo
vivo, extraordinario maestro; él nos
enseñó muchas cosas, quiso enseñarnos
más pero algunos no quisieron, en fin, de todo hay en
la vida. Luego nos enseñaban cuestiones militares,
pero también se comenzaba por política, la
guerra popular, luego construcción de las fuerzas
armadas y estrategia y táctica; y la parte
práctica correspondiente emboscadas, asaltos,
desplazamientos, así como preparar artefactos de
demolición. Cuando manejábamos elementos
químicos muy delicados, nos recomendaban tener la
ideología presente siempre y que ésta nos
haría capaces de hacer todo y hacerlo bien; y
aprendimos a hacer nuestras primeras cargas para demoler.
Para mí es ejemplo y recuerdo imborrable, una gran
lección; y un gran paso en mi formación, el
haberme formado en la más alta Escuela de marxismo
que ha tenido la Tierra.
Bueno, si quieren una anécdota, aquí tienen
una: cuando terminábamos el curso de explosivos, nos
dijeron que todo se podía explosionar; entonces, en
la parte final cogíamos el lapicero reventaba, nos
sentábamos también reventaba, era una especie
de cohetería general, eran cosas perfectamente
medidas para hacernos ver que todo podía ser volado
si uno se ingeniaba para hacerlo. Muchas veces
preguntábamos ¿cómo hacemos esto?
¿cómo hacemos lo otro?; nos respondían,
no se preocupen, no se preocupen, ya han aprendido
suficiente, piensen que todo lo hacen las masas y ellas
tienen un ingenio inagotable, lo que les hemos
enseñado las masas lo harán y les
volverán a enseñar; así nos
decían. Esa Escuela ha servido bastante a mi
formación y para comenzar a valorar al Presidente Mao
Tsetung.
Luego estudié un poco más, he buscado
aplicar, y creo que me falta aprender mucho del Presidente
Mao Tsetung, del maoísmo, como de su propia
acción. No es pretender compararse, es simplemente
tomar grandes cumbres como rumbos para nuestros objetivos.
Mi estadía en China ha sido una experiencia
imborrable. También he estado en otra ocasión,
cuando la Gran Revolución Cultural Proletaria
comenzaba, solicitamos se nos explicara el Pensamiento Mao
Tsetung, según entonces se decía; nos han
enseñado nuevamente y eso me ayudó a
comprender más o un poco más, mejor
diría. Hay una cosa que parece irónica, he
comenzado a apreciar y valorar a Mariátegui al
entender al Presidente Mao Tsetung; como él nos exige
aplicar con creatividad, volví a estudiar a
Mariátegui y comprendí que teníamos un
marxista-leninista de primera línea, había
analizado a fondo nuestra sociedad. Parece irónico,
pero es verdad.
EL DIARIO: ¿Qué se siente ser el
hombre más buscado por las fuerzas represivas de este
gobierno?
PRESIDENTE GONZALO: Que uno está cumpliendo
una responsabilidad y que se esfuerza por cumplir su tarea;
el resto es tener más responsabilidad con la
revolución, el Partido, el
marxismo-leninismo-maoísmo, con la clase, el pueblo y
las masas. Y pensar siempre que la vida la llevamos en la
punta de los dedos, sino no podríamos ser comunistas.
En consecuencia, tendrán sus razones; las mías
son las que el Partido establece, a ellas espero ser cada
vez más fiel y más útil, pues, la vida
se queda enredada en cualquier vericueto del camino,
además tiene comienzo y tiene fin, tiempo más,
tiempo menos.
EL DIARIO: ¿Tiene Ud. algún tipo de
temor?
PRESIDENTE GONZALO: ¿Temor?. Creo que es una
contradicción, temer y no temer; el problema es tomar
la ideología y potenciar en nosotros el valor, es la
ideología la que nos hace valientes, la que nos da
valor. A mi juicio, nadie nace valiente, es la sociedad, la
lucha de clases las que hacen valientes a los hombres y a
los comunistas, la lucha de clases, el proletariado, el
Partido y la ideología. ¿Cuál
podría ser el máximo temor?, ¿morir?;
como materialista creo que la vida termina algún
día, lo que prima en mí es ser optimista, con
la convicción de que la labor a la cual sirvo otros
la han de proseguir la llevarán hasta el cumplimiento
de nuestras tareas definitivas, el comunismo. Porque el
temor que podría tener sería el que no se
prosiguiera, pero ese temor se disuelve cuando uno
confía en las masas. El peor temor, al fin y al cabo,
es no confiar en las masas, es creerse indispensable, centro
del mundo, creo que eso es, y si uno es formado por el
Partido con la ideología del proletariado, con el
maoísmo principalmente, comprende que las masas hacen
la historia, que el Partido hace la revolución, que
la marcha de la historia está definida, que la
revolución es la tendencia principal, se le esfuma el
temor y solamente le queda la satisfacción de ser
argamasa y, junto a otras argamasas, servir a poner
cimientos para que algún día brille el
comunismo e ilumine toda la Tierra.
EL DIARIO: ¿Qué hace el Presidente
Gonzalo cuando deja la política y la guerra?.
¿Qué libros lee?
PRESIDENTE GONZALO: Muchas veces no tengo tiempo
para leer lo que quisiera. ¿Qué me gusta leer?.
Biografías leo bastante; la literatura me parece una
gran expresión del arte, por ejemplo me gusta leer a
Shakespeare, sí, y estudiarlo, estudiándolo se
encuentran problemas políticos, bien claras lecciones
en "Julio César", por ejemplo, en "Macbeth". Me gusta
la literatura, pero siempre me gana la política y me
lleva a buscar el sentido político, qué hay en
el fondo, al fin y al cabo tras todo gran artista hay un
político, hay un hombre de su tiempo que contiende en
la lucha de clases. Novelas peruanas también he
leído, a veces releo.
Una vez leí una pequeña obra de
Tomás Mann sobre Moisés luego la utilizamos
para la interpretación política de la lucha
que entonces teníamos. Una parte de esa obra dice se
puede quebrantar la ley, pero no negarla; ¿Cómo
interpreté?, así: quebrantar la ley es chocar
con el marxismo, desviarse, tener ideas erróneas, eso
es permisible, pero no se puede consentir negar el marxismo.
Creo que muchas cosas se aprenden. He leído "El mundo
es ancho y ajeno", "Todas las sangres", y las he estudiado
también. Me gusta la literatura; la música,
antes me gustaba más, ahora menos. ¿Qué
otras aficiones? libros de ciencia. Me gusta la ciencia, en
mis tiempos iniciales, universitarios, me matriculé
en abogacía porque debía tener una
profesión, pero me gustaba la filosofía y me
aboqué a ella y en la filosofía
descubrí la ciencia, me dediqué bastante a
estudiar cuestiones de matemáticas, de física;
la física me parece una ciencia extraordinaria, bien
puesto está cuando se dice que es "aventura del
pensamiento". El problema de la ciencia está en que
los científicos, cuyo punto de partida es
materialista, son buenos mientras se mantienen dentro de la
ciencia, pero cuando quieren ir hacia la filosofía u
otros terrenos, si no son materialistas desbarran en
idealismo, hasta a Einstein le ha pasado eso. Me gusta la
ciencia, me parece una cosa extraordinaria; esta
afición por la ciencia se puede ver en la tesis que
hice para el bachillerato en filosofía, es un
análisis del tiempo y el espacio en Kant desde el
punto de vista del marxismo, utilizando la matemática
y la física, me gustaría volver a leerla,
porque no hay tiempo ahora para volver a estudiar todo eso,
pero no tengo ni un ejemplar.
EL DIARIO: ¿Le gusta también la
poesía?
PRESIDENTE GONZALO: Sí, en un tiempo he
recorrido la poesía mundial en una antología;
y la he estudiado, había en la biblioteca de la
universidad unas obras que lo permitieron. Me gusta la
poesía, es una de las cosas que también admiro
en el Presidente Mao quien era un extraordinario poeta.
Sobre la poesía peruana, para mí, Vallejo;
sí es nuestro, además él era
comunista.
EL DIARIO: Algunos dicen que sus discursos: La
Bandera e ILA 80, son hermosos poemas políticos de
guerra. ¿Qué dice de esto Presidente?
PRESIDENTE GONZALO: Yo diría a veces en la
política hay que soltar el alma para que la
pasión, el profundo sentimiento, impulse nuestra
voluntad; en esas circunstancias habla el corazón
como se dice, creo que sale la pasión revolucionaria
que es indispensable para la guerra. Qué valor tengan
literariamente no podría precisarlo.
EL DIARIO: ¿Alguna vez Ud. se
deprime?
PRESIDENTE GONZALO: No. creo que tengo optimismo
casi orgánico; y, me muevo más en problemas de
comprensión y voluntad, que en problemas de
sentimientos y depresión. Al contrario, creo que soy
bastante optimista, es el marxismo; el Presidente Mao quien
nos ha hecho entender que los hombres, los comunistas en
especial somos optimistas. Siempre que me encuentro en
momentos difíciles, me esfuerzo por encontrar
qué hay de positivo, o qué es lo
poquísimo, incluso, que puede tener un momento para
desarrollarse; porque nunca todo puede ser negro, ni todo
puede ser rojo. Incluso si hubiera, aunque no hayamos tenido
hasta hoy una gran derrota, siempre habría una parte
buena; el problema está en sacar la lección y
sobre eso bueno seguir trabajando; siempre
encontrarás quien apoye, quien dé calor
intenso, ayudando en el combate porque el comunismo une.
EL DIARIO: ¿Tiene amigos?
PRESIDENTE GONZALO: No tengo; camaradas sí,
y estoy muy orgulloso de tener los camaradas que tengo.
EL DIARIO: Presidente hemos llegado al fin de
esta entrevista.
PRESIDENTE GONZALO: Hemos trabajado bastante y les
agradezco profundamente sus esfuerzos, las peripecies que
han tenido que pasar para poder reunirnos y ofrecer esta
primera entrevista, entrevista que puede ser llevada al
pueblo por un periódico como El Diario que brega
tenazmente por servir al pueblo. Muchas gracias.
EL DIARIO: Gracias a Ud. Presidente.
INDICE
OBJETIVOS 3
I. CUESTIONES DE IDEOLOGIA 7
EL PARTIDO 21
III. GUERRA POPULAR 45
RE SITUACION POLITICA NACIONAL 75
V. POLITICA INTERNACIONAL 105
OTROS PUNTOS 127
INDICE 137
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Julio,
1988
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PCP-COMITE
CENTRAL
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